En las últimas semanas, personas en Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa han tenido acceso a vacunas actualizadas contra la covid-19. Se les conoce como vacunas bivalentes o híbridas, pues están diseñadas a partir de la información de la variante original (la que se utiliza desde un inicio para estos fármacos) y además contienen las subvariantes de ómicron de mayor circulación en este momento.
Estas vacunas son producidas por dos casas farmacéuticas: Pfizer (que trabaja con la compañía BioNTech) y Moderna. Pfizer tiene dos versiones de esta vacuna, la que incluye la subvariante BA.2 y se usa en Europa y Canadá, y la que tiene las subvariantes BA.4 y BA-5, que se utiliza en Estados Unidos. Estas dos últimas subvariantes son las más comunes en Costa Rica, en la semana del 4 al 10 de setiembre, 81,4% de los casos analizados correspondió a BA.5, y el 18,6% a BA.4.
Estos biológicos son vistos como refuerzos, al menos por ahora. Una persona que no ha comenzado su esquema sí recibirá las primeras dos dosis de la formulación original, pero la tercera y cuarta serían con este nuevo producto.
¿Por qué se hizo esta vacuna? La Nación conversó con Graciela Morales, líder global en vacunas de Pfizer para mercados emergentes y ella indicó las razones que motivaron a esta actualización y si los países de América Latina, incluyendo Costa Rica, tendrán acceso a ella.
Ella es enfática en que la vacuna original sigue siendo sumamente eficaz para prevenir complicaciones, hospitalización y muerte, pero la circulación del virus no se ha logrado bajar a las tasas necesarias.
“Una vez que llegó ómicron, vimos que su capacidad de infección es muy rápida y es más difícil controlar la transmisión. Con esto también buscamos bajar la circulación y que los contagios sean menores y generar una protección a más largo plazo”, expresó Morales.
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¿Llegará a Costa Rica?
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En este momento, la prioridad para la vacunación con BA.4 y BA.5 sigue siendo Estados Unidos, donde el fármaco obtuvo su autorización de uso de emergencia el pasado 1.° de setiembre. Allí la campaña de inoculación comenzó a inicios de mes y todavía se encuentra en alta demanda para cubrir a personas que reciben ya sea una cuarta dosis (menores de 50 años que no son trabajadores de salud ni personas con males inmunitarios) o quinta (mayores de 50 años o con problemas inmunitarios).
Próximamente Pfizer podría ofrecerla a los países como una actualización de los refuerzos.
“La idea es que una vez que esta bivalente esté disponible, pueda recibirla la mayoría de la población sus dosis de refuerzo y con eso controlar la circulación del virus”, señaló.
No obstante, habrá un momento, no definido, en el que se envíen ambos tipos de dosis, para cubrir a quienes todavía no se han vacunado y quieran vacunarse y para los refuerzos. Los primeros tipos cada vez serán menos frecuentes, dado que en muchos países ya se vacunó una mayoría de la población. En Costa Rica, por ejemplo, hay 198.656 mayores de 12 años que no han recibido su primera dosis y 3.700 personas que ya tienen una dosis pero no se han colocado la segunda.
“Hay un período de transición en eso, mientras hay personas que todavía no se han vacunado del todo y otras ya van requiriendo su segundo refuerzo más bien. Hay países que obtienen las vacunas en diferentes momentos según sus necesidades”, precisó.
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¿Cómo funciona?
El método con el que funcionan estas vacunas no ha cambiado: la tecnología de ARN mensajero (ARN-m). El ARN-m es una sustancia que está en todas nuestras células con la misión de transferir información a una parte de la célula llamada citoplasma para que se generen proteínas. En otras palabras, es el material genético que nuestras células “leen” para elaborar proteínas.
Los científicos copiaron la información del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19. Ese pedacito genético, su ARNm, se puso en la vacuna y se codificaron “las instrucciones” para producir un antígeno (tipo de proteína) específico del virus (la proteína espiga, puerta de entrada del virus a nuestro cuerpo).
Una vez que la cadena de ARN-m está dentro de las células, estas usan la información genética para producir el antígeno. De esta forma, las defensas generan anticuerpos y células de defensa contra el virus.
Lo nuevo con los refuerzos presentados este miércoles es que son bivalentes o híbridos. Esto es así porque tienen dos componentes de ARN mensajero: el primero está relacionado con la variante original y el otro va directamente a atacar la subvariantes de ómicron.
Esta vacuna está diseñada para poblaciones mayores de 12 años, pero Pfizer ya prueba con poblaciones de 5 a 11 años y con menores de 5 años para también ofrecer esta opción a las poblaciones más jóvenes.
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