Despedido de Herediano, malquerido por aficionados del Cartaginés, Paulo César Wanchope aceptó este Diálogos en su mala hora. Lo de Herediano no lo esperaba; lo de Cartago lo entiende. “Es que el aficionado no sabe algunas cosas”, expresa, para dar paso a algunas confesiones. Lejos de esconderse en su momento difícil —“es que no tengo por qué”— cuenta lo que en su momento prefirió dejar en secreto. Al final resultó una buena hora para analizar qué le falta, qué sueña y cómo aguanta.