Fiorella Vindas, de cuatro años y vecina de Puriscal, fue la primera niña en su grupo de edad, de seis meses a menos de cinco años, en ser vacunada contra la covid-19 en Costa Rica. Ella recibió la dosis en el Área de Salud Mora-Palmichal.
“Recordemos que la vacuna contra covid-19 induce una protección contra las complicaciones de la enfermedad, por eso es importante que vengan por el esquema completo. Los necesitamos vacunados porque es nuestra población estrella”, dijo Alexei Carrillo, viceministro de Salud, en el acto inaugural, en el que se inocularon unos 20 niños.
“Quiero hacer una llamada a que todos los padres de familia se acerquen y le pongan la vacuna a sus hijos”, añadió.
Hasta este 3 de octubre, esta era la única población que no había podido ser vacunada en Costa Rica por falta del producto. Ahora, el biológico está disponible a partir de mediodía en los diferentes centros de salud, aunque a las zonas más alejadas llegará en el transcurso de la semana, según confirmó Carrillo.
“Es un grupo muy importante para nosotros, queremos asegurar una vida saludable para ellos y que sus padres estén seguros de enviarlos a las guarderías, después a la escuela y colegio”, señaló Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Así comenzó la implementación de las 300.000 dosis recibidas el pasado 27 de setiembre. Para el último trimestre se esperan 147.240 más, para sumar 450.000.
Una vez que consuma esa cantidad, informó, se encargarían otras 450.000 para completar las 900.000 necesarias para cubrir con tres dosis a 300.000 personas de este grupo de edad.
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La vacuna es gratuita y estará disponible en todos los centros de salud; posteriormente las campañas irán a guarderías y centros educativos, así como en lugares públicos. No es necesario que los padres o encargados de los menores estén asegurados. Se les pide a las familias llevar el librito azul de vacunación.
Diana Paniagua Hidalgo, de la subárea de Vigilancia Epidemiológica, explicó que a los menores de dos años, la inyección se les colocará en una pierna; a los niños mayores de esa edad, se les pondrá en los brazos.
La única contraindicación para no poner la vacuna es que el niño o niña tenga antecedente de reacción alérgica a alguno de los componentes del producto.
La CCSS habilitó 351 vacunatorios en todo el país para este rango etario. Los lugares y horarios de las campañas en los diferentes centros de salud pueden consultarse en la dirección https://www.ccss.sa.cr/web/coronavirus/vacunacion.php.
A través de un comunicado de prensa, la ministra de Salud, Joselyn Chacón Madrigal, recordó que los niños también tienen posibilidad de enfermar gravemente y sufrir consecuencias a corto y largo plazo en caso de infectarse con covid-19. “Esta vacuna permite protegerlos y previene que sean hospitalizados e incluso morir por esa enfermedad”, declaró.
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La vacuna
Este producto ya lo conocemos, su nombre comercial es Comirnaty, y se utiliza para adultos desde diciembre de 2020 y para niños de 5 a 11 años desde enero de 2021.
Al igual que sucede con los grupos de mayor edad, el biológico consta de tres dosis. La segunda se colocaría tres semanas después de la primera y la tercera ocho semanas después de la segunda.
La formulación que recibirá el más joven de los grupos poblacionales tiene la misma composición que las de los otros, pero en diferente cantidad. Los menores de este grupo etario recibirán tres microgramos del biológico en cada una de las inyecciones. Esto es menos de la tercera parte de lo que reciben los niños de 5 a 11 años (que obtienen 10 microgramos) y la décima parte de lo inyectado a adolescentes y adultos (a los que se les inoculan 30 microgramos).
“Se hizo un análisis de seguridad, tolerancia y respuesta inmunitaria y se vio que esa cantidad con ese número de inyecciones era la que mejor funcionaba para esa población”, afirmó Graciela Morales, líder de Asuntos Científicos y Médicos para Mercados Emergentes de la División de Vacunas de Pfizer.
El funcionamiento es el mismo: a través de la tecnología de ARN mensajero, se le inyecta a la persona una porción de la proteína espícula (spike o S, en inglés) y se le da instrucciones al sistema inmunitario para producir los anticuerpos necesarios para reconocer al virus y enfrentarlo en caso de encontrarse con él.
Este fármaco se hizo a partir de la variante original del virus.
“Los estudios que se hicieron mostraron que la vacuna protege contra la variante ómicron”, destacó Morales.
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