El 13 de febrero del 2005, dos jornaleros se enfrascaron en una riña que terminó con la muerte de uno de ellos. Tras lo ocurrido, el asesino llamó por teléfono a su familia y después a la Policía para informar lo que había ocurrido.
Esperó en su casa, en el barrio Pita Rayada, en el distrito de Huacas, a que las autoridades llegaran y les entregó la cutacha (una especie de machete largo), con la que causó las heridas mortales.
En esa vivienda ocurrió el último homicidio registrado en Hojancha, Guanacaste. El crimen fue la conclusión de una disputa por el paso por una finca.
Desde entonces, Hojancha es el único cantón del país que no reportó asesinatos durante esos más de 14 años. Además, ostenta los niveles de criminalidad más bajos del país.
En el primer semestre del año, en esa comunidad solo se denunciaron 13 delitos contra la propiedad, entre tachas y robos de vehículos, hurtos, robos y asaltos, es decir, que se cometió un crimen cada 14 días, en promedio, según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
¿Cuál es el secreto?
El secreto no está en contar con grandes presupuestos, con tener modernos sistemas de videovigilancia o multitudinarios cuerpos policiales; por el contrario, Hojancha es el cantón con menos ingresos de la provincia de Guanacaste.
La fórmula apunta a elementos que parecen más básicos, pero que en el caso de Hojancha sí dan resultados: una buena coordinación interinstitucional, una política de recuperación de parques, no tener hacinamientos poblacionales y registrar pocas diferencias en el desarrollo de sus distritos.
“Aquí la mayoría de gente es de muy buenas costumbres y se conoce. Cuando viene un extranjero o alguien nuevo, tratamos de hablar con ellos, de incorporarlos. El hojancheño tiene mucho esa parte de la tertulia, de compartir”, expresó Manuel Pineda, un comerciante de 67 años nacido en ese cantón de 261,4 kilómetros cuadrados de extensión.
Tal idiosincrasia es fácil de corroborar en los parques, afuera de los supermercados y en las entradas de las fincas. En Hojancha, siempre hay pequeños grupos de personas compartiendo, hablando.
En parte, esa interacción es fomentada por la inversión que hace la Municipalidad en algunos espacios públicos.
El parque central de Hojancha es una muestra clara de ello. Hace pocos meses se techó el anfiteatro, se habilitó el acceso gratuito a Internet y se están mejorando las aceras y las barandas para adultos mayores.
En los “pollos” de color verde limón es fácil ver a vecinos conversando, mientras que los más jóvenes se agrupan con sus bicicletas y aprovechan para navegar en la web.
El parque también es el centro de las actividades de integración del cantón. Por ejemplo, en Navidad cada familia adopta un árbol que deben iluminar y además, se realiza un convivio con toda la comunidad.
“Mantenemos esa forma de ser de la persona rural, nos saludamos, compartimos, somos capaces de entender lo que sentimos".
Así resume el alcalde de Hojancha, Eduardo Pineda Alvarado —quien está en el cargo desde el 2010—, una de las características que están atrás de los buenos índices de seguridad del cantón.
Básicamente “todo el mundo se conoce” y si llega alguien nuevo a la comunidad se le integra, agregó el jerarca municipal.
Para Dunia Porras, quien es vecina del distrito central de Hojancha y labora en el restaurante Rancho de Doña Elena, el éxito también radica en que hay una relación muy fluida de colaboración con la Fuerza Pública.
“Aquí usted puede andar de noche o de madrugada. Yo me he ido tarde del trabajo y a uno no le pasa nada, eso sí, cuando anda alguien desconocido o sospechoso de una vez se le comunica a la Policía y algo se hace, se pregunta, aquí entre todos nos cuidamos”, precisó Porras.
La tranquilidad que se respira en Hojancha es tal, que incluso, por la baja incidencia criminal, la Fuerza Pública debe reunirse constantemente con las autoridades del cantón, para poder planificar el accionar preventivo de los 40 oficiales designados, pues las estadísticas no permiten establecer tendencias delictivas claras.
La ventaja de ser un cantón rural
Hojancha es un cantón rural, de la Costa Rica de antes, con casas regadas al lado de calles de lastre y pequeños centros de población donde no falta el templo católico, el salón comunal, la escuela y la cancha de fútbol.
El café fue la principal fuente de ingresos de la zona por muchos años, pero la caída de los precios hizo que los agricultores apostaran, poco a poco, por la naranja, que actualmente es su principal cultivo. Hay sembradas unas 300 hectáreas de esa fruta.
Otra de las actividades económicas predominantes es la ganadería, aunque no de manera tan extensiva como la que se presenta en otros cantones de la provincia. Más bien, es una actividad que se combina con la práctica agrícola y que se enfoca en el consumo de leche y carne para los pobladores del cantón.
Cuatro de los cinco distritos son meramente rurales. Solo Puerto Carrillo tiene una actividad turística más intensa, por tener acceso a playa y estar muy cerca de áreas costeras concurridas como Sámara, en Nicoya.
Además, es uno de los cinco cantones guanacastecos (Nicoya, Santa Cruz, Hojancha, Carrillo y Nandayure) que destacan a nivel mundial como una “zona azul”, por concentrar poblaciones con alta longevidad superior a los noventa y cien años de edad.
Tiene una población de tan solo 7.945 habitantes, es decir, que allí viven 30 personas por cada kilómetro cuadrado, lo que lo convierte en el cantón menos poblado de Guanacaste y en el antepenúltimo del país. Solo San Mateo, de Alajuela; y Dota, de San José, tienen menos moradores.
La combinación de esas particularidades hace que Hojancha no tenga grandes hacinamientos de viviendas, situación que reduce las riñas, una de las principales causas de crímenes violentos en Guanacaste, según la directora regional de la Fuerza Pública, Kattia Chavarría.
"Mucho del trabajo nuestro en Guanacaste es por riñas, riñas con machete. Nosotros trabajamos mucho el tema de evitar riñas con temas del alcohol por ejemplo, porque terminan siendo el detonante para cosas más violentas”, explicó Chavarría.
Precisamente, el arma homicida del último asesinato que se presentó en el cantón fue una cutacha.
Proteger a Guanacaste es el mayor reto
La Fuerza Pública es clara en que si los índices de violencia aumentan en cantones vecinos como Nicoya y Nadayure, posiblemente Hojancha también se verá afectado y, por eso, se enfocan en mantener un buen comportamiento provincial.
“Estamos trabajando mucho los sectores cercanos porque tenemos que proteger a Hojancha y para hacerlo hay que proteger a la provincia completa", insistió Chavarría.
En Guanacaste se presentaron 19 homicidios durante el primer semestre de este año, la mayoría ocurrieron en Liberia (seis) y La Cruz (cinco).
La cifra total de muertes violentas es un 36% superior a la reportada en el mismo periodo de 2018, cuando hubo 14 asesinatos.
En ese mismo periodo, los delitos contra la propiedad más bien bajaron en la provincia.
Al pasado 30 de junio, se reportaron 2.301 denuncias, mientras que en los primeros seis meses del 2018 fueron 2.537, es decir, un 9,3% menos (236).
En este apartado, los cantones de mayor incidencia fueron Liberia y Santa Cruz, con 623 y 463 delitos, respectivamente.
Otros cantones del país. A nivel nacional, durante el 2018, además de Hojancha, otros 13 cantones tampoco registraron homicidios.
En la lista figuran Nandayure y Bagaces, en Guanacaste; Poás, Río Cuarto y San Mateo, en Alajuela; y Buenos Aires, Coto Brus y Montes de Oro, en Puntarenas.
También están Acosta y Dota, en San José; San Pablo y Flores, en Heredia; y Alvarado, en Cartago.
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Sin embargo, esa cifra de 13 cantones sin crímenes es baja respecto a otros resultados registrados desde el 2010. Por ejemplo, en el 2012 la cantidad de cantones libres de muertes violentas ascendió a 26.
Mientras tanto, durante el primer semestre de este año un total de 24 cantones no registraron homicidios. En el mismo periodo de 2018, la cifra era de 25.
FUENTE: oij. || w. s. / LA NACIÓN.
Trabajo en conjunto
“Podría asegurar que el resultado está en ese contacto directo con gobierno local, instituciones y comunidad. Hojancha es una comunidad ordenada y tiene una cultura muy linda en la forma de ser, siempre son muy colaboradores y el gobierno local está muy cerca de las instituciones y de la comunidad, muy cerca de lo que se requiera, es fundamental para nosotros esa cercanía”.
Así se refiere Kattia Chavarría, de la Fuerza Pública, a otras de las dinámicas que favorecen la seguridad del cantón: una coordinación interinstitucional que funciona y la participación activa de los ciudadanos alertando de posibles riesgos.
Mensualmente, las autoridades municipales se reúnen con la Fuerza Pública, la Cruz Roja, el Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), entre otras instituciones, con el objetivo de hacerle frente a los retos del cantón, incluyendo los referentes a seguridad.
Esa interacción es fundamental para planificar el accionar de los 40 oficiales que laboran en el cantón, según Chavarría, ya que por la baja incidencia criminal la policía necesita más información de primera mano para poder actuar preventivamente.
¿Y en desarrollo? A media tabla
A pesar de sus buenos números en seguridad, Hojancha no está entre los cantones más desarrollados del país, según el índice de desarrollo social (IDS) 2017, el último elaborado por Ministerio de Planificación (Mideplán).
Dicha medición, que evalúa condiciones esenciales para el desarrollo social en rubros como educación, salud, participación ciudadana, economía y seguridad, lo coloca en el quintil tres del país, o sea, entre los cantones con un nivel de desarrollo medio. Hojancha obtuvo 60,6 puntos, de 100 posibles.
Ese desarrollo medio es también una constante al analizar ese índice a nivel distrital. El distrito con una mejor evaluación es Huacas con un 69,4 y el de menor es Puerto Carrillo con 57,2. Entre ambas comundades existen solo 12,2 puntos de diferencia.
Ninguno de los distritos del cantón se ubica en los quintiles de mayor o menor desarrollo del país. Puerto Carrillo pertenece al quintil dos, Monte Romo, al tres, mientras que Hojancha y Huacas figuran en el cuatro. Finalmente, Matambú no forma parte del IDS por su reciente creación, en julio de 2017.
Donde Hojancha sí obtiene un mejor resultado es en el índice de progreso social (IPS), que mide la capacidad de satisfacer las necesidades humanas fundamentales de los ciudadanos.
En esa medición, el cantón guanacasteco ocupa el puesto diez del país con una calificación de 79,21, de 100 puntos posibles. El mejor lugar de la clasificación lo tiene Moravia, con 81,98.
“En Hojancha no hay una pobreza extrema y los que tienen su platita tampoco es muy allá, es muy de clase media. Aquí hay una buena distribución de la riqueza y eso hace que unos jalen a los otros”, comentó Eduardo Pineda, alcalde de Hojancha.