La tasa de contagio de covid-19 en Costa Rica registró un leve aumento en la última semana, pero sigue en niveles bajos.
En los últimos siete días, el indicador de la Universidad Hispanoamericana (UH) pasó de 0,81 a 0,84. Esto quiere decir que una generación de 100 personas infectaría a otra de 84.
Hace una semana esas 100 personas habrían infectado a 81. Hace dos semanas lo habrían hecho con 89.
No obstante, esta cifra también se considera baja porque la próxima generación de casos sería más pequeña que esta. Los investigadores siguen sorprendidos por esta reducción, cuyo ritmo se considera inesperado.
A esto se le une que el número de contagios bajó un 23,7%, pues se presentaron 515 casos en promedio por día, unos 122 diarios menos en comparación con la semana anterior.
Sin embargo, los analistas aseveran que no es momento para considerar de forma categórica que estamos “aplanando la curva”, pues los contagios dependen de muchos factores y este indicador puede ser muy volátil.
“Esperamos que esa tendencia siga así por mucho más tiempo, pero no se puede predecir con buen margen de certeza, si vamos camino al aplanamiento de la curva”, advierte Ronald Evans, epidemiólogo y coordinador del análisis.
“Esta pandemia está cursando mediante olas diferentes y mientras no haya porcentajes de la población superiores a un 70% como mínimo que tenga inmunidad, ya sea por infección natural o por vacunación, continuaremos estando expuestos al coronavirus. Debemos seguir aplicando los protocolos de mitigación por un tiempo quizás más largo de lo esperado”, añadió.
¿Qué mide (y qué no) la tasa de contagio?
La tasa de contagio, también llamada tasa R, representa la velocidad con la que este virus se esparce en un lugar e indica, en promedio, cuántas personas contagiaría cada portador del SARS-CoV-2.
Es importante destacar que una persona sin síntomas, ya sea porque no los haya registrado (presintomático) o porque no los vaya a presentar (asintomático) sí pueden transmitir la infección.
Si la tasa de contagio es igual a 1, cada persona infectará, en promedio, a otra más, y esto mantendrá la transmisión constante. Si está en 2, en promedio, cada persona infectará a dos más y la velocidad de transmisión se duplicará.
Lo ideal es que R sea inferior a 1, lo cual es señal de que el ritmo de casos nuevos va hacia la baja. Si el índice es superior a 1 la evolución de la enfermedad tendrá mayor velocidad.
Con una tasa en 1 la infección se mantendría constante.
Si tomamos en cuenta el período de incubación del virus antes de la aparición de síntomas, la cantidad de contagios que se reportan hoy, se dieron aproximadamente hace seis días, por lo que este es un índice que muestra retrasos.
La tasa R no tiene que ver con la cantidad de casos, sino con la velocidad de transmisión o la velocidad con la que se propaga el virus.
Tampoco mide cuán agresivo es, sino cómo es su movimiento y evolución en determinado lugar.
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En las provincias
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La tasa de contagio no es igual en todo el país. Sin embargo, el análisis de la UH muestra que, por segunda semana consecutiva, las siete provincias están por debajo de 1.
La provincia con mayor tasa de contagio es Cartago, con 0,94. La semana pasada era la que mostraba un nivel menor. Para los autores del informe, esto es señal de lo volátil que es la transmisión del virus.
Le siguen Heredia y Limón, con 0,9 cada una.
Posteriormente están Puntarenas, con 0,85 y San José, con 0,81.
Las más bajas son Alajuela, con 0,79 y Guanacaste, con 0,73.
Para ejemplificar, en Cartago, esta generación de 100 personas daría origen a 94 contagios y en Guanacaste 100 personas le “pasarían la batuta” a 73.
Comportamiento en cantones: señal clara del rápido descenso
La tasa de contagio solamente nos habla de la velocidad de la transmisión, pero no de la cantidad de casos que hay en determinado lugar.
En otras palabras, puede haber lugares en donde, por su cantidad de casos, aún con una tasa R muy baja, sea más fácil contagiarse que en uno con una tasa R más elevada, pero con pocos casos.
Por ello, el análisis por cantones se enfoca en ver el riesgo en la cantidad de casos, según la población de cada uno.
En la categoría de alto riesgo hay más de 250 casos por millón de habitantes, por lo que más personas podrían contagiar.
Esta es la semana que menos cantones están en esta lista. Solo hay tres: Siquirres, en Limón; Corredores, en Puntarenas; y Orotina en Alajuela.
“Este es un signo inequívoco de lo profundo que ha sido esta caída de la curva en el país, en un plazo cortísimo. Nadie puede venir a decir que eso estaba previsto, según algún modelo matemático ultra refinado”, subrayó Evans.
“Esta radical evolución nos tiene sorprendidos a muchos de los que hemos venido siguiendo la pista semana a semana del SARS-CoV- 2″, admitió.
En cambio, el grupo de cantones de muy bajo riesgo hay, por primera vez, 52 cantones.
En San José: Escazú, Santa Ana, Mora, Montes de Oca, Curridabat, Alajuelita, Coronado, Tibás, Moravia, Desamparados, León Cortés, Goicoechea, Puriscal, Acosta, Aserrí, Tarrazú, Turrubares, Dota.
En Alajuela: San Carlos, Los Chiles, Atenas, Poás, San Ramón, Upala, San Mateo, Zarcero, Río Cuarto.
En Cartago: La Unión, Paraíso, Alvarado, Jiménez, Turrialba.
En Heredia: Belén, Sarapiquí, Heredia, Santa Bárbara, San Rafael, Flores.
En Guanacaste: Nandayure, Abangares, Carrillo, Liberia, Nicoya, Santa Cruz, Bagaces, Cañas, Tilarán.
En Puntarenas: Buenos Aires, Puntarenas, Montes de Oro, Esparza.
En Limón: Talamanca.
Esta es la primera vez en más de dos meses que la provincia de Limón registra un cantón en esta lista.
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El reto: hacer más diagnósticos
La piedra en el zapato de este diagnóstico ha sido la cantidad de pruebas de laboratorio realizadas. Sí se ha dado un aumento en la cantidad de pruebas diagnósticas, pero no la suficiente.
“El periodo evidencia un aumento de pruebas. Precisamente, enero registró 97.856 exámenes nuevos, la cifra más alta. En los últimos seis meses, se dio un crecimiento del 60%”, cita el informe, según el cual, lo ideal sería llegar a un mínimo de 100.000 pruebas por mes.
El porcentaje de positividad de las pruebas (porcentaje que da positivo en relación con quienes dan negativo) también ha ido bajando. En las últimas semanas ha fluctuado entre el 14% y el 22%, dependiendo del día. A finales de noviembre, el porcentaje estaba cercano al 35%.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que sea una de cada diez, o en el mejor de los casos, una de cada 20 (5%). Esto se obtiene realizando más pruebas diarias.
Si ese 10% se sobrepasa, podría inferirse que no se están haciendo las pruebas suficientes.
¿Por qué? Porque se estarían haciendo las pruebas en quienes llegan con síntomas obvios, pero se escaparían quienes no los tengan, o los tengan muy débiles.
En noviembre pasado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dijo que valoraba con el Ministerio de Salud la posibilidad de realizar nuevas campañas de tamizaje activo, sin que se volviera a tratar el tema.
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