Más del 40% de las muertes relacionadas con el tabaquismo se deben a enfermedades pulmonares como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la tuberculosis. Es por esto que el lema de este año de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “no dejes que el tabaco te quite la respiración”.
“Cada año, el tabaco mata a ocho millones de personas, como mínimo, y varios millones más padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma o enfermedades pulmonares crónicas causadas por este producto”, dijo en un comunicado de prensa Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Los pulmones sanos son esenciales para una vida sana. Hoy y siempre, puedes proteger tus pulmones y los de tus familiares y amigos diciendo no al tabaco”, agregó.
De acuerdo con la OMS, en el 2017 el tabaquismo mató a 3,3 millones de consumidores y personas expuestas al humo ajeno. De ellas, 1,5 millones murieron por enfermedades respiratorias crónicas, 1,2 millones por cáncer (de pulmones, tráquea o bronquios) y 600.000 por infecciones respiratorias y tuberculosis.
Además, más de 60.000 menores de cinco años fallecieron ante infecciones de las vías respiratorias como consecuencia de ser fumadores pasivos.
A esto hay que añadir que los niños que sobreviven tienen mayores posibilidades de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), mal en el que se forma mocos viscosos que se acumulan en los pulmones y causan tos dolorosa y dificultades respiratorias.
¿Cómo afecta el tabaco a la salud?
La OMS menciona las formas principales en las que el tabaquismo puede afectar a las personas.
Cáncer de pulmón. Fumar es la principal causa del cáncer de pulmón, y es responsable de más de dos terceras partes de las muertes mundiales por esta enfermedad. La exposición al humo ajeno en el hogar, en el lugar de trabajo o sitios públicos también aumenta el riesgo.
Dejar de fumar sí reduce riesgo. Después de 10 años de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a la mitad del de un fumador.
Enfermedades respiratorias crónicas. El tabaco fumado es la causa principal de la EPOC. El riesgo de EPOC es particularmente alto entre las personas que empiezan a fumar o están expuestas al humo ajeno a edades tempranas, ya que el humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar.
El tabaco también exacerba el asma y las alergias.
Dejar de fumar del todo es el tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar los síntomas del asma.
Efectos en los niños. Los menores expuestos durante la vida intrauterina a las toxinas del humo de tabaco a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno suben el riesgo de tener una reducción en su crecimiento y afectación de la función pulmonar.
Los niños pequeños expuestos al humo ajeno tienen más probabilidad de asma y, sí ya la tenían, presentarán mayores complicaciones. Además, es mal alto el riesgo de neumonía y bronquitis, así como de infecciones frecuentes en las vías respiratorias inferiores.
Por ello, los fumadores nunca deberían fumar en presencia de embarazadas, lactantes o niños pequeños.
Tuberculosis. El daño pulmonar y la reducción de la función pulmonar causados por la tuberculosis son exacerbados por el tabaquismo. Las personas que fuman tienen el doble de probabilidades de enfermar de tuberculosis.
Este padecimiento agravado por los efectos nocivos del humo del tabaco para la salud pulmonar, aumenta el riesgo de discapacidad y muerte por insuficiencia respiratoria.
Si usted tiene tuberculosis dejar de fumar inmediatamente es lo mejor para que el tratamiento antituberculoso sea eficaz.
Contaminación del aire. El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, 69 de ellas se sabe que son cancerígenas. Aunque el humo puede ser invisible y no tenga olor, puede permanecer en el aire hasta cinco horas.
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Ley con impacto positivo en Costa Rica
En nuestro país, la ley 9028, Ley General del Control del Tabaco y sus Efectos Nocivos, entró en vigencia en el 2012, y entre otras cosas, prohibió el fumado en sitios públicos.
En el 2016, el Ministerio de Salud sacó las primeras estadísticas del impacto en la población y, en aquel momento, indicó que en esos cuatro años de vigencia de la ley, había 200.000 fumadores menos.
Nydia Amador, encargada del punto focal técnico de control del Ministerio de Salud, dijo en aquel entonces, que esta baja respondía no solo a la prohibición del fumado en espacios públicos, pues una sola medida no es suficiente.
Ella rescató otros puntos del convenio marco, como prohibir a los menores de edad fumar y vender cigarrillos, el que no se pueda conseguir cigarrillos en todo lugar (por ejemplo, no pueden venderse en farmacias o lugares relacionados con la salud) y a que las cajetillas de cigarrillos sean solo de 20 unidades y no de menos.
También citó las advertencias gráficas en las cajas donde se evidencian los daños causados por el fumado, la prohibición de la publicidad del tabaco y a que los cigarrillos sean marca de patrocinio de una actividad.
Por último, Amador le dio importancia a las clínicas de cesación de fumado que tienen el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y los hospitales públicos, donde se les enseña a la gente cómo dejar el tabaco.
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