La meta de inmunizar a 500.000 personas mayores de 18 años con primeras dosis durante 10 días ha encontraba un tropiezo por el temor de algunos asistentes a los vacunatorios al producto de la marca AstraZeneca, que es la que se aplica en este momento. Sin embargo, se trata de temores infundados y sin ninguna base científica que médicos especializados corren a desmentir.
Es el caso de la inmunóloga Olga Arguedas, quien insistió en que la vacuna ha mostrado un excelente rendimiento, con más del 90% de protección contra enfermedad moderada, grave, hospitalización y muerte, que es lo que interesa ante la covid-19. “También tiene un excelente desempeño frenando la variante delta”, explicó.
Como dice Arguedas, quien también es pediatra y directora del Hospital Nacional de Niños, ninguna vacuna, bajo ningún concepto, puede ser más temible que la propia enfermedad, que ya ha causado miles de muertes en Costa Rica. Solo este jueves se reportaron 40 decesos.
Ese misma reflexión es la que promueve la Dirección de la Región Huetar Norte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), mediante caricaturas compartidas en redes sociales, en las que expresan que, por pedir una marca específica, los habitantes pierden la oportunidad de protegerse de la enfermedad que puede ser mortal.
Este fármaco se aplica solo para mayores de 18 años, porque internacionalmente no está autorizado para menores.
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Efectos secundarios son leves
También Esteban Coto, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe, defendió la seguridad y eficacia de la vacuna, al tiempo que admite que, como cualquier medicamento, puede tener efectos secundarios.
En este caso, dijo Coto a La Nación, los efectos pueden ser mayores y más frecuentes en la primera dosis que en la segunda. Sin embargo, la mayoría son efectos leves.
El 60% de los inoculados reporta dolor en el sitio de la inyección, el 50%, dolor de cabeza y fatiga y un 40% percibe dolores musculares y malestar general. Un 30% tiene sensación de fiebre y escalofríos y un 20% dijo tener náuseas o malestar estomacal.
En casos muy raros se han observado la aparición de trombos o coágulos, que internacionalmente, se han dado en cuatro de cada millón de vacunados. En cambio, entre los enfermos de covid-19, el 2% han sufrido trombos, es decir, es mucho más posible que el problema se presente por la enfermedad. Además, entre quienes toman pastillas anticonceptivas se ven en una de cada 2.000 personas.
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¿Cómo funciona esta vacuna?
De acuerdo con información suministrada por AstraZeneca, esta vacuna experimental funciona con un método llamado vector viral no replicante. Para comprenderlo, hay que analizar la descripción en dos partes, primero “vector viral” y luego “no replicante”.
Un vector viral es un virus común que se utiliza como “vehículo” para montar la vacuna. Este virus se modifica genéticamente para que produzca proteínas del virus, en este caso, del SARS-CoV-2, causante de la covid-19.
En esta vacuna, el vector viral es de un adenovirus (virus que comúnmente está relacionado con resfríos o catarros) que infecta a los chimpancés y no a los seres humanos. Este vector se modificó para que produzca la proteína S o Spike del SARS-CoV-2. Esta proteína, también conocida como “espiga” o “pico”, es la que le da la forma de corona y es empleada como puerta de entrada a las células humanas.
Después de la vacunación se genera esta proteína. De esta forma se “entrena” al sistema inmunitario para atacar al SARS-CoV-2 si en algún momento entrara en contacto con él y así se evita la infección.
Ahora, veamos la segunda parte: “no replicante”. Lo más común en un virus una vez que ingresa en el cuerpo humano es replicarse o crear copias de sí mismo. Este se modificó para evitar esto: al ser “no replicante” los vectores virales no son capaces de multiplicarse o crear copias de sí mismos.
Esta plataforma de virus genéticamente modificado no está presente en muchas vacunas que ya se utilizan, pero, por ejemplo, se probó en una contra el ébola.
Dentro de sus ventajas está el que, al trabajar con un vector viral y no con ARN mensajero (como la de Pfizer y BioNTech), no requiere mantenerse a niveles altos de congelación y bajas temperaturas. En este caso, solo es necesario estar entre 2° C y 8° C, mismas temperaturas a las que son almacenadas las vacunas utilizadas actualmente en Costa Rica.
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Vacuna usa un virus para ingresar al cuerpo
Esta técnica se llama vector viral no replicante y utiliza un virus que no puede afectar al ser humano como "vehículo" para entrar en nuestro cuerpo.
FUENTE: OMS, AstraZeneca, Instituto Gamaleya || J.C. INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
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