Durante más de 10 años, Shirley Camacho dejó sus estudios de Enseñanza del Inglés para trabajar y mantener a su familia.
Hoy, el esfuerzo de esta mujer de 32 años se compensa, pues es el mejor promedio de todos los estudiantes de grado de la Universidad Nacional (UNA), con 9,88.
“Es ver que todos los esfuerzos han valido la pena. Es muy sacrificado, pero no me arrepiento”, dijo.
Junto con ella, otros nueve estudiantes modelo fueron galardonados ayer por esta casa de estudios.
Uno de ellos es Carlos Elizondo, mejor promedio de admisión, quien ingresó a la Universidad con nota 100 y sorprendió a muchos con su decisión de estudiar danza.
“Mucha gente me preguntaba por qué; yo solo les decía ‘esta es mi vida’”, manifestó el joven.
El mejor promedio de posgrado también fue reconocido. Viviana Gómez, estudiante de la Maestría en Educación con Énfasis en Docencia Universitaria, con un 10.
“Le doy gracias a la Universidad porque da acceso al estudio a muchas personas, por medio de diferentes tipos de beca”, aseguró.
Ejemplos. Además de estos tres mejores promedios, la UNA rindió homenaje a siete muchachos de diferentes áreas de la Universidad cuyas historias de lucha y servicio son ejemplo para muchos.
Dos de ellos son jóvenes indígenas que no solo dejaron atrás su pueblo, sino que buscan mejorar las condiciones de los estudiantes indígenas.
Una de ellas es Eladia López, estudiante de Enseñanza del Inglés. López es de la comunidad bribri y su sueño es volver para capacitar a sus coterráneos en este idioma, pues se hace difícil el aprendizaje de esta lengua en su zona.
“Es una forma de decir a los indígenas de mi comunidad que se puede luchar por los sueños, sin importar las adversidades”, dijo la joven.
Ernesto González, indígena boruca, tiene el mismo sueño. Este estudiante de Planificación y Promoción Social creó la Federación Indígena Estudiantil, que reúne a indígenas universitarios.
“Somos pocos indígenas los que accedemos a la educación superior. Mi meta es ayudarles a mejorar la calidad de vida”.
María José Carballo, alumna de Gestión del Desarrollo Sostenible con Equidad de Género, también fue reconocida. Sus padres son no oyentes, por lo que desde niña aprendió a ir un paso más allá para alcanzar sus metas.
“Vi lo que es la discriminación solo por el hecho de ser diferentes y lucho contra eso”, comentó.
Por su parte, Esteban Hidalgo, estudiante de Arte y Comunicación Visual, fue reconocido por sus trabajos en la Feria Internacional del Libro.
“Es un apoyo para seguir esforzándome”, señaló Hidalgo.
La Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar premió a Henry Rivera, estudiante de Ciencias Geográficas, quien ha hecho grandes esfuerzos para salir adelante, pues a su padre se le diagnosticó un tumor pulmonar y él debe ayudar a mantener a su familia.
“Es un gran halago. En la Universidad encontré un mundo totalmente nuevo y fue muy difícil, pero lo he logrado”, expresó.
María Alejandra Murillo estudiante de Educación Física, también fue galardonada. Ella afrontó dificultades para estudiar tras un accidente automovilístico que afectó su movilidad.
“Se me fracturó la cadera. Dios pone pruebas pero también da las fuerzas y las personas que le ayudan a surgir a uno”.
Finalmente, se premió a Harold Duarte, estudiante de Arte y Comunicación Visual, quien se vinculó con el Programa UNAventura Voluntariado.
“El voluntariado motiva el desarrollo y liderazgo de estudiantes y comunidades”, afirmó.