Las personas que en su adolescencia –e incluso antes– hacen una dieta con el fin de bajar de peso, podrían tener el resultado contrario en su vida adulta.
Un estudio de la Asociación para la Conducta Ingestiva de Seattle, EE. UU., determinó que las personas que hacen dieta a edades tempranas tienen más riesgo de sufrir sobrepeso, obesidad o trastornos alimentarios (como anorexia y bulimia) en su vida adulta.
“Mientras más joven era una mujer cuando comenzó a hacer dieta, más propensa era a utilizar, años después, conductas extremas para controlar el peso, como vomitar o el mal uso de laxantes”, aseguró en un comunicado de prensa la coordinadora del estudio, Lauren Holland.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores preguntaron a 2.100 estudiantes universitarias con un promedio de 20 años, sobre sus conductas de dieta.
A todas se les cuestionó si hacían dieta, con qué frecuencia, cuándo habían comenzado y qué estrategias usaban (plan bajo en grasa o bajo en calorías).
Estas mismas preguntas se hicieron a las mismas participantes en 1982, 1992, 2002 y 2012.
Los especialistas tomaron en cuenta el peso al inicio del estudio, y si usaban estrategias extremas de control. También incluyeron el consumo de alcohol.
Al final se determinó que entre más temprano se comenzaba una dieta, mayores eran los trastornos después. Sin embargo, esto tampoco puede generalizarse.
En Costa Rica. La dieta no es algo ajeno a los adolescentes ticos.
Según el estudio efectuado en el 2013 por la Clínica del Adolescente del Hospital de Niños, el 29,67% de los estudiantes consultados ha hecho algún tipo de dieta en su vida.
“Son personas que nos preocupan porque con la experiencia hemos visto que quienes pasan muy pendientes de dietas y de su apariencia tienen un mayor riesgo de caer en desórdenes alimentarios como la anorexia y la bulimia”, aseveró, al presentar el estudio, Alberto Morales, director de la Clínica del Adolescente.