El ser humano pasó de caminar sobre cuatro extremidades a andar en solo dos porque al desplazarse así consume mucha menos energía.
A esta conclusión llegó un grupo de científicos de tres universidades estadounidenses.
Los estudiosos recolectaron datos del metabolismo y de la cinética en cinco chimpancés y cuatro humanos adultos que corrían y caminaban en una cinta especial para ello.
Recorriendo la misma distancia, los humanos quemaron una cuarta parte de la energía consumida por los chimpancés desplazándose en cuatro patas.
La energía consumida se calculó en calorías, según la información publicada en la última edición de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Mejor dos que cuatro. Los chimpancés fueron también entrenados para caminar sobre dos patas. En promedio, estos otros simios quemaron la misma cantidad de calorías cuando avanzaban en dos o cuatro patas, revelaron los antropólogos en el documento.
Sin embargo, los investigadores observaron pequeñas variaciones en estos monos en cuanto a la cantidad de energía utilizada, que dependía de las diferencias en la manera de caminar y en su anatomía.
“Hemos podido establecer una relación entre el costo energético de la marcha y la anatomía de los chimpancés”, dijo David Raichlen, antropólogo de la Universidad de Arizona.
“También mostramos por qué solo algunos de estos monos pueden caminar sobre dos patas quemando menos calorías que los otros”, añadió.
Modelos biomecánicos mostraron que el hecho de dar pequeños pasos o tener una masa muscular más activa hace consumir más energía.
Al caminar sobre dos patas, los chimpancés con piernas más largas consumieron menos energía, concluyeron los científicos.
Compararon luego los resultados de estas observaciones con fósiles de humanoides para detectar las adaptaciones acaecidas durante la evolución que permitieron reducir el consumo de energía volviéndose bípedos.
“Descubrimos que estas adaptaciones, como un ligero aumento de la longitud de la ingle en los primeros humanoides, revelan que el consumo de energía del esfuerzo jugó un rol importante” en la transformación del hombre en bípedo, concluyen los antropólogos.
“Si un individuo puede ahorrar energía al moverse y cuando caza y gastar más energía en reproducción, así es como se llega a una nueva especie”, dijo Raichlen.
“Caminar en dos piernas liberó nuestros brazos, abriendo las puertas a la manipulación del mundo”, añadió.
“Nosotros vemos la evolución del bipedalismo como uno de los primeros eventos que llevó a los homínidos por el camino hacia volverse humanos”, concluyó.
La única investigación anterior sobre la energía consumida por chimpancés se había realizado en 1973 y solo en ejemplares juveniles que tienen una mecánica de locomoción diferente a la de los adultos, como también concluyó esta investigación.