La mayor abundancia de divisas en la economía costarricense empuja el tipo de cambio a la baja en los últimos años. El precio de la divisa alcanzó los ¢507,84 el 13 de febrero de 2025, lo que representó una disminución de ¢12,06 respecto a los ¢519,82 del mismo día en 2024.
“Estamos generando divisas como locos”, manifestó el presidente Rodrigo Chaves en su conferencia de prensa semanal, el miércoles 12 de febrero. Añadió que, en condiciones de abundancia, los precios suelen bajar, tal como ocurrió con el valor del dólar.
El mandatario se refirió a esta dinámica de forma positiva, pues señaló que los deudores con hipotecas en dólares están “muertos de risa” y añadió que esto también benefició la importación de vehículos, lo cual, desde su perspectiva, no habría ocurrido con un dólar alto.
Si bien este fortalecimiento del colón frente al dólar beneficia a algunos sectores, como aquellos con créditos en dólares y que ganan en colones, también perjudica a otros que dependen del dólar en sus operaciones diarias.
El economista Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que, al ser un precio, el tipo de cambio lo definen las fuerzas de oferta y demanda.
“Se mueva en una dirección o en otra, claramente deja ganadores y perdedores”, afirmó el economista. Añadió que los sectores más afectados han sido, principalmente, los exportadores de bienes y servicios y el turismo.
Estas industrias reciben dólares, pero muchos de sus gastos son expresados en colones. Ante esto, deben destinar más divisas para cumplir con sus compromisos, como el pago de planillas y otras obligaciones patronales.
El sector exportador resaltó en varias ocasiones, en los últimos años, su preocupación sobre el comportamiento del tipo de cambio. La industria turística también sumó sus reclamos, al considerar que el país pierde competitividad como destino.
“Esto tiene implicaciones para la competitividad del país, aunque el tipo de cambio bajo ha generado efectos de corto plazo, en el mediano y largo nos va a seguir afectando en sector real, régimen definitivo y zonas francas”, añadió Ortiz.
Incluso el propio Ministerio de Hacienda experimenta una disminución en los ingresos debido a la caída del precio de la divisa. Esto impacta la recaudación de siete de los principales tributos del Ministerio.
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Entre ellos están el impuesto sobre la renta (utilidades), importaciones, exportaciones, el impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto único a los combustibles, el selectivo de consumo y el de propiedad de vehículos. En conjunto, estos impuestos representan el 93,7% de los ingresos tributarios del Gobierno.
También están las personas que tienen ingresos en dólares, pero que la mayoría de sus gastos son en colones. Esto se debe a que, en términos nominales, reciben un monto menor en moneda nacional por la misma cantidad de divisas.
¿Quiénes ganan?
Ortiz manifestó que la baja en el tipo de cambio genera algunos beneficios, como la mejora en el consumo de bienes duraderos, debido al abaratamiento de vehículos, electrodomésticos y calzado. Además, fortalece el crédito en dólares.
El economista Vidal Villalobos también destacó el beneficio para el sector importador, ya que compran en dólares y cobran en colones. La ventaja recae en que deben destinar menos colones en la compra de mercaderías del exterior.
Villalobos señaló que en la actual dinámica los deudores en dólares, cuyos ingresos son en colones, necesitan una menor cantidad de moneda nacional para atender sus cuotas mensuales. No obstante, vale la pena resaltar que este grupo está expuesto al riesgo cambiario, es decir, que pueden verse afectados ante una subida del dólar.
“Hay beneficiarios adicionales, que no necesariamente lo buscan, pero terminan siéndolo. El Banco Central, al bajarse el tipo de cambio, queda beneficiado o ayudado en alcanzar una inflación relativamente baja”, manifestó Villalobos.
El economista añadió que el Gobierno se ve afectado por la disminución en la recaudación del impuesto sobre la renta en el Ministerio de Hacienda, pero también se beneficia porque el monto de la deuda colonizada, en dólares, ha disminuido.
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Abundancia de divisas
De acuerdo con el Informe de Política Monetaria, publicado por el Banco Central el 31 de enero de 2025, las ventanillas de los intermediarios cambiarios registraron un superávit de $6.887,3 millones en 2024.
Aunque esta cifra es menor en $475,4 millones al del año previo, sigue siendo superior a la de los cierres de 2022 y 2021. Como resultado de estas condiciones del mercado, el colón experimentó una apreciación nominal de 2,38% al final de 2024.
La mayor caída del tipo de cambio ocurrió en el primer trimestre, efecto que se revirtió parcialmente en el segundo trimestre. Posteriormente, dicho indicador retomó la tendencia a la baja, pero de forma más moderada que al inicio del año.
El Banco Central aprovechó esta abundancia de divisas para mantener su participación en el mercado cambiario como demandante neto (compra más de lo que vende), con el fin de alimentar sus reservas monetarias y satisfacer la demanda del sector público.