El melanoma es el cáncer de piel más agresivo y letal. Si no se extirpa en sus estados iniciales, las células cancerosas pueden crecer hacia adentro e invadir tejidos sanos, lo cual pone en riesgo la vida.
Sin embargo, una nueva vacuna en estudio, en combinación con un tratamiento contra esta enfermedad, da esperanzas. La vacuna es de la empresa biotecnológica Moderna, conocida por su vacuna contra la covid-19; el tratamiento es de la casa farmacéutica MSD llamado Keytruda.
En este caso, se trata de una vacuna terapéutica y no preventiva, que se utiliza en quienes ya tienen la enfermedad. Además, es una vacuna personalizada, que utiliza la información de cada paciente. Esto podría ser clave en un padecimiento como el melanoma, que tiene varias mutaciones que varían en cada individuo.
Esta semana, a través de comunicados de prensa, ambas empresas dieron a conocer los resultados de su ensayo clínico en la fase 2B (cuando se prueba la eficacia del fármaco) y afirmaron que el riesgo de mortalidad o de recurrencia se reduce en un 44% en comparación con cuando se utiliza solamente Keytruda.
Es necesario indicar que los resultados todavía no han sido revisados por pares ni publicados en una revista científica. La revisión por pares es una parte vital del método científico, en la cual un estudio es sometido a un grupo de expertos en la materia para que garanticen su veracidad, confiabilidad, integridad y consistencia. Por ello, esto es aún preliminar, no obstante sí da esperanzas.
Se tiene planeado iniciar un estudio de fase 3 en pacientes con melanoma, en 2023. Será este ensayo el que permita validar o no la eficacia de la terapia. Si esto se consolidara, sería una esperanza para miles de personas. Por ejemplo, en el caso de Costa Rica, en 2020 se presentaron 147 nuevos casos de melanoma.
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¿Cómo es este producto?
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La vacuna, que en este momento tiene el nombre científico de mRNA-4157/V940, utiliza la misma tecnología de la vacuna contra la covid-19: el ARN mensajero, o ARN-m, para su elaboración, la genética tuvo un rol clave.
Para crear esta vacuna, los investigadores tomaron muestras de tejido del tumor del paciente y también de tejido sano. Analizaron las muestras para decodificar su secuencia genética y aislar las mutaciones que estaban asociadas directamente al cáncer y las proteínas que generaban. Con esos datos se creó la formulación.
Paul Burton, jefe científico de Medicina de Moderna, explicó que esta formulación se le inyecta a las células de los pacientes, y como si estas fueran una planta de manufactura, producen copias de las mutaciones, para que el sistema inmunitario pueda reconocerlas y destruirlas. La respuesta inmunitaria del cuerpo generaría células de defensa con respuestas específicas basadas en la “firma tumoral” que la enfermedad pone en cada paciente.
Sin embargo, al ser un procedimiento personalizado, cada vacuna debe ser elaborada para cada paciente. Burton indicó que el tiempo de manufactura tarda cerca de ocho semanas, un plazo que la empresa espera reducir a la mitad.
¿Cómo se combina con Keytruda? De acuerdo con el comunicado, el medicamento de MSD es una inmunoterapia, es decir un fármaco que trabaja aumentando la habilidad del sistema de defensas para detectar y luchar contra las células de los tumores. Según lo visto en las primeras fases del ensayo clínico, combinar Keytruda y la vacuna puede, potencialmente, dar un beneficio aditivo y potenciar la destrucción de células tumorales al dar más armas a las células inmunitarias.
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El estudio
Esta fase del ensayo clínico tomó en cuenta a 157 pacientes con melanoma en estadios III o IV y cuyos tumores habían sido removidos. Posteriormente, se les dividió en dos: a un grupo se le dio solo Keytruda y al otro, un combo de Keytruda y la vacuna.
Se les dio seguimiento durante un año para evaluar el riesgo de recurrencia o muerte. Al cabo de ese lapso, el “combo” había resultado tener una eficacia 44% mayor que el medicamento por sí solo.
En cuanto a efectos adversos, un 14,4 % tuvieron síntomas serios vinculados a la terapia con los dos tratamientos combinados, frente a un 10% de quienes solo recibieron Keytruda.
La tecnología de ARN-m se está utilizando para probar vacunas en otros tipos de cáncer con alta gama de mutaciones, como pulmón o mama.
Mientras tanto, esta terapia contra el melanoma deberá esperar un estudio a gran escala en 2023 y ver si los resultados se sostienen. Los resultados hasta hoy dan esperanza, pero tomará tiempo saber si se concreta.
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