La Contraloría General de la República advirtió de debilidades en el control de préstamos para ayudar a los cafetaleros en el control del hongo de la roya, el cual causó problemas en las fincas desde el 2011.
Las fallas se detectaron en el Fideicomiso de Apoyo a Productores de Café Afectados por la Roya, creado mediante la ley 9153 y que se financió con $40 millones procedentes del Presupuesto Nacional, más un aporte de las ganancias del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
“Se determinaron debilidades en los mecanismos y procedimientos de control aplicados a los proyectos financiados con los recursos del Fideicomiso de la Roya”, enfatiza el informe DFOE-EC-IF-00022-2016 , emitido por la Contraloría.
“Lo anterior, por cuanto se estableció que la administración del Fideicomiso no realizó, para el otorgamiento de los créditos a los 16.672 beneficiarios, una verificación previa de la tenencia de la tierra y el estado del cultivo en cuanto a la afectación de dicha enfermedad”, añade el informe.
Ese fideicomiso entregó créditos a tasas preferenciales, de hasta un 4%, como ayuda para asistencia a los cafetales, podas o renovación de plantaciones.
Riesgo. Según la Contraloría, el fideicomiso había entregado créditos por un monto total de ¢23.965 millones a julio pasado.
Las debilidades ponen en riesgo de incumplimiento los fines de creación del fideicomiso y las responsabilidades asignadas a las instituciones involucradas, aseguró el ente contralor.
El ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Felipe Arauz, dijo que posiblemente la Contraloría no tuvo la información suficiente porque se cumplieron todos los controles y el plan de emergencia dio un excelente resultado. El MAG fue la entidad encargada de controlar y fiscalizar el fideicomiso.
La viceministra del MAG y encargada del tema de café, Ivannia Quesada, detalló que les explicaron a los funcionarios de la Contraloría la necesidad de atender la situación a prisa porque era un asunto urgente.
“Hay que poner los pies sobre la tierra y entender que se trataba de una emergencia. Si nos dedicamos a visitar finca por finca nos tardamos más de un año sin girar los créditos”, enfatizó Quesada.
Por tal situación, explicó, se basaron en los estudios del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) y sus estaciones de clima para definir el primer desembolso.
Para el segundo desembolso, y una vez atendida la emergencia, se realizó el estudio finca por finca, según la viceministra.
Aunque todavía afinan los datos, Quesada dijo que en ese estudio se determinó que un 86% de los beneficiados con préstamos cumplieron con el plan.