Es el cáncer más común y más mortal para los hombres en todo el mundo. Sin embargo, en Costa Rica su impacto es aún mayor.
En nuestro país, los tumores que se detectan en la próstata representan más del doble de los detectados en el promedio mundial: mientras que a nivel global se desarrollan 31,1 casos de cáncer por cada 100.000 hombres, en Costa Rica se dan 67,5.
Así se desprende del informe Globocan 2012 , un análisis del comportamiento del cáncer que, cada dos años, realiza la Agencia para la Investigación del Cáncer (IARC), de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No obstante, eso no quiere decir que en Costa Rica esta enfermedad sea más agresiva, pues razones geográficas y de desarrollo social también podrían explicar los números.
En los países desarrollados, el comportamiento es muy común y este cáncer se observa en 69,5 casos cada 100.000 hombres. En América Latina, la incidencia es aún más fuerte, y se ven 75 pacientes por 100.000 hombres.
“Es un tumor que tiende a ser muy frecuente en países de Europa y América, pero extremadamente escaso en otras zonas del mundo”, explicó el especialista en salud pública Armando Ortiz.
“Esto no quiere decir que en Costa Rica no se deba prestar atención a esto. Es el cáncer más mortal en el país y necesitamos hacer énfasis en su detección temprana para no lamentar una enfermedad más agresiva o una muerte”, añadió.
Según Globocan, desde 1995 el número de casos nuevos por año de este cáncer subió un 77% en el país y la mortalidad un 21%.
Datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) revelan que en 2010 (último año para el cual tiene datos) se registraron 1.038 casos de cáncer de próstata y 373 muertes por este mal.
“La principal razón de las muertes es la detección tardía, pero muchos hombres le huyen al examen (tacto rectal), y esto puede pasarle una factura muy cara a su salud”, comentó Gonzalo Azúa, especialista en cáncer de próstata de la Red Oncológica de la CCSS.
Prevención. Los especialistas advierten que el principal problema con este tumor es que las personas llegan a la consulta cuando ya el tumor está avanzado.
“La única forma de evitar que el cáncer se expanda sigue siendo la detección temprana”, aseveró el urólogo José Ardón.
Eso fue lo que salvó a Pierre Herbert, francés radicado en Costa Rica, de que el cáncer fuera más agresivo y lo matara.
“Llegué a Costa Rica en 1994 y todos los años me hacía las pruebas para detectar cáncer de próstata. En 2003 salió normal, pero en 2004, en lugar de ir en enero fui en marzo y ya la próstata estaba inflamada. En cuestión de 14 meses, el cáncer se disparó y estaba en fase 2 (segunda fase de evolución). Nunca tuve síntomas”, afirmó Herbert. “Estuve con radioterapia y puedo decir que estoy libre de cáncer”, agregó.
Azúa recordó que una detección temprana puede ser la diferencia en la forma en la que se da el tratamiento, así como en la calidad de vida del paciente.
“Una detección temprana hace que el cáncer pueda tratarse de forma curativa, con radioterapia o con cirugía. Esto mejora las posibilidades de supervivencia y da calidad de vida”, manifestó el especialista.
“Si la detección es tardía normalmente solo puede ofrecerse tratamiento paliativo. Esto no quiere decir que la persona se vaya a morir pronto, pero sí que no puede hacerse mucho por curar la enfermedad y las terapias se enfoquen en reducir el dolor, mejorar la alimentación y las emociones”, añadió.
Herbert aconseja a los hombres estar muy pendientes de su salud: “Tal vez no haya síntomas, pero la salud puede cambiar sin que los haya. Por eso, hay que revisarse constantemente para ver las cosas a tiempo”, concluyó.