El virus de influenza humana AH1N1 es igual de agresivo que el que provocó la pandemia de 1918, y causó la muerte de entre 40 millones y 100 millones de personas alrededor del mundo.
Así lo destaca una investigación de la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos publicado ayer en la versión en línea de la revista Nature .
Ambos males coinciden en su capacidad de afectar rápidamente el pulmón y los bronquios.
Esta característica facilita la aparición de neumonías y pulmonías que pueden llevar a la muerte a pacientes con sistemas inmunológicos debilitados.
La pandemia de 1918, conocida también como la gripe española, provocó pulmonías y neumonías al 60% de quienes la padecieron.
Según los investigadores, aunque la cantidad de casos de neumonía por AH1N1 no es tan alta como la de 1918, la mayoría de muertos por la actual pandemia han presentado cuadros de neumonía severa.
Añadieron que cada vez es más común ver servicios de cuidados intensivos saturados por pacientes con neumonía o pulmonía provocada por el nuevo virus.
Avance rápido. La jefa de epidemiología de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Guiselle Guzmán, indicó que muchos de los costarricenses que se encuentran hospitalizados por AH1N1 presentan las características señaladas en el estudio.
La enfermedad evolucionó rápidamente en neumonía u otro mal pulmonar que los mantiene en cuidados intensivos.
“Lo que ocurre es que el virus se propaga hacia los bronquios y llega a los alveolos, que son las cavidades más pequeñas de los pulmones. El virus inflama y destruye los alveolos y eso causa neumonías que llevan a muchos pacientes a cuidados intensivos”, explicó.
Guzmán agregó que no hace falta tener antecedentes de enfermedades pulmonares o respiratorias para que el virus llegue a los pulmones. Aseguró que muchos pacientes que solo tenían defensas bajas al momento de contraer la enfermedad, desarrollaron neumonías.
Protección. El documento confirma que las personas que nacieron antes de 1920 tienen una especie de inmunidad ante el virus.
Los investigadores hicieron exámenes clínicos a 2.000 adultos mayores de EE. UU. y Japón y comprobaron que las personas nacidas antes de 1920 disponían de anticuerpos para combatir el AH1N1, y quienes nacieron antes de 1918, tenían todavía más anticuerpos.
“Es como si los cuerpos hubieran ‘recordado’ esta infección previa en sus vidas y sus defensas ya supieran cómo actuar frente a este nuevo virus. También, podría explicarse que a la pandemia de 1918 sobrevivieron los organismos más saludables y con mayores defensas”, explicó Yoshihiro Kawaoka, quien lideró el estudio de la Universidad de Wisconsin.
El especialista añadió que esto no quiere decir que estas personas no vayan a tener el virus del todo, pero sí que sus posibilidades son mucho menores, y quienes resultan infectados tienen síntomas muy leves.
Nuestro país también presenta dichas características. Según datos de la CCSS, de 351 casos confirmados hasta el momento, solo dos son pacientes de más de 65 años de edad y ninguno de ellos nació antes de 1918.
“De las seis personas que han muerto de la gripe, el mayor tenía 53 años , y los dos adultos mayores que se contagiaron ni siquiera estuvieron hospitalizados”, dijo la doctora Guzmán.
En animales. El estudio no solo tomó en cuenta el comportamiento del AH1N1 en los seres humanos; también analizó su evolución en hurones, ratones, cerdos y monos, y lo comparó con otros virus de influenza común.
Los resultados indican que en el caso de los ratones y monos infectados con AH1N1, también hubo deterioro de los pulmones que desarrolló en neumonía, cosa que no sucedía con un virus de gripe común, que nada más provocaba debilidad y fiebre.
En cambio, ni los cerdos ni los hurones infectados con AH1N1 presentaron síntomas del virus. Para los investigadores, esto explica por qué no hubo casos masivos de cerdos enfermos y muertos antes de que la pandemia se extendiera a los seres humanos.
El estudio concluyó que es necesaria una vacuna para prevenir el contagio del virus.
“Los antivirales detienen la acción de la gripe, pero no la previenen. Es necesaria una vacuna para evitar que esta pandemia se propague”, dijo Kawaoka.
Marie-Paule Kieny, directora de investigación de vacunas de la OMS, señaló que la vacuna estará lista para setiembre u octubre, y la prioridad serán los trabajadores del sector de la salud.