La presencia en Costa Rica de la variante delta del virus de la covid-19 explicaría por qué el descenso del pico pandémico ha sido tan lento.
El ingreso al país de esta mutación –identificada por primera vez en India y temida por su mayor transmisibilidad–, fue confirmada este martes por el ministro de Salud, Daniel Salas, quien estimó que la delta tiene al menos un mes de circular en el país.
Así se desprende de los 16 casos detectados entre personas a las que se les diagnosticó covid-19 entre el 13 de junio y el 10 de julio.
“La desaceleración tan lenta de esta ola pandémica puede ser por la variante delta. Esa es la que provoca que no tengamos esa desaceleración que esperábamos con más velocidad.
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“Puede estar relacionada con que tengamos más fallecidos o que la cantidad de casos no baje como esperamos”, expresó Salas.
Delta, también conocida como B.1.6172, está en más de 100 países, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De los 16 infectados con esta variante, 11 son mujeres, con edades entre los 16 y 64 años. Los otros cinco son hombres, de entre 21 y 34 años.
De los 16, tres estaban vacunados: dos con Pfizer y uno con Johnson y Johnson.
Los vacunados con Pfizer ya habían superado los 14 días posterior a la inmunización. La persona vacunada con Johnson y Johnson contabilizaba 10 días posteriores a su inmunización.
El grupo lo componen 12 costarricenses y cuatro extranjeros, de los cuales, siete ya están recuperados y los nueve restantes en proceso de recuperación.
No obstante, Salas fue claro en que no son los únicos con delta.
“Esto no significa que esta es la cantidad de personas que tienen la variante delta en el país. La vigilancia que se hace de una cantidad muy disminuida de todos los casos, nos indica que la variante ya está y está presente en casi todas las provincias”, advirtió.
De hecho, la única provincia que oficialmente no reporta ningún caso es Guanacaste, sin que eso signifique que no esté ahí también.
Según el reporte epidemiológico, en las últimas semanas el número de infectados ha ido hacia la baja, pero no más allá del 9% semanal.
Entretanto, la tasa de contagio, aunque permanece por debajo de 1 (lo que indica que las infecciones cada vez son menos), sí se ha mantenido en más de 0,9 en las últimas semanas y no ha bajado más.
Ese freno al descenso tendría relación con el movimiento de delta, coincidieron la infectóloga y pediatra María Luisa Ávila; el epidemiólogo Ronald Evans, el demógrafo y salubrista público Luis Rosero y el microbiólogo y bioinformático José Arturo Molina, consultados por La Nación.
“Estoy de acuerdo con el concepto de Salas: a esta variante se debe que el país esté en esa meseta, bajando muy poco a poco y manteniéndonos en vilo, porque no llega ese descenso que todo mundo esperaba. Los últimos datos dicen que se paralizó ese descenso”, confirmó Evans.
Para Rosero, muy probablemente el impacto de delta hasta el momento ha sido mínimo y lleva relativamente poco tiempo en mayor circulación, pero esto puede cambiar.
El salubrista advierte que la información de Salud tiene vacíos, pues no permite saber cuán común se haya hecho la infección con esta variante.
“Si esta es de menos del 20% su impacto sería muy marginal, pero nos indicaría que vienen días más complicados conforme la variante se disemine”, aseveró.
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Más hábil para transmitirse
De acuerdo con el microbiólogo y bioinformático José Arturo Molina, las mutaciones han hecho a esta variante más fuerte para contagiar.
Por esa razón, explicó, no solo provocaría un descenso más lento, sino incluso podría llevar a un nuevo pico, posibilidad que también considera el epidemiólogo Rónald Evans.
“Es de esperar que, de aquí en adelante, comience a subir la pandemia. Esperamos, y creo en eso, que la vacunación va a impedir un poco la transmisión del virus”, subrayó Evans.
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Aunque esta variante no es más letal, al transmitirse más y generar más casos, también aumentaría la cantidad de fallecimientos, declaró Ávila.
Evans coincide: “si hay más casos, habrá más hospitalizados y muertos, lamentablemente. No hemos podido descender la carga en los hospitales porque la enfermedad no ha bajado como hubiésemos deseado”.
El virus original de Wuhan tiene una tasa de contagio de 2,6 a 2,8. La de delta sería de entre 5 y 8, según reportes del Imperial College, de Londres.
“Lo bueno es que los mismos ingleses han visto que las vacunas que usamos aquí tienen capacidad de neutralizar los virus, no solo por los anticuerpos que producen, sino por la respuesta celular que realmente es muy robusta”, subrayó Ávila.
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Los 16 casos
Los 16 casos detectados no tienen un mismo origen. Se trata, en realidad, de siete “introducciones diferentes”. Es decir, siete casos iniciales habrían dado origen a los nueve restantes, explicó Francisco Duarte, director del Laboratorio de Genómica del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), y coordinador de los análisis.
Molina, por su parte, explicó que este virus muta mucho y cada variante va cambiando.
“No es lo mismo la que se ve en Europa de la que se ve en unas partes o en otras de Estados Unidos o en otros países. Entonces, vemos que hay al menos siete ‘cambios’ en estas personas con delta. Sigue siendo delta, pero con cambios que indican que no todas fueron contagiadas por la misma persona”, explicó.
Ninguno de los 16 infectados registran hospitalizaciones ni decesos.
Los síntomas que más han presentado coinciden con los de otras variantes: fiebre (22,9%), tos (20,83%) y cefalea (dolor de cabeza, 16,67%).
Otros síntomas detectados son dolor de garganta (10,42%), dolor muscular (8,33%), y dolor de articulaciones (6,25%).
Tres de las personas con esta variante indicaron que habían salido del país: a Nicaragua, México y Estados Unidos. También hay un turista de origen alemán.
Cantón por cantón
Duarte indicó que esta variante se detectó casi en todo el país.
En la provincia de Alajuela, cinco casos:
- 2 en el cantón de San Carlos
- 1 en Alajuela centro
- 1 en Guatuso
- 1 en San Ramón.
- En la provincia de San José, cinco casos:
- 3 en el cantón de San José
- 1 en Desamparados
- 1 en Pérez Zeledón
-En Puntarenas, dos casos:
- 1 en el cantón Central
- 1 en Corredores
-En Heredia, dos casos:
- 1 en Barva
- 1 en el cantón Central
-En Limón, un caso en el cantón Central
- En Cartago, un caso en El Guarco.
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Para determinar que se trataba de delta, Duarte explicó que a las muestras tomadas para el análisis primero se les hizo una variación de la prueba PCR que permite ver si pertenecen a otras variantes de preocupación como alfa, beta y gama. En Costa Rica hay preponderancia de la primera y la tercera.
Al no clasificar dentro de estas variantes, se realizó un análisis genómico completo.
Es decir, se estudió gen por gen en busca de mutaciones. Así fue como se determinó que 16 de las muestras analizadas tenían las mutaciones y características propias de la variante delta.
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¿Qué hacer?
Ante la confirmación de delta en Costa Rica, las medidas de prevención no cambian, pero la rigurosidad con que se apliquen debe ser mayor.
En otras palabras, no existe un jabón especial para lavarse las manos y protegerse de delta, o una mascarilla “antidelta”, pero sí una forma de tomar más conciencia de cada medida.
La primera medida es vacunarse y completar el esquema cuando corresponda.
“La única forma de defendernos y protegernos es utilizando estrictamente las mascarillas. Contra la mascarilla no hay variante que le gane”, manifestó el médico especialista en salud pública Álvaro Salas.
Resaltó la importancia de evitar espacios cerrados y con poca ventilación y la necesidad de preferir espacios abiertos para cualquier tipo de actividad. El lavado de manos y el evitar aglomeraciones son de vital importancia.