Seis de cada diez alcaldes que asumirán funciones el próximo 1.° de mayo tienen una meta prioritaria en común: mejorar las condiciones de los caminos cantonales.
El dato se desprende de una consulta hecha por la Unidad de Inteligencia de Datos de La Nación a los alcaldes electos, en la cual se les pidió detallar tres de sus prioridades para el primer año de gestión.
Ocho de los 81 consultados no respondieron a pesar de los reiterados intentos para conocer sus propuestas.
De 73 funcionarios, 47 (64%) manifestaron que el mejoramiento de la infraestructura vial será una de las primeras tareas cuando asuman labores, lo cual la convierte en la prioridad más frecuente entre los futuros jerarcas.
Los gobiernos locales tienen bajo su responsabilidad la atención de 35.451 kilómetros de caminos de los cuales el 72% están en lastre, según información del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
De acuerdo con datos reportados por las municipalidades a la Contraloría General de la República (CGR), el año anterior, el 32% de los caminos cantonales estaban en mal o muy mal estado, el 33% regular y el 36% en buena o excelente condición.
Las propuestas de los alcaldes designados incluyen asfaltado de calles, construcción de puentes peatonales y para vehículos, rehabilitar aceras, colocar lastre, ordenar el tránsito y hasta comprar maquinaria.
Otros alcaldes, aunque mencionaron que esta era una de sus prioridades, aún no tienen claro cuáles son las calles que necesitan mantenimiento y señalaron que eso lo verán una vez que asuman el cargo. Es el caso de Norman Hidalgo, de Acosta, quien indicó que planean realizar reuniones con las comunidades para identificar los caminos que necesitan mayor intervención.
La atención de la infraestructura vial es una prioridad más común en los cantones rurales que en los urbanos. Mientras en el 74% (29) de los municipios rurales tiene primacía la atención de los caminos, en el caso de los cantones urbanos el porcentaje es del 54% (18).
A su vez, hay tres municipios (Upala, Siquirres y Nicoya) donde no se señaló como una de las tres propuestas principales la atención de calles, a pesar de que tienen el 50% o más de sus vías vecinales en mal estado, según los datos reportados a la CGR.
Lograr municipalidades más eficientes es la segunda prioridad de los futuros alcaldes (42%) tanto de la zona urbana como de la rural. Esta meta fue mencionada por 31 de los 73 jerarcas.
Mientras el desarrollo de obras como centros de cuido infantil y centros diurnos para la atención de adultos mayores figuran como promesas de sus alcaldes en 27 ayuntamientos.
Unas más que otras. Para hacer frente al arreglo y mantenimiento de vías, las municipalidades tendrán disparidad de recursos.
Así lo evidencia un análisis hecho por este medio con datos sobre la extensión de la red cantonal y el presupuesto definitivo (inicial más extraordinarios) para mantenimiento y construcción de vías presentado por cada gobierno local ante la Contraloría General el año anterior.
Por ejemplo, mientras Escazú presupuestó ¢27,8 millones en 2015 para mejorar cada uno de sus 175,6 kilómetros de red vial, Buenos Aires, en Puntarenas, contó con apenas ¢815.000 por kilómetro, para atender sus 1.442,5 kilómetros de vías.
En contraste, solo el 7% de las calles escazuceñas están en mal estado, frente a 55% de las vías deterioradas de Buenos Aires.
Cuatro de cada diez municipios tuvo entre ¢2 millones y ¢5 millones por kilómetro en el 2015, una tercera parte trabajó con menos de ¢2 millones y el resto (19 cantones) gozaron de un presupuesto mayor a ¢5 millones.
Carlos Campos del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica, explicó que si bien hay una disparidad de recursos, las condiciones de los cantones son muy diferentes. “Algunos como Escazú, tienen redes más pequeñas pero son urbanas y con estructuras de pavimento que requieren mayor inversión, los otros son caminos rurales”, dijo.
Según el director de gestión vial de la municipalidad de Los Chiles, Abraham Delgado, la falta de recursos les impide asfaltar caminos. “En este momento el presupuesto que existe no permite asfaltar. Si asfaltamos un camino no podríamos hacer ninguna otra obra en el año”, explicó.
Para este 2016, los ayuntamientos presupuestaron ¢60.682 millones para mantenimiento vial, de los cuales casi la mitad (¢29.300 millones) proviene del impuesto a los combustibles.
No obstante, ese monto aumentará por la aprobación , el año anterior, de la ley 18.001, que transfiere a los municipios más dinero para la atención de la red vial cantonal.