Los aranceles o impuestos de entrada de arroz, leche y pollo comenzaron un periodo de 10 años de reducciones paulatinas, en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Centroamérica.
La primera baja se aplica desde el 1.° de enero pasado, luego de una etapa de 10 años de gracia, acordada en el TLC.
El tributo para traer arroz de Estados Unidos bajó de un 35% a un 33,1%, recordó Eliécer Araya, presidente de la Corporación Arrocera Nacional. De esa manera se disminuye por primera vez, mediante un TLC, la protección a ese producto. En el 2025 ya no se pagará impuesto.
Los gravámenes para la leche cayeron de un 65% a un 59,4%. Igualmente, al iniciar el 2025, ya no habrá arancel.
En tanto, el tributo para el pollo quedó en 130,8% este año, tras una reducción del 10%. No habrá arancel en el 2022.
Sin preparación. Araya y el presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, José Antonio Madriz, coincidieron en que los sectores no se han preparado para afrontar la competencia tras pasar los 10 años de gracia.
Los dos dirigentes coincidieron, en declaraciones por separado, en que el Estado debe desempeñar un papel central en esa preparación, pero ningún Gobierno se ha interesado en ello.
Por ejemplo, se requiere riego y los proyectos los debe hacer el Estado, dijo Araya.
El ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Felipe Arauz, dijo que eso es parcialmente cierto, porque hay en marcha programas de mejoramiento de productividad. Llamó a los sectores a preocuparse porque es necesario elevar los rendimientos ante la competencia.