El presidente del BID elogió el martes a Uruguay por su gestión de la covid-19, destacándolo frente a su vecino Brasil, el país más afectado en Latinoamérica, o frente a Chile y Perú, donde el contagio se disparó a pesar de “buenas decisiones” iniciales.
Luis Alberto Moreno, que este mes culmina 15 años al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que todos los países del mundo enfrentan el "muy difícil equilibrio entre vidas y medios de subsistencia", pero algunos lograron controlar la propagación del virus.
“En nuestro hemisferio, Uruguay lo ha manejado tremendamente bien”, afirmó durante una videoconferencia organizada por la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas (ASCOA).
"¿Qué hizo Uruguay diferente?", se preguntó. Para empezar, dijo, no sólo desarrolló su propia prueba diagnóstica, sino que hizo seguimiento de los casos con "mucho rastreo de contactos".
"En segundo lugar", cuando la pandemia golpeó a la región, Uruguay estaba desde hacía años "masivamente conectado", agregó.
Moreno enfatizó la importancia de la entrega de computadoras portátiles a niños y adolescentes implementada durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), que ahora permitió que siguieran sus estudios durante los meses en que los centros de enseñanza permanecieron cerrados para evitar contagios.
"Se puede tener a (Mario) Benedetti y a los grandes autores uruguayos y la historia y todo lo demás al alcance de la mano", dijo sobre el llamado Plan Ceibal, y recordó que se desarrolló con apoyo del BID.
También dijo que Uruguay, un país de 3,4 millones de habitantes que mantiene sus fronteras cerradas, fue "muy disciplinado" en el cierre y apertura gradual del trabajo.
"Es un buen ejemplo", aseguró.
En contraposición, Brasil, el segundo país del mundo después de Estados Unidos por número de víctimas mortales y el tercero después de Estados Unidos e India por infectados, "podría ser el que con el tiempo se acerque más a la inmunidad colectiva que otros países".
Moreno también se refirió a Perú y Chile.
"Perú hizo muchas cosas bien, gastó mucho dinero en llegar a los más pobres, preservando los empleos, pero fue la informalidad peruana la que hizo que la gente saliera a las calles muy temprano y el contagio simplemente repuntó", dijo, destacando el alto número de muertes por cantidad de habitantes.
Perú registra la tasa de mortalidad más alta del mundo, con 91 decesos cada 100.000 habitantes.
"Chile desde el principio tomó muchas buenas decisiones y, sin embargo, el virus se propagó significativamente, probablemente porque abrieron demasiado pronto y tuvieron que cerrar de nuevo", afirmó.
Moreno también dijo que Costa Rica, "otro país pequeño", también tomó "muchas decisiones muy buenas".
Pero insistió en que “no hay una fórmula mágica” y que la clave es la “disciplina” a todos los niveles: el federal, estatal y local.