Para cumplir su promesa de reactivar la producción agropecuaria, el nuevo Gobierno se enfrentará con áreas que deben mejorar los rendimientos y están atrasadas en tecnología y en innovación.
El objetivo de volver los ojos al sector agrícola fue repetido por el presidente electo, Luis Guillermo Solís, el propio día de la segunda ronda, el 7 de abril, al salir de la misa en la Catedral Metropolitana.
Luis Felipe Araúz, coordinador de la comisión agrícola del Partido Acción Ciudadana (PAC), y José Joaquín Salazar, ingeniero agrónomo y exdiputado de esa agrupación, también estiman que los apoyos deben dirigirse a los pequeños productores.
Empero, la baja eficiencia afecta en más grado a la producción para consumo interno, como los granos (arroz, frijoles y maíz), donde están los pequeños.
En la agricultura para la exportación, Costa Rica ha sido exitoso.
Sin embargo, también empieza a preocupar el estancamiento de los rendimientos por hectárea de algunos de esos productos.
Así lo advirtió Miguel Ángel Arvelo, representante de la Oficina para Costa Rica del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Análisis aportados por el IICA indican, por ejemplo, que en arroz Costa Rica tuvo un rendimiento promedio, en el periodo 2006-2011, de 3,9 toneladas por hectárea, contra 7,76 de Uruguay y 4,23 de Brasil, países de dónde se importa el grano en los últimos años.
Los mismo sucede en maíz y frijol si se compara a Costa Rica con países de los cuales se importan esos alimentos.
En algunos cultivos de exportación ya hay preocupaciones, como café, aunque en otros el país lidera en rendimientos sobre sus competidores, como el banano.
En esa fruta, Costa Rica, con 44,88 toneladas por hectárea, lidera sobre el mayor productor mundial, Ecuador, que tiene 33,60 toneladas.
Criterios. No obstante, Araúz –quien es el actual decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica– y Salazar apoyan garantizar la producción para consumo interno, aunque sea más barato importar.
Argumentan que cosechar aquí genera valor agregado, empleo y reactivación rural.
“Cuando hago la comparación de precio no me dice nada: eso es simplista. Producir aquí dinamiza la economía, genera empleo, desarrollo rural, beneficia al que vende agroquímicos, a la finca, a quien hace el transporte y colabora con la huella carbono... si se importa solo una o dos personas se benefician”, argumentó Salazar.
Araúz dijo que en la producción local hay rubros sensibles amenazados por las exportaciones. “Queremos volver ese grupo para mercado local. Volverlo más competitivo, mejorar la parte de productividad, reducir costos de producción y desarrollar formas de mercadeo creativas que acerquen al que produce con el consumidor”, señaló .
Arvelo dijo que se deben mejorar los rendimientos en la cadena arrocera, maíz y frijoles, por un lado, y modernizar el sistema productivo en los tradicionales de exportación, como café y banano, por otro.
El economista y exministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, dijo que Costa Rica tiene en las últimas tres décadas el mejor desempeño de América Latina en el margen extensivo (subiendo la productividad mediante cambios en el uso de la tierra, sustituyendo en ciertas zonas las cosechas incorrectas por otras más idóneas) a la vez que uno de los peores en el margen intensivo (subir la productividad dentro de una misma cosecha).