La tuberculosis es una enfermedad de la que poco se habla en el país, pero esto no quiere decir que haya desaparecido y mucho menos que no genere preocupación.
Un reporte de la Universidad Hispanoamericana (UH), difundido la mañana de este 24 de marzo con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, señala que por esta enfermedad fueron hospitalizadas 594 personas entre 2018 y 2022, un promedio cercano a los 120 al año (118,8). Además, causó 1.108 decesos entre 2000 y 2021.
“Este mal es un enemigo silencioso que se esconde de manera oportunista y ataca a las personas cuando su sistema inmunológico se vuelve débil, y es probablemente la enfermedad transmisible endémica más importante en el país”, subrayó el médico y epidemiólogo Ronald Evans Meza, coordinador del reporte.
Este padecimiento provocó la pérdida de 46.264 años de vida a causa de muertes prematuras entre el 2000 y 2021. Esto se llama años de vida potencialmente perdidos y es una de las formas de evaluar el impacto de la mortalidad de una enfermedad o condición en determinada población o lugar. Si nos basáramos únicamente en la edad de las personas (y no en otros factores de salud), ¿cuánto tiempo más habría vivido cada uno de los fallecidos?
El Ministerio de Salud también actualizó este 24 de marzo la cantidad de casos presentados durante 2022 y alertó de un ascenso del 5%, al pasar de 357 en 2021 a 375 el año pasado.
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La enfermedad
La tuberculosis es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. En personas saludables, la bacteria puede permanecer latente sin causar síntomas, pues el sistema inmunitario tendrá un “escudo” para evitar afecciones.
No obstante, en quienes tienen un sistema debilitado, el riesgo de que la enfermedad se active es mucho mayor, lo podría causar tos, flemas con sangre, sudoración excesiva, fatiga, fiebre, pérdida de peso y problemas respiratorios. Si no se trata a tiempo, podría provocar daños pulmonares permanentes, dificultad respiratoria mayor e incluso la muerte.
Se transmite de un individuo a otro a través de gotitas de aerosol suspendidas en el aire expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa. Quienes tengan la bacteria latente no la transmiten.
Este padecimiento se trata con antibióticos, el problema se da cuando el paciente tiene una cepa de la bacteria que se ha vuelto resistente a los medicamentos. Por ello, Salud pide a las personas acudir a un centro de salud apenas registren síntomas, cuanto más temprano se detecten, mayores serán las opciones de hallar tratamiento.
De 2020 a 2022, el mundo registró un aumento de casos, internamientos y fallecimientos por este mal, también vinculados con la pandemia de covid-19 debido a que esta complicó la atención de otras enfermedades.
En nuestro país, por su parte, Salud indicó que “debido a la cantidad reducida de casos que se presentan anualmente, Costa Rica se encuentra entre los 15 países de la región con mayor oportunidad para avanzar hacia la eliminación de la tuberculosis”
Impacto de la enfermedad en el país
El análisis hecho por la UH se adentró no en los casos, sino en las hospitalizaciones y fallecimientos causados por este mal. Para ello tomaron los datos oficiales del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Según los datos del departamento de estadísticas de la CCSS, los años 2018 y 2019 coinciden con 132 internamientos. En los dos primeros años de pandemia se da un leve descenso en la atención, con un promedio 105 egresos, pero en el 2022 hay un leve repunte de 119 enfermos.
En cuanto a los decesos, estos han venido en descenso en términos generales, pero hay años en los que se da un repunte. De los años analizados, los que mayor mortalidad representaron fueron los seis primeros (de 2000 a 2005), con un promedio de 64,67 decesos anuales, 1,6 fallecidos por 100.000 habitantes. El año con más defunciones fue 2001, con 72 (1,82 por 100.000 habitantes).
De 2015 en adelante, la mortalidad bajó todavía más. En estos años, la tasa más alta observada fue de 0,74 por 100.000 habitantes, cuando se dieron 37 decesos. Esto sucedió en 2018. En 2021, último año para el cual hay datos disponibles, hubo 34 decesos: 26 hombres y 8 mujeres.
El impacto es mucho mayor para los hombres que para las mujeres. Salud indició que en 2022 el 68% de los casos (256) correspondieron al sexo masculino. La enfermedad de gravedad, que requiere hospitalización, afecta más a los hombres que a las mujeres, por cada mujer internada entre 2018 y 2022 se reportaron 1,83 hombres. Con los fallecimientos la afectación es más marcada, hay 3,25 hombres por cada mujer.
Por edad, los mayores de 60 años presentan la mayor afectación. El 27,34% de los decesos se dieron en personas entre los 60 y los 79 años.