Luego de un mes del cierre de la frontera de Nicaragua a las exportaciones de productos avícolas costarricenses, debido a la presencia de casos de influenza aviar, está previsto que el 6 de marzo, las autoridades del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) envíen a la Organización Mundial de Sanidad Agropecuaria (OMSA), el aviso de que en el país no se han presentado más casos.
La información la confirmó William Cardoza, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Avicultores (Canavi). Él indicó a La Nación que durante esta semana están reunidos los directores de sanidad agropecuaria de los países de la región centroamericana en un encuentro de la Organización Internacional Regional de Salud Agropecuaria (Oirsa) en El Salvador y ahí abordan esta situación.
Las exportaciones avícolas hacia Nicaragua están suspendidas desde el 2 de febrero, después que el Senasa de Costa Rica alertara de un nuevo foco de influenza aviar en el cantón de Parrita, en Puntarenas. Desde entonces las autoridades de sanidad agropecuaria del vecino país restringieron la frontera. Un día después Honduras tomó la misma decisión.
“Tengo entendido que este lunes 6 de marzo se va a estar enviando la notificación oficial a OMSA y las autoridades de Nicaragua y Honduras sobre el cierre del caso, en El Salvador han conversado de previo, esperamos que todo salga bien y se pueda hacer la notificación el lunes”, indicó el representante de los avicultores.
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Sin embargo, aclaró que la reanudación de las exportaciones no es inmediata, pues dependerá de cada socio comercial la manera en que tramitará la reapertura. “Si la van a atender de una vez, si quieren venir a realizar inspecciones de los resultados en laboratorio o exigir algún requisito adicional”.
Relató que antes del caso de Parrita, Nicaragua había solicitado pruebas genéticas específicas, llamadas PCR, con resultados negativos para certificar las exportaciones. “Es un protocolo apropiado para mantener el comercio funcionando”, indicó.
Las potenciales pérdidas a causa de esta restricción el sector las estima en $2 millones mensuales que es el valor de las exportaciones.
Cardoza comentó que hay empresas con altas expectativas de reanudar el comercio hacia estos dos países pero también hay otras con cautela atentas a los casos de gripe aviar.
“El problema es que como la producción no es instantánea, sino que se tiene que ir programando, una vez que los huevos se meten en incubadora para producir pollitos y pollitas, si aparece un caso tendrían que destruir los huevos y asumir la pérdida”, explicó.
Durante 2022 Costa Rica tuvo una producción de 154 millones de kilogramos de carne de pollo con un consumo per cápita de 31,5 kilogramos por persona por año y 1.200 millones de huevos con un consumo de 240 huevos por persona al año, según datos de Conavi.
Avícolas de Nicaragua sin cálculos de afectaciones
Donald Tuckler, director de la Asociación de Productores Avícolas de Nicaragua (Anapa), recordó que el periodo mínimo establecido por OMSA en estos casos es de 28 días desde que se establece la cuarentena, dependiendo de cada evento sanitario.
Por lo que dependerá de las autoridades sanitarias costarricenses cuándo oficializarán la comunicación a OMSA. “Hay que esperar la notificación de Senasa para que comunique a OMSA quien le informará responsablemente a todos los países miembros y en ese momento cada país, a nivel oficial, tomará la decisión respecto a las medidas que haya impuesto”.
Dijo que esperarán la notificación del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA). “A los privados lo que nos corresponde es acatar las medidas que ellos pongan”.
Respecto a los efectos de estas restricciones en la industria avícola nicaragüense, que importaba material genético tico como insumo para la producción, dijo que cada productor busca como atender las limitaciones que enfrenta.
“El suplir de alimentos en Nicaragua es un esfuerzo en el que cada productor busca como suplirse de los proveedores a los cuales se tiene acceso. Si Costa Rica como país era uno de esos proveedores y tuvo una limitación, entonces los productores buscan otros proveedores”, señaló.
Dijo que en la medida que los avicultores nicaragüenses logren sustituir ese abastecimiento, en este caso de genética, así lograrán minimizan el impacto.
Tuckler se refirió a que las cifras oficiales dieron como resultado un aumento del 10% en la producción de carne de pollo durante los dos primeros meses del año y en el caso del huevo del 4%. En el 2022 cerró con una producción de 339,6 millones de libras de carne de pollo (154,36 millones de kilogramos) y 1.014 millones de huevos, equivalente a un consumo de 151 unidades por persona.