Ya estamos acostumbrados a vacunarnos todos los años contra la influenza, ¿pasará lo mismo con la covid-19? Esta es una de las propuestas que baraja la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aunque todavía no ha tomado decisiones definitivas y hay opiniones encontradas.
El Comité de Asesoría en Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (VRBPAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia se reunió este 26 de enero y aprobó, de forma unánime, que solo se utilizara un tipo de vacuna, tanto para el esquema inicial como para los refuerzos.
En este momento, las dosis iniciales son la vacuna “original” contra la variante de Wuhan y, a partir de la tercera dosis, se refuerza con bivalente (un biológico que combina la variante de Wuhan y dos subvariantes de la variante ómicron: BA.4 Y BA.5).
De forma unánime, 21 votos a 0, el panel acordó que, no importa si la persona está recibiendo su primera dosis o la cuarta, todas las vacunas tendrán la misma composición. Esto quiere decir que, si la FDA aprueba la recomendación del panel, se dejaría de usar la vacuna original y se mantendría la bivalente.
Dicha vacuna sería actualizada cuando se vea que decae la protección porque hay nuevas variantes circulando.
Estados Unidos utiliza la vacuna bivalente desde setiembre pasado; a Costa Rica todavía no ha llegado, pese a que la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) autorizó su uso en mayores de 12 años en noviembre pasado. En entrevista con La Nación, Rodrigo Marín, director de Vigilancia de Salud del Ministerio de Salud, afirmó que estas dosis llegarían a más tardar el 15 de febrero.
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¿Refuerzos anuales?
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¿Un refuerzo anual?
La FDA también pidió al VRBPAC discutir la posibilidad de dar un refuerzo anual de esta vacuna como se hace con la de la influenza o gripe, una idea que ya circula entre varios miembros y que fue dada a conocer en un documento oficial este 23 de enero. Sin embargo, no les pidió emitir voto.
La idea sería que este refuerzo sea recibo en el otoño, para que el sistema inmunitario esté preparado para el invierno, fecha en las que el país norteamericano tiene mayor incidencia de virus respiratorios. Los asesores serían llamados en junio para ver las variantes que deban incluirse en el biológico.
De acuerdo con esta propuesta, la mayoría de las personas solo requerirían una inyección al año y no tendrían que estar contando números de dosis ni meses, pero posiblemente quienes tienen problemas inmunitarios y los adultos mayores deban recibir dos. Los niños pequeños que no hayan sido inoculados anteriormente también recibirían dos dosis una primera vez, pero no así los años siguientes.
Con respecto a este tema, hay buen ambiente entre varios miembros del panel, porque la consideran una estrategia voluntaria más fácil de seguir, sin tener que estar contando meses desde la última dosis y sin necesidad (en la mayoría de los casos) de más de una dosis al año.
“En términos generales, el comité apoya ir adelante con esto”, manifestó Stanley Perlman, coordinador del equipo e investigador de coronavirus en la Universidad de Iowa, en EE. UU.
Sin embargo, también hay otras opiniones. Algunas abogan por espaciar más las dosis, otras más bien consideran que, dependiendo de la evolución del virus, el intervalo deba ser más corto.
Otros panelistas tienen la esperanza de una mejor vacuna en un futuro y cuya protección pueda rendir más tiempo. Otros indicaron que todavía hay muchas preguntas importantes y no hay datos suficientes en este momento para tomar la decisión. Indicaron que esta enfermedad no es la influenza y que no necesariamente actuará igual.
“Siento que es bastante razonable hablar de una dosis más para el próximo otoño. Es difícil decir, en este punto, si serán anuales”, expresó el panelista Eric Rubin, quien también es editor de la revista médica y científica New England Journal of Medicine.
Peter Marks, director de vacunas de la FDA, indicó que muy probablemente sean necesarias más de una reunión al año para tomar decisiones relacionadas con la vacunación.
En otros países como, por ejemplo, el Reino Unido, el “refuerzo de invierno” ofrecido en este momento es solo para poblaciones específicas, como mayores de 50 años, trabajadores de salud, embarazadas, personas con problemas inmunitarios y quienes viven con ellos.
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¿Quiénes dieron estas recomendaciones?
El Comité de Asesoría en Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (VRBPAC, por sus siglas en inglés) tienen la función de revisar y evaluar los datos de seguridad, efectividad y uso apropiado de las vacunas y otros productos biológicos que tienen como intención usarse en prevención, tratamiento o diagnóstico de enfermedades humanas.
Los 21 miembros son expertos en Inmunología, Biología Molecular, Virología, Bacteriología, Epidemiología o Bioestadística, políticas de vacunación, ciencia de la seguridad de las vacunas, desarrollo de vacunas, alergias, medicina preventiva, Infectología, Pediatría, Microbiología y Bioquímica. Un miembro representa los intereses de la población. Otro miembro, que no tiene voto, representa el punto de vista de la industria farmacéutica.
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Con base en sus criterios, la FDA analiza si da aval a determinados productos y si pone nuevas directrices para futuros fármacos o dispositivos médicos. Son un grupo asesor y la FDA no está obligada a tomar en cuenta sus recomendaciones, pero usualmente lo hacen.
Las resoluciones de la FDA no son vinculantes para Costa Rica. Sin embargo, esta es una de las agencias regulatorias estrictas que nuestro país toma en cuenta para tomar decisiones.