Cuando Cañero describe lo que vive un montador mientras se aferra al lomo de un toro, lo hace con conocimiento de causa: el conocido comentarista taurino se jugó el físico en su juventud montando estos poderosos animales. Para él, el redondel es su hábitat por excelencia.
En esta edición de Diálogos, Jorge Arturo González rememora, muy a su manera, la ruta que siguió para llegar a la televisión, donde hoy es sinónimo de corridas taurinas, topes y frases de sello personal.