Ella fue diagnosticada con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el 2007, cuando solo tenía 32 días de vida. Inmediatamente (previo consentimiento de sus padres), fue enrolada en un estudio en el que le dieron terapia antirretroviral por 40 semanas. Después de eso, no se le suministró más, pero los niveles de virus en la sangre fueron monitoreados constantemente.
Hoy, ocho años y medio después, los científicos y los médicos que atienden a esta sudafricana de poco menos de diez años de edad solo encontraron un reservorio diminuto de copias de VIH en un pequeño grupo de células inmunes, pero sin mayor afectación, pues no pueden replicarse o reproducirse. En lo demás, no había rastros del virus.
Su caso fue presentado este lunes en la IX Conferencia Mundial del VIH en París. Por confidencialidad de la investigación y por respeto a los derechos de la niñez, ni su nombre ni su imagen fueron difundidos.
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Esta es la tercera ocasión en que un menor tiene remisión del VIH luego de una intervención muy temprana y un tratamiento por tiempo limitado.
En él, menores ya infectados con VIH se dividen en dos grupos: quienes reciben la terapia antirretroviral normal y quienes reciben este tratamiento por un tiempo limitado (un subgrupo por 96 semanas y otro subgrupo por 40). Quienes están en la agrupación de terapia en tiempo limitado tienen que comenzar el tratamiento poco tiempo después del diagnóstico.
La niña en cuestión utilizó el tratamiento durante 40 semanas. Antes de comenzar la medicación tenía carga viral muy alta (altos niveles de virus en al sangre). Empezó la terapia a las nueve semanas de nacida y sus niveles de virus bajaron hasta casi ser indetectables.
Una vez que terminó el tratamiento, se le monitoreó de cerca para ver si la carga viral subía, pues de ser así, se podía llegar a un nivel en el que se pusiera en riesgo su salud, y habría que volver a los fármacos.
Su última toma de medicamento fue en el 2008, y desde entonces solo hay pequeños rastros del virus que no comprometen su salud en lo más mínimo. Las copias de VIH ya no salen en las pruebas tradicionales, y se encontraron solo cuando se hicieron exámenes más sensibles. Su sistema inmunitario trabaja con normalidad.
Los científicos confirman que la menor no tiene ninguna característica genética de las que anteriormente se han asociado con control espontáneo del VIH.
"Aún necesitamos estudiar más para entender cómo inducir remisión de VIH a largo plazo en los bebés infectados", comentó a la prensa Anthony Fauci, director del NIAIDS.
"Sin embargo, este nuevo caso alienta la esperanza de que si se trata de forma temprana a los niños infectados con el virus, podamos evitar condenarlos a una terapia durante toda su vida y a que su sistema inmunitario sufra", añadió.
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Por su parte, Caroline Tiemessen, jefa del laboratorio biológico del Centro de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual del Instituto Nacional de Enfermedades Crónicas de Sudáfrica, quien vigila de cerca el caso de la menor, explica: "Creemos que pueden haber otros factores, además del comienzo temprano del tratamiento, que hayan ayudado a la remisión de esta niña".
"Seguiremos estudiando este caso, es posible que con él podamos expandir nuestro conocimiento de cómo el sistema inmunitario controla la replicación del VIH", agregó.
Otros casos similares
Durante la presentación del caso, los científicos del Niaids recordaron otras situaciones similares.
Estos casos llaman la atención, porque usualmente el material genético del VIH se inyecta en las células inmunitarias y las destruye. Si este virus no se controla, puede desencadenar en síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que se da cuando ya las defensas están muy bajas y cualquier infección causa daños graves a la salud.
Por ello, ver casos en los que el virus logra controlarse cuando se frena la medicación son interesantes para la ciencia.
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Uno de ellos es conocido como el "bebé Mississippi", quien nació en 2010, recibió tratamiento contra el VIH a partir de sus 30 horas de vida y hast a os 18 meses. El virus se mantuvo controlado sin ningún tipo de fármaco durante 27 meses, pero el VIH reapareció en su sangre.
En el 2015, los investigadores reportaron que un niño francés nacido con VIH en 1996 comenzó su tratamiento a los tres meses y lo suspendió en algún momento entre sus 5,5 y 7 años, y mantuvo control sin ninguna medicación durante más de 11 años.
Sin embargo, los científicos aclaran que de momento estas son todas excepciones, pero que son un valioso aporte para entender cómo se comporta el VIH en la población infantil.
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