Estrasburgo (Francia), 28 jun (EFE).- Un grupo de alto nivel creado por la Comisión Europea considera "claramente insuficiente" la contribución de la UE a las redes transeuropeas de transporte, ya que destinará 20.000 millones de euros hasta 2006 cuando los proyectos prioritarios necesitan 235.000 millones hasta 2020.
Este grupo, presidido por el ex comisario europeo de Transportes, Karel Van Miert, ha trabajado desde diciembre de 2002 para elaborar una actualización de las prioridades establecidas por el Ejecutivo comunitario en octubre de 2001 en el marco del proyecto de una red transeuropea de transporte.
El informe final, al que ha tenido acceso EFE y que se presentará el lunes en Bruselas identifica 18 proyectos como prioritarios, lo que significa que deberían realizarse antes de 2020.
Para estos se necesitan 235.000 millones, de los que 112.000 serían para completar ejes proyectados en 1994 y aún no completados.
Pero si se añaden los proyectos no prioritarios y las inversiones necesarias para la red transeuropea de la UE tras su ampliación, la financiación necesaria se eleva a unos 600.000 millones de euros.
Además los expertos consideran que para poner en marcha un sistema de transporte europeo "duradero y equilibrado" es necesaria una "ayuda financiera sustancial" por parte de la UE, especialmente en lo que se refiere a "franquear obstáculos naturales", como los Alpes, los Pirineos y el mar Báltico.
También se debe prestar atención a los proyectos transfronterizos, "que en ocasiones han sido las víctimas de una falta de coordinación y de compromiso entre y por las autoridades nacionales".
Por ello, el grupo recomienda a los responsable comunitarios que estudien una dotación apropiada de fondos para las próximas perspectivas financieras del periodo 2007-2013.
Según los datos del informe, elaborado a petición de la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, los Estados miembros consagran menos del uno por ciento de su Producto Interior Bruto a la construcción de las infraestructuras de transporte y, de esa cifra, sólo un tercio va a la realización de la red transeuropea.
Por ello, el documento señala que un buen número de proyectos, y principalmente los considerados prioritarios, podrían no ser realizados en los plazos deseados debido a la falta de inversiones.
Entre los 18 proyectos que el grupo incluye en la lista de prioritarios, destaca como novedad el sistema europeo de navegación por satélite Galileo, que permitirá que Europa sea autónoma "en un área tecnológica de importancia estratégica".
En ejes concretos de infraestructuras se introducen en las prioridades las líneas ferroviarias París-Bratislava y Lyon-Trieste y las autopistas marítimas, que pretenden mejorar las conexiones entre las áreas periféricas y las islas de la UE.
La idea es crear cuatro zonas con vías marítimas, que cubrirían el mar Báltico; el oeste de Europa (desde la península Ibérica al mar de Irlanda); el sureste (del mar Adriático al Ioniano) y el suroeste (de España a Italia pasando por Francia).
El resto de los proyectos considerados prioritarios ya estaban en las prioridades de la Comisión, como la línea de alta velocidad del Sur, con dos ramales: Madrid-Barcelona-Perpiñán-Montpellier-Nimes y Madrid-Vitoria-Dax o el eje del mar del Norte al Mediterráneo.
Igualmente están el enlace multimodal Portugal-España-Europa Central; el túnel ferroviario de Brenner, entre Austria e Italia, para desarrollar el transporte intermodal en los Alpes, y la conexión por tren de Grecia y Bulgaria.
Asimismo los proyectos de enlaces multimodales entre Irlanda, Reino Unido y la Europea continental, el puente sobre el estrecho de Mesina y el llamado triángulo nórdico, para mejorar los accesos desde el centro del continente.
Uno de los cambios propuestos por los expertos es establecer una segunda lista de prioridades que denominan "a largo plazo" y que, a pesar de su importancia, cuentan con problemas añadidos que pueden retrasar su ejecución más allá de 2020.
En esta situación está la conexión ferroviaria entre Francia y España a través de los Pirineos, en la que no hay acuerdo entre los Gobiernos afectados para el trazado, o la renovación de la red ferroviaria en Estonia, Letonia y Lituania para hacerla compatible con el resto de Europa.
También el proyecto de mejora de los ríos Sena y Scheledt para establecer una vía de transporte que conecte los puertos franceses de Le Havre, Rouen y Dunquerque, el belga de Amberes o el holandés de Roterdam.
Además de Van Miert, el grupo se compone de un representante de cada Estado miembro y de un observador de cada país en vía de adhesión, así como otro del Banco Europeo de Inversiones.
En base a este informe, Loyola De Palacio elaborará una propuesta de proyectos de ejes prioritarios que podría presentarse en el mes de octubre. EFE
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