El objetivo y la razón de ser del Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer de Centroamérica de la Universidad de Costa Rica (Cicicla-UCR), que abrió sus puertas este 3 de febrero, es convertirse en un sitio que albergue la investigación para entender mejor las causas y características del cáncer, desarrolle mejores técnicas de diagnóstico y cree una vertiente de acción social para el tratamiento. Y, además de eso, será un centro de formación para nuevos especialistas.
“Nuestro centro prioriza la investigación en el tamizaje del cáncer, el diagnóstico temprano y la oncología de precisión. Si el cáncer se diagnostica en una etapa avanzada, los tratamientos generalmente son menos efectivos, más costosos y producen más efectos secundarios. El diagnóstico temprano es la mejor alternativa”, explicó Steve Quirós Barrantes, director del Centro.
El cáncer es de los padecimientos que más necesitan de un centro integral como estos. El informe GloboCan, del Instituto Internacional de Investigación sobre el cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), indicó que en Costa Rica se contabilizaron 13.139 casos. De ellos, 6.028 personas fallecieron.
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Investigación
La vertiente de la investigación es de las principales. Los científicos aspiran aportar nuevos recursos científicos que faciliten la comprensión y la predicción del riesgo de desarrollo de esa enfermedad, así como su diagnóstico y manejo temprano con alternativas quirúrgicas y terapéuticas nuevas, menos invasivas y más tolerables por los pacientes.
Las personas que deseen participar de estos estudios serán reclutadas y atendidas según estándares de rigurosidad ética y científica, en apego a las leyes y a las normativas de investigación clínica nacional e internacional vigentes, indicó la Universidad.
Un ejemplo de ello es un convenio colaborativo con el Centro de Detección Temprana de Cáncer (CDTC) del Hospital Maximiliano Peralta Jiménez, de Cartago. El propósito es aumentar la prevención y la detección temprana de cáncer gástrico, a través del tamizaje especializado de esta patología.
“Ya estamos trabajando en la formulación de proyectos para la determinación de fragmentos de ADN tumoral que circulan en la sangre. Con una técnica poco invasiva, el paciente podría recibir el mejor tratamiento para su caso particular, monitorear la respuesta a ese tratamiento, valorar su progresión y determinar la recurrencia de la enfermedad”, mencionó Quirós.
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Detección
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Para tener una mejor detección, esta no solo debe hacerse lo más temprano posible, sino también ser lo más precisa y específica. Por ello, el Centro se enfoca en oncología de precisión.
La oncología de precisión toma en cuenta al menos tres factores: la genética de la persona y del tumor, el entorno o ambiente, y el estilo de vida y nivel general de salud del paciente.
Quirós comentó que, para la genética de la persona, se harán pruebas en quienes se sospeche de un síndrome hereditario de cáncer y se buscarán mutaciones o variantes genéticas relacionadas con el desarrollo de tumores malignos.
Además, se harán pruebas de farmacogenética. Estas buscan identificar variantes en los genes de las personas que, asociados con cómo el cuerpo procesa los medicamentos, permiten predecir la respuesta a estos en términos de potencial eficacia (que le sirvan al paciente) y toxicidad (efectos secundarios).
También, a los tumores se les pueden buscar marcadores genéticos o mutaciones. Esto permitirá determinar mejor la clasificación y el avance de la enfermedad y, con ello, elegir con mayor acierto el tratamiento adecuado.
Otra de las pruebas que se hace es para identificar de forma temprana,el desarrollo del cáncer de cérvix.
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Atención a pacientes
Un componente de acción hacia la comunidad es la atención de pacientes. Pero esto no quiere decir que cualquier persona interesada pueda tocar las puertas del Centro. Se requieren características específicas para recibir estos beneficios.
El primer requisito, por así decirlo, es la localización del tumor. Este centro trabaja solamente con los tipos de cáncer que más afectan a la población costarricense, a saber, próstata, testículo, cérvix, ovario, mama, orofaringe, tiroides, esófago, estómago, colon, recto, hígado, vía biliar y páncreas.
Después, hay tres modalidades de ingreso. El primer modelo de atención es mediante las organizaciones de la sociedad civil, como fundaciones, que desarrollen iniciativas para la atención de poblaciones que tienen el riesgo de padecer cáncer y decidan generar una alianza con la UCR.
El segundo modelo es un convenio con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que aún se está trabajando.
El tercero es mediante proyectos específicos de investigación clínica, como los descritos en el punto anterior.
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Capacitación
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La formación profesional también es uno de los objetivos que persigue el nuevo centro. Este lugar cuenta con un programa de educación médica continua y de capacitación en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas para el personal médico especialista.
Este proyecto en sí mismo no es nuevo. La UCR lo gesta desde el 2002. Primero, en el antiguo Laboratorio de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva (Leicimi-UCR), y luego, en el DCLab-UCR.
Hasta hoy, hay más de 565 médicos formados en un tipo de cirugía que genera menos dolor en las y los pacientes después de un procedimiento quirúrgico, pues la incisión es de casi tres centímetros, una apertura más pequeña que la de una cirugía abierta convencional, que suele ser de ocho centímetros, según la operación.
Este tipo de procedimientos tiene la ventaja de promover una recuperación más rápida, provoca menores complicaciones posoperatorias, disminuye el riesgo de infección, mejora el resultado estético y minimiza el uso de analgésicos, entre otros.
Con el Cicica-UCR, las oportunidades de formación podrán incrementarse, ya que hay mayor equipo tecnológico en un ambiente de simulación clínica que facilitará la adquisición de destrezas para el diagnóstico temprano y el abordaje terapéutico.
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