El sueño del doctor en virología molecular, el costarricense Christian Marín Muller, y de la microbióloga especialista en genética del cáncer, Marianne Hütt, de buscar darle soluciones a enfermedades de difícil tratamiento cada vez se afianza más.
La tarde de este martes los jóvenes visitaron la Torre de Ciencias de Róterdam, en Holanda, donde pronto tendrán un laboratorio más. Este proyecto se logra gracias a la incubadora de negocios en investigación médica Erasmus MC. La visita se realizó junto con funcionarios de Carao Ventures, aceleradora de negocios con la que han trabajado desde su establecimiento en Costa Rica.
"Estamos abriendo el laboratorio acá (en Róterdam) con la intención de arrancar con ensayos clínicos en Holanda en el 2019", contó Marín Muller vía telefónica.
LEA MÁS: Científicos ticos patentaron molécula para tratar el cáncer de ovario
El científico narró que la oportunidad surgió gracias a una iniciativa de la Embajada de Holanda en Costa Rica, con cuyos funcionarios viajó al país europeo hace dos años, en misión diplomática para ver oportunidades de colaboración.
"Esta es una súper oportunidad de trabajar con los mejores médicos investigadores del mundo, en uno de los hospitales universitarios más grandes de Europa. Nuestro plan es ser guiados por ellos y luego duplicar el éxito en Costa Rica en páncreas y otros tipos de cáncer", enfatizó el científico.
Esto no quiere decir que dejarán su trabajo en Costa Rica, la idea durante este tiempo es que el trabajo se mantenga en ambos países. En nuestro país, la "casa" de Speratum y el centro de sus investigaciones está en el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (Cenibiot) del Centro Nacional de Alta Tecnología del Consejo Nacional de Rectores (CENAT-CONARE).
El virólogo molecular recuerda como este camino comenzó como un sueño de niño: "Mi abuelita murió de cáncer y yo nunca la conocí. Cuando era chiquitillo yo le decía a mi mamá que yo quería encontrar la cura del cáncer, para que a nadie se le muriera la abuelita", contó Marín en una entrevista anterior.
LEA MÁS: Christian Marín: 'En Costa Rica sobra talento para hacer ciencia de la buena'
Desde entonces trabaja con el objetivo de mejorar el tratamiento de tumores que son muy agresivos y en muchos casos resultan incurables. Su trabajo ya cuenta con tres patentes; sin embargo, el equipo de Speratum es consciente de que aún falta mucho trabajo para comenzar a probar las moléculas con las que trabajan en seres humanos.
Por si fuera poco, Marín contó a La Nación que este jueves participará en una de las competencias más grandes del mundo en innovación médica.
Se trata de la competencia Innovation for Health (Innovación para la Salud), que reúne a más de 800 investigadores en diferentes campos de las ciencias de la salud.
LEA MÁS: Tico logra patente para vacuna contra cáncer de páncreas
Ciencia de ato nivel
La empresa Speratum trabaja con una molécula que tiene propiedades terapéuticas contra tumores en el páncreas, hígado y ovario.
La molécula se llama MIR198 y es un micro ARN (molécula que regula la expresión genética). Su labor es controlar otras moléculas de micro ARN.
Fue descubierta por Marín en 2013 mientras realizaba su investigación en cáncer de páncreas en el Baylor College of Medicine en Texas (EE. UU.).
LEA MÁS: Christian Marín sobre vacuna contra el cáncer: 'Puede ayudarle a mucha gente'
Posteriormente, al regresar al país y fundar la compañía científica, los trabajos indicaron el potencial para tratar el cáncer de hígado y ovario.
¿Cómo puede una misma molécula servir para tres tipos de cáncer en zonas tan distantes y con comportamientos tan diferentes? En una entrevista anterior, Osvaldo Vega, ingeniero en biotecnología e investigador, explicó que estos males tienen más en común de lo que parece.
“Generalmente pensamos en el cáncer como una ubicación, pero no es algo de la zona donde está, es una enfermedad de sistemas. Son tipos de cáncer con similitudes a nivel celular. Hay procesos en las proteínas que pueden llevar a las células a perder el control. Puede ser que haya dos zonas muy diferentes del cuerpo que funcionen de manera muy diferente, pero que el proceso de descontrol de la célula para llegar al cáncer sí sea muy similar. Por eso es que esta molécula sí es válida para tipos tan diversos de cáncer”, indicó el especialista en aquel entonces.
¿Qué sigue? Marín y sus colaboradores aseguran que este 2018 será un año de muchísimo trabajo, pero sienten que cada vez están más cerca de cumplir el sueño que él tuvo de niño una vez.
LEA MÁS: Tico buscará apoyo europeo para terapia contra cáncer de páncreas