París. La agricultura intensiva y la deforestación amenazan las capacidades del planeta para enfrentar las necesidades humanas, advirtió la ONU el domingo, en vísperas del inicio en Arabia Saudita de la COP16 sobre deserfificación y degradación de los suelos, con asistencia de casi 200 países.
La Convención de Naciones Unidas sobre la lucha contra la desertificación (CNULCD) considera que es necesario restaurar 1.500 millones de hectáreas, el 10% de todas las tierras emergidas del planeta, antes del fin de la década.
“Si fracasamos en reconocer el papel esencial de las tierras y tomar las medidas apropiadas, las consecuencias aumentarán” y “crecerán la dificultades para las generaciones”, declaró el secretario ejecutivo de la CNULCD, Ibrahim Thiaw.
Este nuevo informe publicado por científicos y la CNULCD evidencia las grandes consecuencias que la agricultura impone al planeta y pide una corrección de trayectoria.
La agricultura está relacionada con el 23% de las emisiones de gas con efecto invernadero, 80% de la deforestación y 70% de la utilización del agua dulce.
“Estamos al borde de un precipicio y debemos decidir retroceder y tomar medidas de transformación o continuar por el camino de cambios irreversibles en materia de medio ambiente”, subrayan Ibrahim Thiaw y Johan Rockstrom, del Instituto de investigación de Potsdam sobre el clima en el prefacio del informe.
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“La expansión de las tierras agrícolas puede tal vez nutrir más gente a corto plazo, pero puede acelerar la degradación de los territorios, la pérdida de biodiversidad, y por lo tanto la seguridad alimentaria a largo plazo”, agregan.
Más allá de la disminución del bosque, la agricultura industrial utiliza muchos productos químicos, abonos y pesticidas, que crean zonas muertas en los flujos de agua, dañan la biodiversidad y aumentan las emisiones de gas que calientan la atmósfera. La mala gestión del agua afecta los recursos de agua dulce.
Apoyándose en 350 fuentes investigativas, el informe utiliza el concepto de los límites planetarios, o sea “el espacio de funcionamiento seguro” para que el mundo siga siendo habitable para la mayoría de las especies.
Seis de los nueve límites planetarios, cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad, cantidad de productos químicos sintéticos (entre ellos plásticos), escasez de agua dulce y equilibrio del ciclo de nitrógeno, ya están en cifras rojas.
Dos de los tres que faltan, acidificación de los océanos así como contaminación de partículas en la atmósfera, se encuentran en el límite y solo la capa de ozono está bajo el umbral de alerta.
Las soluciones planteadas incluyen la lucha contra la corrupción, la mejora de la gestión del agua y la reforma de la agricultura.
El informe recomienda también destinar centenares de millones de dólares de subsidios agrícolas nefastos o ineficaces a prácticas agrícolas más sustentables.
Según los datos comunicados por los gobiernos a la CNULCD, la degradación de las tierras aumenta en un millón de kilómetros cuadrados por año, equivalente casi a la superficie de Bolivia.