Productores, cooperativas y el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) lanzaron un llamado para aumentar la productividad de ese sector en el país, venida a menos en los últimos 13 años.
En ese lapso, el volumen de producción promedio por hectárea a cayó un 23%, en vez de mantenerse o subir.
En la cosecha del periodo 2000-2001, Costa Rica obtuvo un promedio de 30 fanegas de fruta por hectárea (corresponde a igual cantidad de sacos de 46 kilos de grano beneficiado).
Actualmente ese promedio está en 23 fanegas por hectárea y hay fincas en diversas zonas que han caído a 15 fanegas por hectárea, reconocieron, por separado, Roberto Mata, gerente de Coopedota, y Ronald Peters, director ejecutivo del Icafé.
La principal causa de este problema es la vejez de los cafetales. Más de 36.000 hectáreas (un 40%) de las 92.000 hectáreas de café que tiene el país son cafetales con edades por encima de los 30 años. Una planta muy bien cuidada tiene un promedio de vida productiva de tres decenios. Está claro que la edad reduce el rendimiento de las plantaciones.
La competencia internacional hace cada vez más visible este problema. Mata explicó que Colombia realizó fuertes inversiones en renovar los cafetales y hoy posee un promedio cercano a las 30 fanegas por hectárea.
Esa productividad y su alta calidad, muy parecida a la de Costa Rica, le permiten a Colombia un poder de negociación con precios menores en el mundo de los tostadores del grano, advirtió Mata.
Temores. Xinia Chaves, exviceministra del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y productora de café, dijo que, ante el envejecimiento de las plantaciones, se lanzó en la administración pasada un plan de renovación de cafetales y se consiguieron recursos para subsidiar los intereses.
Empero, el temor de los productores frenó el avance del programa, porque esa renovación implica sacar plantas de una parte de la finca, sembrar nuevas y tener esa área sin producir al menos durante tres años.
Según Chaves, la baja de la productividad hasta 15 fanegas por hectárea en algunas fincas es muy posible, en vista del envejecimiento de plantaciones.
Peters también afirmó que hay cafetales con esos niveles tan bajos de productividad y explicó que algo se avanzó con el plan para renovar plantas.
Desde el 2010 –cuando se lanzó ese proyecto– hasta ahora, se ha logrado renovar unas 10.000 hectáreas, explicó Peters. El problema, añadió, es que conforme pasa el tiempo, otras fincas entran entre las que están envejecidas.
Lo ideal es que una planta se mantenga en producción durante un periodo de 20 años, según las recomendaciones del Icafé.