Desde junio de 2019, las niñas costarricenses de diez años se vacunan contra el virus del papiloma humano (VPH), en la seguridad social. Este virus es el causante de cáncer de cérvix y en vulva, ano, laringe y orofaringe. También es causante de cáncer de pene y verrugas genitales.
Sin embargo, todavía hay pasos que deben cumplirse para tener una mayor cobertura con este biológico. Uno de ellos, y el que representa un reto inmediato, es que al menos el 90% de las niñas sean inoculadas. Esto se complicó desde 2020, dado que las campañas de vacunación se dan en las escuelas y durante la pandemia las lecciones fueron a distancia.
Desde entonces, no se han alcanzado números cercanos a los ideales. Para el 2023, la cobertura de la primera dosis fue del 80% y de la segunda (que se aplica seis meses después de la primera), del 69%. En febrero pasado, el Ministerio de Salud señaló que le preocupaba la baja cobertura de este fármaco.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) trabaja en una estrategia junto con el Ministerio de Educación Pública (MEP) para llegar a más menores.
Alejandro Calderón Céspedes, coordinador de implementación del Programa de detección temprana de cáncer de cérvix de la CCSS, aclaró este martes que si alguna niña no recibió la dosis, puede asistir al centro de salud más cercano para recibirla.
Costa Rica utiliza la vacuna Gardasil 4, de la casa farmacéutica MSD, que protege contra los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH. Los tipos 16 y 18 son responsables de cerca del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero, del 75% al 80% de los tumores anales, del 70% de las lesiones precancerosas de vulva y vagina y del 75% de las lesiones precancerosas del ano. Por otra parte, los tipos 6 y 11 son responsables de aproximadamente el 90% de las verrugas genitales.
El juego del número de dosis
Hasta el momento, el Ministerio de Salud ha fijado, tanto para el sistema público como privado, dos dosis de vacunas en población menor de edad y tres en adultos. Sin embargo, en setiembre pasado se actualizó la recomendación del Grupo Técnico Asesor (TAG, por sus siglas en inglés) en Inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La nueva recomendación indica que una sola dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) será suficiente para proteger contra el cáncer de cérvix. No obstante, quienes tienen algún problema inmunitario, deberían recibir dos dosis con un intervalo de seis meses entre una y otra.
El consejo del esquema unidosis ya fue adoptado por 32 países del mundo, dentro de los que destacan Australia, Reino Unido, México y Perú.
En Costa Rica, la decisión de migrar al esquema unidosis corresponde a la Comisión de Vacunación y Epidemiología (CNVE), órgano adscrito al Ministerio de Salud que determina lo concerniente a cualquier campaña de inoculación.
En setiembre, con la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), La Nación consultó si se evalúa tener un esquema de una sola dosis. A través de la oficina de prensa, el Ministerio respondió que el asunto será discutido en las próximas sesiones de la CNVE.
“Cualquier decisión que se tome al respecto, será comunicada de manera oportuna”, indicó la entidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) da a los países la opción de colocar una o dos dosis, según el criterio de cada autoridad de salud.
Otras poblaciones
Si el país adoptara un esquema de una única dosis, con la misma cantidad de dosis sería posible vacunar a otros grupos poblacionales a través de la seguridad social. Estos grupos incluyen a mujeres de otras edades que no fueron cobijadas por las campañas anteriores porque tenían más de 10 años cuando el país empezó a aplicar el fármaco.
También podría pensarse en cubrir a los varones de 10 años, que también pueden verse afectados por cáncer de pene, ano, orofaringe y verrugas genitales. Además, al ser ellos portadores del virus, podría reducirse el riesgo de transmisión.
En este momento, ambas poblaciones pueden conseguir la vacuna a nivel privado.
Sin embargo, tanto Porras como Calderón recalcaron que la prioridad de la OMS son las niñas, ya que lo mejor es proteger contra el virus antes del inicio de la vida sexual.
Estudios en Costa Rica han sido clave
Investigaciones en suelo nacional han sido trascendentales para el entendimiento del virus y para saber cuántas dosis son necesarias para alcanzar protección.
Entre 2004 y 2006 se probó la vacuna contra el papiloma Cervarix. En dicho ensayo, se usó un esquema de tres dosis. Carolina Porras Gutiérrez, directora de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB) explicó que, por algunas razones, no todas las mujeres recibieron las tres dosis. Los resultados a cuatro años plazo, publicados en 2011, determinaron que la cantidad de anticuerpos era mayor cuantas más dosis se tenían. Sin embargo, no eran necesarios tantos anticuerpos, ya que una dosis protegía a las mujeres de infecciones y de lesiones precancerosas.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Journal of the National Cancer Institute (JNIC).
A las mujeres de dicho estudio se les ha seguido analizando. En 2018, el estudio a 10 años plazo confirmó la eficacia de esta única dosis. Dichos resultados fueron presentados en el XXXII Congreso Internacional de Papilomavirus, en Australia.
No obstante, el fin de dichas pesquisas no era revisar el impacto de una sola dosis, y por eso se realizaron nuevas pesquisas para comprobarlo. Primero comenzó a desarrollarse el proyecto ESCUDDO, que pretende establecer si una dosis de la vacuna es suficiente para adolescentes; en este participan 20.000 jóvenes costarricenses. Posteriormente comenzó el ensayo PRISMA, que determinará si una dosis basta para las mujeres entre 18 y 30 años.
Porras indicó que la OMS está a la espera de los resultados en Costa Rica para dar una recomendación definitiva de una sola dosis y no dejar a los países la opción de una o dos dosis, a criterio de cada gobierno.