Un grupo de 19 distritos colindantes de la Gran Área Metropolitana (GAM) concentra 111 de las 233 muertes por covid-19 ocurridas en el país del 12 de julio al 12 de agosto.
Es decir, dichos territorios acumularon el 47,6% de todos los decesos registrados durante ese periodo, de acuerdo con un análisis elaborado por La Nación.
La Uruca, ubicado en San José, fue el distrito que más decesos acumuló con 16, seguido por Hatillo (también de San José) con 11 y San Antonio de Escazú con ocho.
A su escolta aparecen Ulloa (Heredia), Pavas (San José), San Felipe (Alajuelita), San Sebastián (San José) y Concepción (Alajuelita) con siete fallecidos cada uno.
Luego, viene el distrito de Hospital (San José) con seis, seguido por Heredia, San Francisco (Heredia), Desamparados, San Rafael Abajo y Gravilias (ambos de Desamparados) con cuatro.
Finalmente, figuran León XIII (Tibás), Merced (San José), Mata Redonda (San José), Escazú y Damas (Desamparados) con tres decesos reportados.
Durante este último mes, dicho bloque de distritos colindantes pasó de tener 11 víctimas por covid-19 a un total de 122, para un crecimiento del 1.009%.
En ese periodo, el incremento diario promedio de decesos allí fue de 8,24%, mientras que en números absolutos se registró una media de 3,5 muertes diarias.
El pasado 12 de julio, el distrito de ese grupo que registraba más muertes era Hospital (San José) con 2. Nueve distritos tenían solo un deceso y nueve no presentaban ninguno.
Ocho distritos más de la GAM, que no forman parte de este conglomerado, también presentaron incrementos importantes de muertes, durante el último mes.
Se trata de Alajuela con 6, Curridabat con 5, Colón (Mora) con 4, San Vicente (Moravia) con 4, Dulce Nombre de Jesús (Coronado) con 4, Tres Ríos (La Unión) con 4, Ipis (Goicoechea) con 3 y San Juan (Tibás) con 3.
En total, durante el periodo se presentaron muertes en 99 distritos. Al 12 de agosto, habían fallecido personas por covid-19 en 110 distritos del país.
Factor pobreza
Expertos en epidemiología y sociología consideran que la pobreza es un factor determinante en el incremento de muertes por el virus registrado en estos 19 distritos.
“Usualmente se mencionan factores orgánicos como ser adultos mayores, obesos, hipertensos, diabéticos; pero hay un factor de riesgo para la enfermedad y para la muerte que se está dejando por fuera que es la pobreza”, indicó el epidemiólogo de la Universidad Nacional, Juan José Romero.
Para Romero, el hacinamiento, la falta de agua y de insumos básicos para el higiene y de condiciones para aislarse complican el distanciamiento social.
Sostuvo que estos factores también inciden para que distritos con mayor densidad poblacional y menores indicadores de desarrollo humano no solo sean los que registren tasas de contagio más elevadas, sino también una gran parte de los muertos.
“Ahí, en esos 15 o 20 distritos, se concentraban, como en la segunda, tercera y última semana de julio cerca del 65% de los casos. Entonces, era de esperar que si había la mayor cantidad de casos, muy probablemente iba a surgir la mayor cantidad de fallecidos”, agregó Romero.
Un criterio similar expresó el sociólogo y demógrafo del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica, Jorge Barquero Barquero.
Barquero apuntó que al tratarse de un virus altamente contagioso, y cuyo principal vehículo son las mismas personas, se deben tomar en cuenta además de las características sociales que tienen en común las zonas mencionadas, las dinámicas de traslado de quienes habitan en ellas.
Señaló que la vulnerabilidad que lleva a mayores contagios, y por ende a engrosar la lista de fallecidos, responde en estas zonas en particular a la imposibilidad de cumplir de manera adecuada las principales recomendaciones para evitar el contagio: el aislamiento y la higiene.
El especialista indicó que esos distritos no son solo zonas muy pobladas, sino que tienen viviendas pequeñas, en mal estado, sobrehabitadas y generalmente ubicadas una contiguo a la otra, lo cual eleva el contacto entre las personas y, por tanto, hay mayor exposición.
“La otra consigna es la higiene, muchas tiene problemas de abastecimiento de agua, o también es probable que en algunos casos la gente no pueda pagar los recibos porque quedó desempleada”, señaló.
Barquero, además, agregó que es conocido que la población de los distritos mencionados está compuesta, en su mayoría, por personas que trabajan en la informalidad o en empleos en los que no es posible realizar teletrabajo, pero además son usuarios de transporte público.
Estos ciudadanos suelen viajar en bus o taxi al centro de San José de camino a sus trabajos. Allí, en medio de paradas aborratadas y largas esperas, las posibilidades de distanciamiento se reducen y aumenta el riesgo de que se contagien y lleven el virus a sus casas.
Ambos especialistas también concuerdan en señalar que estos distritos también concentran mayor cantidad de asentamientos informales, como las llamadas cuarterías, donde es imposible hablar de burbujas sociales cuando 50 personas o más comparten baños y cocinas.
Muertes no se detienen
Las muertes en Costa Rica por covid-19 mantuvieron un crecimiento constante durante el último mes, pasando de 30 a 263 (un incremento del 776%).
En promedio, los fallecimientos aumentaron a diario en un 7,3%, mientras que en números absolutos la media en ese lapso fue de 7,5 muertes por día.
La edad promedio de las víctimas pasó de 65,3 años a 70,3 años y los rangos de edades se ampliaron.
El 12 de julio, la persona más joven en morir por el nuevo coronavirus tenía 26 años, mientras que para el 12 de agosto era de 23 años.
El sábado anterior, se registró la muerte de una joven de 21 años y este lunes 17 de agosto se reportó el fallecimiento de un muchacho de esa misma edad.
El paciente de mayor edad que había muerto por covid-19, al 12 de julio, tenía 92 años, mientras que al 12 de agosto era de 100 años.
Por otra parte, el segmento etario que está sufriendo un incremento mayor en las muertes es el de los adultos mayores.
Los decesos en esa población subieron de 15 a 175 en un mes, para un crecimiento de 1.066%, mientras que los de adultos crecieron de 15 a 88, para un incremento del 486%.
Otro agravante
A criterio de Romero y Barquero, este incremento de las muertes también puede obedecer a la vulnerabilidad en la salud de las personas por su condición socioeconómica.
En las primeras semanas de julio, un factor común comenzó a notarse en los reportes diarios del Ministerio de Salud: personas que fallecían poco tiempo después de ser internadas o diagnosticadas.
Los especialistas opinan que se puede tratar de enfermos que carecían de seguro y que cuando finalmente acudían a los servicios de salud, llegaban en estado muy crítico
En otros casos, esa misma condición podría también influir en que presentaran factores de riesgo que desconocían o que no habían sido controlados a causa de esa misma situación social.
“Entre el 15 y 31 de julio los casos subieron y las muertes prácticamente se multiplicaron tres veces. Pasamos de tener de 20 pacientes en cuidados intensivos a tener 100 en cuestión de 22 días, y pasamos de dos muertos a 10 por día.
“Eso se debió mucho a la explosión de casos en estas zonas, en estos 15- 18 distritos y a que, desafortunadamente, debido a las condiciones de vulnerabilidad de las personas en pobreza extrema, todo se confabuló”, agregó el epidemiólogo.
El miércoles anterior, el ministro de Salud, Daniel Salas, destacó que el país aún se encuentra en una posición “privilegiada” con una de las tasas de letalidad por covid-19 más bajas.
No obstante, admitió que se ha perdido terreno, sobre todo en el último mes, e hizo un llamado a velar por la protección de adultos mayores, grupo donde se presenta el mayor número de decesos.
El pasado 3 de julio, Salud anunció la creación de una comisión de especialistas que analizaría las muertes vinculadas a la pandemia, entre otras cosas para clasificar factores de riesgo.
Consultado sobre dicho análisis, el departamento de prensa del Ministerio informó de que actualmente se trabaja en un informe preliminar que será dado a conocer en conferencia de prensa.
Cantones más golpeados
Por cantones, hay ocho en los que se presentaron 10 o más muertes por covid-19 durante el último mes.
Se trata de San José con 57, Desamparados (23), Alajuelita (17), Heredia, (16), Alajuela (13), Escazú (12), Tibás (11) y Goicoechea (10).
En conjunto, estos ocho cantones registraron 159 de las 233 muertes del periodo, es decir el 68% de los fallecidos, o siete de cada 10.
Durante el último mes, se presentaron muertes en 40 cantones. Al pasado 12 de agosto, se contabilizaban fallecidos en 46 cantones del país.