Costa Rica presionará por un acuerdo ambicioso y vinculante, esta semana, en las negociaciones de la Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP15) en Montreal, que aspiran a crear un marco internacional de objetivos y acciones para proteger la naturaleza.
Delegados de casi 200 países buscan en esa ciudad canadiense amarrar un gran pacto vinculante al estilo del Acuerdo de París para cambio climático, pero dirigido a la preservación de especies que hoy desaparecen a un ritmo vertiginoso. Eso ocurre por el efecto combinado del calentamiento de la atmósfera, la sobreexplotación de recursos, métodos agrícolas insostenibles, la contaminación y la degradación de tierras y mares.
Con tal desafío al frente, Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía y jefe de delegación tica en la COP15 , volará este miércoles a la cita a intentar que las naciones allí se adhieran a un objetivo que consiste en que cada una proteja al menos 30% de sus mares y cuerpos de agua y 30% de sus tierras para el año 2030.
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Esa meta, llamada “30x30″, la impulsa la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas (High Ambition Coalition for Nature and People) que copreside Costa Rica junto con Francia y Reino Unido y que integran más de 100 países. Su objetivo es detener la pérdida acelerada de especies y proteger los ecosistemas vitales sobre los cuales descansa la seguridad económica del mundo.
Tattenbach explicó que Costa Rica, como parte de la Coalición, persigue que el acuerdo final en la COP15 incluya un compromiso vinculante de las naciones de la ONU en 30x30, dado el respaldo actual de más de 100 países a la Coalición.
La otra meta es la reelección de Costa Rica en la copresidencia del grupo, nacido en el 2014, y que actualmente atraviesa un relanzamiento de su estrategia para facilitar que recursos financieros dirigidos al cuido de la biodiversidad se traduzcan en acción concreta.
“Es por eso que queremos que la Coalición se convierta en una plataforma flexible que permita vincular a los administradores de proyectos con donantes en el objetivo 30x30. Eso sería una manera más directa de implementar un marco global de biodiversidad en la COP15″, explicó Tattenbach.
El ministro, quien disertará este jueves ante el foro de naciones en Montreal, advirtió que las negociaciones siguen abiertas y hay trabas principalmente en cómo serían los mecanismos financieros y las fuentes que pagarán las acciones globales por la biodiversidad.
“Dentro del financiamiento tenemos una propuesta novedosa como HAC que trataremos de meter en el texto final de la COP15. En vez de solo pedir fondos a los países ricos, la idea es tener cuatro fuentes de ingreso con los aportes de la empresa privada, organismos no gubernamentales y la filantropía en sus diversas manifestaciones”, explicó.
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La COP15 entró el lunes en su segunda y última semana cuando las negociaciones se multiplicaron e intensificaron. También el flujo de participantes aumentó en las salas de negociación con al arribo de más delegados, pero también la complejidad para avanzar; sobre todo en financiamiento para la biodiversidad.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señaló en un reciente informe que la inversión debe crecer a $384.000 millones por año para el 2025. Esto es más del doble de la cifra actual de $154.000 millones al año.
¿De qué depende el éxito?
Según Pnuma, el proyecto del marco mundial de biodiversidad se compone de más de 20 objetivos que incluyen propuestas para reducir el uso de plaguicidas, abordar las especies invasoras, reformar o eliminar los subsidios que son perjudiciales para el medio ambiente y aumentar la financiación para la naturaleza de fuentes públicas y privadas.
Por lo tanto, se requiere un marco global de acción con suficiente ambición y factibilidad de aplicación para lograr progresos concretos, advierte el Programa.
Asimismo, debe abordar los cinco factores principales que agravan directamente la pérdida de la naturaleza: el cambio en el uso del mar y la tierra; la sobreexplotación de los seres vivos; el cambio climático; la contaminación; y las especies invasoras no autóctonas, y sus causas subyacentes, como el consumo y la producción insostenibles.
Literatura científica advierte de que el ser humano debe repensar con urgencia sus lazos con la naturaleza, de lo contrario, el planeta sufrirá una extinción masiva de animales y otras formas de vida como lo postula la llamada teoría de la Sexta Extinción.