La tasa de contagio de covid-19 en Costa Rica se mantiene en su valor de 0,94 en el que estuvo la semana anterior, según el análisis periódico que realiza la Universidad Hispanoamericana.
La tasa de contagio, también llamada tasa R, indica a cuántas personas podría contagiar, en promedio, cada portador del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19.
Si es igual a 1, cada persona infectará, en promedio, a otra más, y esto mantendrá la transmisión constante. Si está en 2, en promedio, cada persona infectará a dos más y la velocidad de transmisión se duplicará.
Lo ideal, por eso, es que esta cifra sea inferior a 1, lo cual es señal de que el ritmo de casos nuevos va hacia la baja.
Un índice de 0,94 quiere decir que un individuo con el virus podría transmitirlo a 0,94 personas en promedio.
O, visto de otro modo, 100 personas que porten este patógeno podrían dar origen a una generación de 94 casos, o mil personas a 940 casos.
“Las buenas nuevas son que la pandemia continúa perdiendo fuerza”, cita el informe elaborado por los epidemiólogos Ronald Evans, Roger Bonilla y Roberto Salvatierra.
Aunque este valor no cambió de una semana a otra, debemos tomar en consideración que R es un factor muy volátil y que puede registrar cambios en poco tiempo.
Este índice no tiene que ver con la cantidad de casos, sino con la velocidad de transmisión o la velocidad con la que se propaga el virus.
Tampoco mide cuán agresivo es, sino cómo es su movimiento y evolución en determinado lugar.
Por provincias
No todo el país muestra el mismo comportamiento en la velocidad de transmisión de la covid-19.
Por ello, el análisis incluye comparaciones entre provincias y cantones para determinar dónde hay mayores riesgos.
“Esta disminución se ha hecho más observable en la región capital, sitio del epicentro de la pandemia en el país. Allí, algunos de los cantones y distritos se convierten en sitios de menor rigor viral”, señaló Evans.
La baja del ritmo de infecciones es patente en el Valle Central. Cartago es la provincia con menor tasa R, con 0,77 (100 personas darían origen a 77 casos nuevos), le sigue San José, con 0,9, Alajuela, con 0,93 y Heredia, con 0,94.
En las costas, la enfermedad comienza a tener una mayor diseminación: en Puntarenas está en 0,97, en Guanacaste en 1,05 y en Limón en 1,1. En esta última provincia, 10 portadores del virus darían origen a 11 infecciones, o 100 a 110.
Las provincias del Valle Central también registran una baja en su tasa R en comparación con la semana anterior. En San José bajó un 9,5%, en Alajuela, un 12,4%, en Cartago el descenso fue aún mayor, 27,5%, y en Heredia, del 4,4%.
En Puntarenas se detectó un cambio de un 1% a la baja. Mientras que Guanacaste tuvo un aumento del 7,8% y Limón del 3,4%.
“Habrá que vigilar con atención el traslado de la pandemia a cantones de la periferia del país y otras regiones que no habían sido atacadas fuertemente por el SARSCo-V-2, para evitar un repunte de la de enfermedad”, señala el documento.
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Análisis cantonal
Los investigadores encontraron cantones donde la transmisión sí es mucho mayor. Pero esta no es la única variable que debe seguirse. Una R alta tendrá más impacto en un lugar donde hay mucha prevalencia de casos según la población, porque hay más personas que podrían transmitir el virus.
“No es lo mismo que 10 personas puedan infectar a otras 10 o a 9 si tenemos solo un grupo de 10 personas que puedan contagiar a si tenemos dos, o tres o cuatro grupos de 10. Un solo grupo de 10 me ocasionará 9 o 10 casos, pero si hay cuatro grupos de diez personas con el virus, es decir, 40, tendríamos de 36 a 40 casos”, destacó Evans.
El reporte indica que por su elevada R, hay que prestarle cuidado a cantones en donde ya hay bastante prevalencia de casos y, además, la transmisión va subiendo. Estos son Carrillo ( R de 1,63) y Cañas (1,41) en Guanacaste; a Siquirres (1,30) en Limón; a Barva (1,19) en Heredia; y Atenas (1,05), en Alajuela.
Hay un grupo de cantones de riesgo mediano por su cantidad de casos, pero cuya tasa de contagio está aumentando. Estos son Pérez Zeledón (R de 1,45) y Moravia (1,27) en San José; y Pocosí (1,17) y Guácimo (1,22), en Limón.
Por otra parte, hay cantones con menos riesgo, porque no solo la tasa de contagio es baja, sino que también hay muy pocos casos. Entonces, a menos casos activos, menos personas pueden transmitir. Estos cantones son Buenos Aires de Puntarenas, con una tasa de 0,64; Puriscal, con una R de 0,8; y Turrialba con 0,88.
Impacto en hospitales
Los analistas indican que también se ha dado una baja en las hospitalizaciones, tanto en salón como en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Cada persona ha tenido una oportunidad óptima de luchar contra la covid-19 apropiadamente, que es lo que se buscaba por los servicios de salud, sin que se saturaran los servicios y colapsara la atención hospitalaria, especialmente la de UCI”, recalca el documento.
Y enfatiza: “la ocupación de UCI comenzó a bajar 15 días después que se implementó la normativa de mascarillas obligatorias en Costa Rica, y pudiese haber una asociación de nexo causal entre ambas variables”.
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La piedra en el zapato: cantidad de pruebas realizadas
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que, de todas las pruebas que se realizan, una de cada diez sean positivas, el ideal sería que fuera una de cada 20 (5%).
En Costa Rica, en promedio, una de cada tres personas a las que se le realizan la prueba da positiva.
Bajar la positividad sí es posible, y se logra con realizar la mayor cantidad de pruebas posibles y tamizajes.
“Continuamos realizando muy pocas pruebas diagnósticas, apenas 0,38 por cada mil personas. Chile, por ejemplo, hace 1,45, Colombia 0,56” advierten los investigadores.
En Costa Rica, la cantidad de pruebas realizadas por día ronda los 2.000, aunque la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha dicho que está aumentando su capacidad a 4.500.
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