El 10 de febrero comenzará un curso lectivo que trae particulares novedades. Una de las más importantes es la aplicación de las pruebas FARO, que pretende un giro total en qué se evalúa y en cómo se evalúa lo que aprenden los niños y los jóvenes en las aulas.
Con FARO, además, se acabaron las ayudas o curvas que el Ministerio de Educación Pública dio históricamente en bachillerato, para elevar la promoción. Así lo aseguró la jerarca, Guiselle Cruz.
“El mismo enfoque evaluativo ni siquiera lo permite”, afirmó la ministra.
Con esta modalidad, dijo, los estudiantes tienen la oportunidad de mejorar sus resultados al año siguiente; además permitirá ver lo que ocurre en el centro educativo y, de ser necesario, ayudarle.
Además de FARO, se estrenará la llamada “caja de herramientas” que estandariza la aplicación de los programas, en un intento de que finalmente se implementen con éxito.
Cruz asegura que al final de esta administración ser verán los resultados.