La cosecha cafetalera 2023-2024 de Costa Rica se verá reducida en 12,6% respecto a la jornada anterior, principalmente debido a las lluvias que provocaron la caída y daños en la calidad de los frutos. Se prevé una producción de 1,67 millones de fanegas, en comparación con los 1,91 millones logrados en el periodo 2022-2023, según confirmaron fuentes del sector.
En Costa Rica, la cosecha cafetalera no es uniforme, ya que varía dependiendo de la altitud donde se produce el fruto, existiendo zonas de maduración temprana (regiones bajas) y maduración tardía (altas). Generalmente, la recolección en las zonas tempranas finaliza en diciembre, mientras que en las tardías concluye entre febrero y marzo.
El Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) registra siete regiones productoras, siendo la zona de Los Santos la que genera el mayor volumen, seguida por el Valle Occidental, Valle Central, Pérez Zeledón, Coto Brus, Turrialba y la zona norte.
A nivel nacional, el avance promedio de la cosecha se estima en 45%, aunque hay zonas, como Los Santos, donde la recolección del grano lleva un avance del 75%, asegura el productor Fernando Naranjo. En esta zona, que aporta el 40% de la producción nacional del café, las lluvias de diciembre provocaron la maduración temprana, adelantando la cosecha por la caída del grano y, en otros casos, por las afectaciones a la calidad.
La pérdida de calidad (fruto rajado) provoca menor valor del producto al momento de venderlo en los beneficios, ya que es pagado por grano entero (incluida la pulpa, el mucílago o miel y la semilla), explica Naranjo. De acuerdo con las estimaciones de Icafe, la reducción de la cosecha en la zona de Los Santos será de 151.344 fanegas, una baja de 20% respecto a lo registrado en la producción anterior.
Martín Hidalgo, gerente técnico del Icafe, refiere que las estimaciones de resultados de la producción se obtienen con base en una encuesta sistemática por provincia, cantón y distrito. En la actual cosecha se realizaron tres proyecciones en los meses de julio, setiembre y diciembre. En este último, ya se percibió la reducción de los rendimientos debido al exceso de lluvias a partir de octubre.
Las encuestas se hacen mediante 320 consultas a los beneficios, técnicos de cooperativas y productores en el ámbito nacional. El último dato estimado es una producción de 1.672.881 fanegas, lo que representa la disminución del 12,6% respecto a la cosecha 2022-2023.
En cuanto a la mano de obra, que en la zona de Los Santos ahora es principalmente garantizada por recolectores indígenas de Panamá, el productor Fernando Naranjo indicó que, a pesar de las afectaciones de tránsito que provocó la crisis sociopolítica del vecino país, ocurrida entre octubre y noviembre pasados, y que retrasó la llegada de los cortadores, la situación climática se impuso para generar las pérdidas.
Martín Hidalgo, del Icafe, confirma también el efecto de la situación de Panamá en la llegada a tiempo de la mano de obra recolectora.
Miguel Castro, productor del Valle Central, señala que la cosecha en la zona de Poás lleva un avance del 90%, mientras que en las zonas más altas se calcula en 70%. El cafetalero estima que lograrán una producción del 70% en comparación con lo logrado en la cosecha anterior.
Castro explica que desde el inicio del ciclo, en marzo pasado, el exceso de lluvias provocó la proliferación de la antracnosis (un hongo que se manifiesta con manchas oscuras en las hojas, frutos y ramas), otro factor que incidió en los bajos rendimientos, además de la pérdida de la producción por el exceso de precipitaciones ocurridas en octubre y noviembre.
Por su parte, Ricardo Solís, productor de la zona de Coto Brus, al sur del país, indica que año con año la actividad cafetalera viene mermando en esta región, debido a factores de costos y en el actual contexto, por la incidencia negativa que representa la apreciación del tipo de cambio del colón para el sector exportador, unido a bajos precios en el mercado internacional.
Solís calcula que debido a la obtención de menos colones por dólar, se dejarán de percibir unos ¢25.000 colones por fanega, respecto a la cosecha pasada. También coincide en que los efectos climáticos que provocaron las lluvias de diciembre ocasionaron la caída del café, resultando en una disminución en la producción.
Juan Diego Araya, vicepresidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Café, coincide con el análisis realizado por Icafe en diciembre pasado, que plantea que la principal causa de la reducción de la producción es la caída del grano a causa de las lluvias.
La maduración del fruto del café tarda entre ocho y nueve meses a partir de la floración de la planta, que depende de los niveles de lluvia a principios del año, explica Martín Hidalgo, del Icafe. En Costa Rica, los patrones del clima llevan a la salida de las flores entre marzo y abril, obteniendo el grueso de la producción en noviembre, cuando ya está lograda la cereza del cafeto.
De acuerdo con datos del Icafe, en la cosecha 2021-2022, fecha del último informe de gestión publicado en el sitio web de la entidad, Costa Rica se ubicaba en el puesto 13 de los países productores de café a nivel mundial. La lista es encabezada por Brasil, seguido de Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, Uganda, India, Honduras, México, Guatemala, Perú y Nicaragua. Tras Costa Rica se sitúan Costa de Marfil y Tanzania.