París. AFP. El gigante japonés Sony patentó una idea para transmitir datos directamente al cerebro, lo que permitiría que una persona "vea" películas o juegue con videos en los que olerá, percibirá el gusto e incluso sentirá en carne propia lo que ocurre, algo que recuerda al filme The Matrix .
La nueva patente de Sony está basada solamente en una teoría y no en un invento. Pero, la sola mención marca el primer paso hacia un "Matrix real", según adelantó la revista británica New Scientist.
En la trilogía de ciencia ficción Matrix, la cyber-realidad es proyectada hacia el cerebro de las personas a través de un electrodo dispuesto detrás de su cuello.
Según Sony, la técnica patentada no sería invasora del organismo humano en lo absoluto, ya que no utilizaría implantes de ningún aparato en el cerebro ni ninguna otra cirugía para manipularlo.
La patente omite detalles y solo describe un dispositivo que lanzará pulsos de ultrasonido hacia la cabeza para modificar la forma en que se comportan las neuronas en determinadas partes del cerebro.
Propósito. El objetivo es crear "experiencias sensoriales", como transmitir imágenes en movimientos, generar "fotografías" en la mente y provocar olores, sonidos y sabores.
La revista New Scientist destaca que se negó la posibilidad de hacerle una entrevista al creador de esta patente, que trabaja en la oficina de Sony en San Diego (California).
El trabajo es una "invención profética" y no se han hecho experimentos reales para comprobar su funcionamiento, aclaró Elizabeth Boukis, quien es portavoz oficial de Sony Electronics en Francia.
La patente fue realizada bajo la inspiración de que esta puede ser la dirección adonde la tecnología esté conduciendo la vivencia humana, indicó Sony a New Scientist.
Hasta el momento la única forma no invasora de manipular el cerebro es una técnica llamada estimulación magnética transcraneal, que utiliza los campos magnéticos para inducir corrientes en el tejido cerebral y así estimular algunas células del cerebro humano.
Los investigadores aclaran que los estudios apenas se inician pues estos campos magnéticos no pueden enfocarse aún en pequeños grupos de células del cerebro para desencadenar sensaciones.