Costa Rica exportará este miércoles 14 de marzo, el primer lote de café declarado “libre de deforestación”. Los 275 sacos, equivalentes a 18.975 kilos, fueron enviados a Trieste, Italia, como resultado de un proyecto piloto que cumple con una normativa establecida por la Unión Europea (UE), la cual entrará en vigor en diciembre próximo.
De esta manera, el país se posiciona como pionero en la implementación del Reglamento 2023-1115 de la UE, aprobado en mayo del 2023, y que entrará en vigencia en nueve meses. El instrumento obliga a los operadores comerciales (exportadores e importadores) de los 27 países del bloque a no comercializar sin certificación una lista de materias primas asociadas a la deforestación y la degradación ambiental.
Entre los productos enlistados en la normativa se encuentran el café, el cacao, los bovinos domésticos, la palma aceitera, el caucho, la soya y la madera.
Sylvanie Jardinet, oficial de Cooperación de la UE en Costa Rica, señaló en un video que los consumidores europeos quieren seguir disfrutando del café o del chocolate sin sentirse culpables por la deforestación. Añadió que hubo una gran movilización en Europa y de ahí nació el reglamento de “cero deforestación importada”.
Aunque Costa Rica ha desarrollado la producción cafetalera sin deforestación durante años, basándose en el marco jurídico nacional como la Ley Forestal (N.º 7.575) vigente desde 1996, el reglamento de la UE ahora exige la debida diligencia, demostrando los resultados, a partir del 2020, en función del estado de los bosques.
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La exportación de este primer contenedor de 20 pies cargado de café fue lograda en el marco del proyecto piloto desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) y Coopetarrazú. El envío del lote está a cargo de Exclusive Coffees y el importador en Italia es Illy Caffè.
Gustavo Jiménez, director ejecutivo de Icafé, destacó que el Reglamento 2023-1115 forma parte de la iniciativa del Pacto Verde adoptada por la UE en el 2019. El proyecto piloto se desarrolló durante ocho meses.
Para poder concretar la exportación, que tiene que estar debidamente documentada, las plantaciones de café deben contar con geolocalización, y los productores deben firmar una declaración jurada que certifique que la plantación está libre de deforestación.
Asimismo, tanto las firmas beneficiadoras como los exportadores deben cumplir con ciertos procedimientos, incluida la adopción de la declaración de debida diligencia (due diligence).
Jiménez explicó que la UE estará evaluando los mapas de geolocalización establecidos para corroborar que las plantaciones no hayan incursionado en áreas forestales. Además, señaló que las referencias geográficas se desarrollaron con base en modelos y asesoramiento proporcionados por la oficina de la UE en Costa Rica.
En busca de mejores precios
Xinia Chaves, consultora del PNUD y exdirectora ejecutiva de Icafé, explicó que el mercado de la UE representa el 38% de las exportaciones del café costarricense, equivalentes a unos 600.000 quintales. En su opinión, adelantarse nueve meses a la entrada en vigencia del Reglamento 2023-1115, con esta primera exportación, abre oportunidades para el país.
“Esto podría ser una gran oportunidad de mercado, aumentando la demanda por el café de Costa Rica y, por supuesto, con un reconocimiento adicional en los precios”, indicó Chaves.
La consultora del PNUD explicó que la interpretación correcta del concepto es que no se incursionó en espacios forestales para producir café, ya que generalmente en los cafetales se realizan podas de sombras y renovaciones forestales, lo que no debe interpretarse como deforestación.
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Indicó que se eligió a Coopetarrazú por su experiencia en exportaciones hacia la UE. El proyecto será replicado en el ámbito nacional. Chaves aseguró que el reglamento se aplicó con la máxima exigencia, con el objetivo de lograr un cumplimiento efectivo. Inicialmente, el piloto comenzó con 50 productores y concluyó con 69.
El proyecto permitió la elaboración de una Guía de Implementación. La geolocalización se hizo mediante la plataforma CRCafé del Icafé y se cuentan con más de 4.500 puntos georreferenciados en 11.000 hectáreas, equivalentes a 325.000 quintales, que ya están disponibles para exportarse bajo el reglamento, indicó Gustavo Jiménez.
Costa Rica cuenta con 93.697 hectáreas dedicadas a la caficultura e involucra a 26.725 familias productoras, según los datos de Icafé.
Tanto Chaves como Jiménez coincidieron en que cumplir con el reglamento de la UE y contar con esa cantidad de café ya disponible podría convertirse en una ventaja competitiva para Costa Rica en este mercado. Chaves mencionó que incluso podría exportarse molido y empacado para consumo.
Maureen Ballesteros, coordinadora del proyecto Pago Basado en Resultados del PNUD, que canalizó fondos para el piloto, indicó que el sector cafetalero se ha estado preparando durante los últimos 10 años con la implementación de las Medidas de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMA, siglas en inglés) para reducir las emisiones que contribuyen al cambio climático.
Ballesteros agregó que los sacos de café de exportación llevarán un sello diseñado por el PNUD para identificar este producto libre de deforestación.
Kifah Sasa, representante residente adjunto del PNUD en Costa Rica, señaló que el énfasis en la reforestación se debe a que las dos principales causas de pérdida de biodiversidad en el planeta son la expansión de la frontera agrícola y la urbanización. De ahí las acciones encaminadas a eliminar la deforestación en la producción de productos agrícolas.”
El proyecto Pago Basado en Resultados, cuantificó las emisiones evitadas de carbono mediante la no deforestación en el país entre 2014 y 2015, posteriormente el volumen fue canjeado por dinero con el Fondo Verde del Clima, que es el mecanismo financiero de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Los fondos, que totalizaron $54 millones, se distribuyen en el fondo de fideicomiso del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) para financiar pagos por servicios ambientales y control de incendios forestales mediante el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), explicó Ballesteros.
Ahora, por medio de estos recursos, cuya ejecución concluye en febrero del 2026, el PNUD aportó para el proyecto piloto del café libre de deforestación, sumado a los recursos que dispusieron Icafé y Coopetarrazú, con el fin de que los productores que participaron no incurrieran en gastos para la implementación del reglamento de la UE.