El cacao de Costa Rica cuenta con características de calidad para posicionarse en el mercado internacional. La oferta del país es de un grano fino que garantiza mejores precios y estabilidad en la demanda, a diferencia del cacao ordinario producido principalmente en África. El incremento de los rendimientos y la mejora genética avanzan, aseguran especialistas consultados por La Nación.
En 2023, las exportaciones de cacao en grano generaron $1,15 millones, un incremento del 18,7% respecto a 2022. Se colocaron 325 toneladas del grano, un reflejo de la incipiente producción nacional que, según especialistas, tiene un alto potencial de crecimiento y generación de divisas.
La mayor variedad del cacao costarricense es del tipo trinitario, originario del Caribe y clasificado como cacao fino. Este año, el grano ha tomado relevancia debido a que el precio internacional del cacao ordinario (bulk) ha mostrado valores récord. En abril pasado, superó los $11.000 por tonelada debido a la reducción de la oferta por efectos climáticos en los principales países productores de África Occidental: Costa de Marfil y Ghana.
Sin embargo, desde entonces la tendencia ha sido a la baja. Este 5 de julio los futuros a setiembre en Nueva York se cotizaron en $7.832 la tonelada y hacia finales de junio la referencia era de $6.524, según los precios promedio diarios de la Organización Internacional del Cacao (ICCO por sus siglas en inglés). No obstante, estos niveles no marcan la tendencia de los precios del cacao costarricense.
Aldo Sánchez, propietario de Nortico Cacao Farms, emprendimiento dedicado desde 2017 a la producción de cacao y comercialización de chocolate, se refiere al comportamiento actual de los precios. “Los precios del cacao ordinario se van a estabilizar, no es correcto ni sano tomarlos como referencia. Debemos abrir camino en términos de diferenciación”, comenta. El objetivo es crear tratos directos con clientes seleccionados. Bajo este esquema, el año pasado lograron colocar una tonelada de cacao en Alemania.
Sánchez, vinculado al sector del cacao por tradición familiar y mediante la investigación científica, considera que la demanda nacional puede incrementarse manteniendo la calidad del producto y el manejo poscosecha. En su opinión, Costa Rica debe apuntar a mercados diferenciados y selectos debido a que la oferta aún no es masiva. “Podemos dar la imagen de un cacao con características sobresalientes”. En su experiencia, logró vender el producto a $7,5 por kilo cuando la referencia del cacao ordinario estaba en $4. Sánchez estima que el precio del cacao diferenciado podría mantenerse en $7 por kilo ($7.000 por tonelada).
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Sánchez, junto a su esposa de origen noruego (de ahí el nombre de la empresa), inició con cuatro hectáreas de cacao en Turrialba y ha extendido otras cuatro hectáreas que están en fase de preparación. Además, comercializan los chocolates que producen a nivel nacional y exportan a Europa. Indica que se están enfocando en una línea de nicho específico de mercado. La empresa obtuvo en 2023 el Premio Cacao de la Excelencia en la edición nacional.
Además, desarrollan un programa de cacao orgánico que incluye a 52 agricultores de Turrialba, quienes iniciarán las primeras siembras de cacao a finales de este año. Sánchez recuerda que la producción del grano se vio afectada décadas atrás por la plaga de Monilia, un hongo que diezmó la actividad. Desde entonces, se han realizado esfuerzos desde instituciones especializadas, para lograr su reactivación.
Cacao tico con mejor precio
Rocío Fallas, especialista en cacao del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), apunta que una de las ventajas del cacao costarricense es su calidad, lo que permite su comercialización internacional mediante contratos individuales de manera directa, sin regirse por los precios de referencia del cacao ordinario. En mayo, el precio del cacao en grano costarricense comercializado en Europa fue de $4.900 por tonelada, según datos de la entidad.
En 2022, el precio promedio por tonelada pagado al cacao costarricense superó en más de $1.000 al cacao ordinario, ubicándose en $3,45. Fallas indica que algunas fincas están mejorando la productividad. Del total de la producción, estimada en 700 toneladas en un área de 3.420 hectáreas, el 50% se exporta y el 50% se utiliza para el consumo nacional. Las principales zonas productoras del país son las regiones Caribe y Norte. El 60% de la producción se concentra en tres cantones: Talamanca, Upala y Limón.
En el territorio nacional se calculan 1.500 productores, el 38% en zonas indígenas y 31% de fincas lideradas por mujeres. El promedio nacional es de dos hectáreas por productor. El principal mercado es Europa, por lo que Fallas llamó la atención sobre la necesidad de que los exportadores de cacao cumplan con las regulaciones del Pacto Verde, específicamente con el Reglamento 2023-1115, que obliga la exportación de una lista de productos hacia la Unión Europea (UE) con una producción libre de deforestación.
El Reglamento 2023-1115 de la UE, aprobado en mayo de 2023, entrará en vigencia el próximo 30 de diciembre y está dirigido a la carne de bovino, café, cacao, palma aceitera, caucho, soya y madera. Este reglamento obliga a los operadores comerciales (exportadores e importadores) de los 27 países del bloque a no comercializar sin certificación esta lista de materias primas asociadas a la deforestación y la degradación ambiental.
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Juan Ramírez, coordinador del programa Descubre de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), enfocado en la diversificación de los productos agrícolas de cara a la exportación y la inversión extranjera directa, indica que el sector del cacao enfrenta limitaciones en infraestructura para mejorar la oferta exportable.
Ramírez considera que hay una gran oportunidad con el cumplimiento de las normativas del Pacto Verde, ya que el grano se produce en sistemas agroforestales que brindan la ventaja competitiva de ser libres de deforestación. Procomer viene desarrollando guías técnicas, la entrega de fondos no reembolsables, la promoción del sector en ferias internacionales y en el certamen nacional de calidad del cacao.
Mejora en la calidad génetica del cacao tico
Rolando Cerda, jefe de la Unidad de Agroforestería y Mejoramiento Genético en Café y Cacao del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), explica que la región centroamericana cuenta con la variedad trinitaria, que por sus características de sabor y aroma es calificada como fina, lo que garantiza un mejor precio en el mercado internacional. Señala que en los últimos 15 años ha habido una reactivación de la cacaocultura en el país, solventando los bajos rendimientos que mostraba el sector, calculados en unos 300 kilos por hectárea por año.
Esto se ha logrado mediante el mejoramiento genético con clones y variedades mejoradas. El Catie ha liberado seis clones que ya se cultivan en la región centroamericana, con los que se logra duplicar los rendimientos promedio.
El especialista indica que en Costa Rica unos 300 productores ya utilizan los clones, y la cifra va en aumento. “Nuestra visión es que hay que moverse hacia una cacaocultura moderna sin olvidarse de lo tradicional”, con lo que recomienda incluir en las plantaciones árboles de sombra para garantizar la captura de carbono, la regulación del agua y la conservación de los suelos. Añade que junto con las universidades nacionales están experimentando nuevos métodos de fermentación para lograr un cacao más diferenciado con sabores diferentes que pueden interesar al mercado externo. “Sí hay una oportunidad para mejorar el sector y depende del incentivo del gobierno”, comenta.
Maricel Presilla, fundadora del International Institute of Chocolate and Cacao Tasting (Instituto Internacional de Catación de Chocolate y Cacao), lleva dos años realizando talleres en Costa Rica. Su última visita fue en mayo pasado. “Pienso que es un país prometedor, no tiene gran producción de cacao, pero hay un gran interés en el mejoramiento de la calidad y una generación de chocolateros de alto nivel que necesitan ayuda para la promoción”.
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Presilla indica que los productores de cacao fino tienen compradores de largo plazo, “gente muy comprometida”. Recomienda desarrollar cosechas cuidadosas para venderlo a buen precio. “Pienso que el cacao tiene gran futuro en Costa Rica, es lo que he visto. El país tiene un tesoro natural, lo tiene todo, podría tener el mejor cacao de toda Centroamérica. Tiene una ventaja enorme por muchos motivos: la seguridad, el tipo de clima, de suelo. Lo tiene todo”, asegura.
Edgar Campbell, presidente de la Cooperativa de Productores de Cacao y Servicios Múltiples del Caribe Sur (Coopecacao Afro), asegura que Costa Rica tiene un producto de “primerísima” calidad gracias a la mejora genética y las ventajas que aportan los microclimas. “Hemos venido aprendiendo además al manejo poscosecha para hacerlo más agradable al paladar y visible en el contexto internacional”.
Campbell confirma que los rendimientos no son los adecuados. “Estamos en la curva de aprendizaje, mejorándolos a través de paquetes tecnológicos y con las capacidades propias”. Menciona que en los últimos tres años se ha incrementado la productividad, en algunos casos logrando 500 kilos por hectárea. Los productores caribeños están recuperando áreas en abandono para utilizarlas en la producción. La cooperativa tiene ocho años, 29 miembros y 112 hectáreas.