Copey de Dota y San José.
Los aromas frutales, entre ellos los cítricos, el cuerpo de la bebida y los sabores percibidos por catadores europeos, norteamericanos, asiáticos y latinoamericanos hicieron que lotes de café de la zona de Lourdes de Cirrí, en Naranjo, y de Copey de Dota, en Los Santos, predominen como los mejores de Costa Rica.
Así lo determinan las catas de las seis ediciones más recientes del concurso Taza de la Excelencia. Tres lotes de café de Lourdes de Cirrí y dos de Copey de Dota ganaron en los últimos cinco años. En el 2012, se "coló" un lote cultivado en San Francisco de San Isidro de Heredia.
Los cafés ganadores son pequeños lotes (de entre 25 y 60 sacos de 60 kilos) cuyo proceso se inicia con variedades probadas de alta calidad. Además, reciben cuidados especiales en fertilización, control de plagas y otros en la plantación, se realiza una recolección del grano donde solo se corta el maduro y, al final del proceso, hay un beneficiado (industria) también con detalles especiales, entre ellos el secado al sol (no en hornos o máquinas) para garantizar la calidad final.
¿Qué obtienen los productores de todo este proceso esmerado y cuidadoso? Prestigio en el mercado internacional del café de alta calidad, un premio o precio superior por quintal respecto a la Bolsa de Nueva York (principal mercado de referencia), menos regateo de los compradores al fijar el valor, más visitantes de numerosos países a las fincas para negociar directamente las compras y una gran motivación para seguir en el negocio.
Dos de los ganadores de los últimos años, Manuel Antonio Barrantes, de Cirrí, y Josué Navarro, de la familia ganadora del concurso en el 2014, en Copey de Dota, coincidieron en que la proyección internacional y el interés creciente de los compradores por el producto de alta calidad es el mayor legado de su triunfo en Taza de la Excelencia.
LEA: Lote de café de Costa Rica se vendió a precio récord de $5.900 el quintal
Ese concurso es propiedad de la organización internacional Alliance for Coffee Excellence (ACE) y en nuestro país se realiza en coordinación con la Asociación de Cafés Finos de Costa Rica y con el patrocinio del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé). Es de participación voluntaria y el producto se somete a todos los requisitos del programa. La calificación del café está a cargo primero de catadores locales y al final se somete a consideración de catadores expertos de varios países.
Dos zonas
Las fincas Fidel, Leoncio y Sumava de Lourdes S. A., de Lourdes de Cirrí, son tres de los ganadores del café de alta calidad de los últimos seis años. "Lourdes es una zona privilegiada, por su clima, suelos y aguas", dijo Barrantes, dueño de la finca Leoncio. A eso se añade, aseguró, un trabajo diferenciado en las fincas, tanto de él como de los vecinos que también obtuvieron el primer galardón en el certamen de alta calidad.
Aunado a esas condiciones, los cafetaleros de esa región de Naranjo adaptan a la zona nuevas variedades, agregó Barrantes.
Del otro lado, en los cerros de Copey de Dota, la familia Navarro le ha sacado provecho a la proyección internacional, tras su triunfo en el concurso, en el 2014. Esa exposición, que se produce cuando las muestras del café se envían a varios países y cuando visitantes de muchos sitios llegan a la finca, conlleva un gran posicionamiento internacional, explicó Josué, hijo de los dueños de la finca La Meseta de Segueto, ganadora hace tres años.
ADEMÁS. Café de Costa Rica logra precio de $4.210 el quintal
Este año el premio fue para un proyecto que nació en el 2011, en una conversación de amigos, cuando Johel Monge Naranjo y Manuel Salas Araya, se hicieron socios y decidieron cultivar café bajo el nombre de Grupo Los Grandes. Pero no se imaginaron que en el 2017 un lote de su finca iba a ser catalogado como el de más calidad de Costa Rica, tras las pruebas de catadores de nueve países.
Su finca San Antonio también está en los cerros de Copey de Dota, con alturas entre los 1.800 y 2.200 metros sobre el nivel del mar, donde las tierras, el clima, el suelo, las aguas y otros factores se combinan igualmente con la pasión de los productores para tener el mejor producto.
La finca de las familias Salas y Monge es vecina de la de los Navarro.
Johel Navarro aseguró que esta sociedad para cultivar café nació en una reunión de amigos entre él y Salas. Fue en el 2011 y la idea era "sembrar la finca para tener una pensioncita".
Cultivaron diferentes variedades en la finca, siempre con el objetivo de ofrecer café de calidad. Tienen Geisha (el ganador del premio), Catuaí rojo, Catuaí amarillo, Villa Sarchí, Moka y Borbón.
El director ejecutivo del Icafé, Ronald Peters, recordó que Costa Rica se ha distinguido por la calidad de su café. El precio promedio para la totalidad del café que exporta el país es superior entre $45 y $50 por quintal (46 kilos) con respecto a la Bolsa Mercantil de Nueva York, el principal mercado de referencia.
Agregó que Costa Rica puede asegurar que el 70% del grano que exporta se puede catalogar como especial.