Trasnochar, perder clases en sus colegios y muchas actividades con amigos, sí tiene su recompensa. Así lo demostraron colegiales ticos que conquistaron el pasado fin de semana los principales galardones en las Olimpiadas Iberoamericanas de Química y de Física.
Jennifer Calderón Mora, del Colegio Saint Francis, se dejó la medalla de oro absoluto en la XIX Olimpiadas de Química, que se desarrolló en Uruguay.
Esta presea la acredita como la ganadora general de la justa, en la cual participaron los mejores 55 colegiales en Química de 17 países.
Además, Reyner Vargas, del Colegio Científico de Cartago, y Andrés Hidalgo, del Colegio Científico de San Ramón, lograron medalla de bronce cada uno.
Casi al mismo tiempo, pero en Paraguay, Juan Carlos Badilla, del Colegio Científico de Pérez Zeledón, y José María Gamboa, del Científico de San Pedro, obtuvieron medalla de oro en la XIX Olimpiada Iberoamericana de Física.
Badilla también se impuso como ganador absoluto de la competencia con la puntuación más alta, y recibió el premio al Mejor Examen Experimental.
En esa comitiva nacional, Marco Madrigal, también del Científico de San Pedro, y Diego Castillo, del Científico de Alajuela, recibieron cada uno mención de honor en el certamen para medir conocimientos de física, del que tomaron parte 63 estudiantes de 17 naciones.
Con los triunfos de las dos delegaciones, culminó un laborioso proceso de entrenamiento, estudio y eliminatorias en Costa Rica.
Para que un colegial represente al país en una justa internacional como estas, debe antes lograr los primeros sitios en una olimpiada nacional.
Eliminatoria. Después de eso, viene un periodo de adiestramiento teórico y práctico (fuera del colegio) impartido por instructores universitarios, el cual finaliza con un examen eliminatorio para escoger a los cuatro seleccionados, explicó Randall Syedd, profesor de Química en la Universidad Nacional (UNA) y mentor de ese equipo.
En el caso de Física, hubo 24 candidatos salidos de las olimpiadas locales de este año. Ellos se entrenaron por tres meses con profesores universitarios para después hacer una prueba final de la cual salieron los cuatro mejores.
“Conceptualmente se enfrentaron con problemas muy complejos”, resaltó Evelio Hernández, profesor de Física en la UNA y coordinador de las Olimpiadas costarricenses de esa materia.
Como pueden ser examinados en cualquier área de sus respectivas asignaturas, los jóvenes pasan horas leyendo teoría, realizando prácticas y también repasando exámenes de años anteriores.
“Ella lo que hacía era encerrarse a estudiar, pasaba literalmente encerrada en el cuarto leyendo”, recordó María Mora, madre de Jennifer, quien quiere seguir las carreras de Química y Electrónica.
Reyner Vargas, quien desea estudiar Farmacia, recordó que recibieron apoyo en sus colegios cuando hubo que faltar a clases o postergar la entrega de trabajos. Eso sí, debían reponer la materia y honrar todos sus compromisos colegiales.
“Lo mejor es estudiar de noche, cuando hay menos distracción”, aseguró ayer Andrés Hidalgo.
Los estudiantes recibieron apoyo del ITCR, del Laboratorio Nacional de Nanotecnología, del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas y, de los ministerios de Educación Pública (MEP) y el de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).