La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), causante del cáncer de cérvix, podría proteger contra este mal con una o dos dosis, en lugar de las tres recomendadas.
Estas son las conclusiones del más reciente análisis del Proyecto Epidemiológico Guanacaste, que desde 1997 busca determinar las causas y características del cáncer de cuello uterino. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista
La investigación también sirvió como ensayo clínico para probar la vacuna Cervarix, de la farmacéutica GlaxoSmithKline. Esta inoculación protege contra las cepas 16 y 18 del VPH, causantes de más del 70% de los tumores de cuello de útero.
“Quisimos ver qué sucedía con mujeres que no terminaban sus dosis por alguna razón, principalmente porque quedaban embarazadas. Vimos que, incluso luego de cuatro años después de la vacunación, la eficacia es casi igual para quienes recibieron tres dosis o menos”, explicó Ana Cecilia Rodríguez, coordinadora del estudio.
“Fue un aspecto que no se había buscado anteriormente y nos sorprendimos al ver los resultados. Sabíamos que iban a tener protección con una o dos dosis, pero no sospechamos que tanta”, añadió.
Sin embargo, la investigadora aclaró a
“El estudio también tiene sus limitaciones y debe ser
De las participantes, 5.967 recibieron las tres dosis, 802 recibieron dos dosis y 384 recibieron una.
A todas estas mujeres se les dio seguimiento anual durante cuatro años para determinar la eficacia y seguridad de la vacuna.
Luego de este tiempo, los científicos vieron que quienes habían recibido tres dosis tenían un 80,9% de eficacia, las que recibieron dos tuvieron un 84,1% y las que recibieron una dosis, un 100%.
“Ahora, esto no quiere decir que a menos dosis más eficacia. En los grupos con menos dosis había menos mujeres y, por ende, había menos posibilidad de que la eficacia bajara. Todos estos datos están dentro del margen de error, por lo que vimos que son similares”, manifestó Rodríguez.
“Ya una primera dosis te va a dar cinco años de protección, pero la segunda y la tercera dosis son de ‘recarga’. Estas dosis son necesarias porque hacen que el organismo genere más anticuerpos y pueda mantenerse la eficacia por más tiempo. Con tres dosis ya hay eficacia comprobada por 15 años; con menos dosis, hacen falta más estudios”, dijo Medina.
Para Rodríguez, esta investigación da al menos ideas de posibles políticas más económicas.
“Si esto llegara a comprobarse, sería más barato para los Gobiernos poner dos dosis. Además, por cuestiones de logística, a veces es muy complicado tener que hacer a una persona presentarse tres veces por una vacuna”, expresó.