En la escena internacional, Costa Rica es considerada como una nación referente cuando se trata de temas ambientales, pero esa buena imagen no se ha traducido en que el país participe activamente en la formulación de las decisiones más importantes que impactan el mundo.
Por lo menos así lo ve el ministro de Ambiente y Energía (Minae), Carlos Manuel Rodríguez.
“(...) no hemos sido más que el eterno campeón de la segunda división, o sea, se usa como referencia a Costa Rica, es un buen ejemplo, pero cuando llegaban las negociaciones, Costa Rica no podía accesar al grupo selecto de países que participaban en las negociaciones de fondo.
“El objetivo que nos propusimos y nos trazamos en esta administración, es dar ese paso, a lo que yo llamo la primera división”, expresó el jerarca en una entrevista con La Nación.
Esfuerzo estratégico
Para dar el salto a esa otra ‘categoría’ de incidencia política, el país le apuesta al posicionamiento de un tema sobre el cual, considera que tiene bastante experiencia: las soluciones basadas en naturaleza, para lidiar con la crisis climática que enfrenta el planeta.
“El 30% de la solución del cambio climático es conservar los bosques, proteger los ecosistemas naturales, el océano; sin eso no vamos a lograr los objetivos de largo plazo al año 2050 (según los compromisos planteados en el Acuerdo de París)”, señaló el jerarca.
La estrategia del gobierno del presidente Carlos Alvarado quedó latente en octubre pasado, cuando Costa Rica albergó la reunión previa a la Conferencia de las Partes (PreCOP25), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Durante ese encuentro, el gobierno costarricense lanzó una coalición de altas ambiciones, copresidida junto con Francia, para impulsar mayores compromisos, que permitan colocar la protección de la biodiversidad entre las primeras líneas de defensa contra el cambio climático.
“Nos convertimos en campeón de este tema -soluciones basadas en naturaleza- (....), buscamos restaurar, conservar y financiar las acciones que vayan a proteger la naturaleza, siendo que el manejo racional de estos recursos, tiene que estar en el centro del financiamiento del cambio climático”, añadió.
Costa Rica seguirá promoviendo su propuesta en los distintos foros internacionales en los que se discuten temas relevantes al medio ambiente y al desarrollo sostenible, el más próximo es la Conferencia de las Partes (COP25) que arranca este 2 de diciembre en Madrid, España, y se extenderá hasta el 13 de diciembre.
El evento estaba previsto para celebrarse en Santiago, Chile, sin embargo, el presidente Sebastián Piñera, decidió retirar a su país de la organización, por la convulsa situación social que desde hace casi seis semanas afecta a la nación suramericana.
Presencia necesaria
Para Rodríguez, es fundamental que Costa Rica participe activamente de este tipo de foros internacionales, de otra forma, nunca podrá acceder a los grupos de poder que al final toman las decisiones, que el resto de naciones deben seguir.
"A veces a los costarricenses les incomoda que los ministros y los equipos de gobierno puedan viajar al exterior, pero si nosotros no viajamos al exterior, no nos posicionamos para dos cosas; la primera, es para que los temas que Costa Rica cree que son políticamente relevantes y de alta ambición, se reflejen en los compromisos.
“Segundo, igualmente importante, si no vamos a esas negociaciones y no participamos de esos procesos, no podemos financiar las actividades y aquí requerimos financiar un tren eléctrico, una transformación de la matriz energética en el sector de transporte, movernos hacia una agricultura sostenible y baja en emisiones. Muchas cosas que no se van a lograr con recursos del presupuesto ordinario y que para eso esa gestión internacional es tremendamente valiosa”, explicó.
De acuerdo con el jerarca de ambiente, si bien el 30% de la solución del cambio climático pasa por conservar los bosques, proteger los ecosistemas naturales y el océano, las acciones dirigidas a estos objetivos, solamente reciben el 3% de los fondos de financiamiento.