La validación para cultivar café de la especie robusta (Coffea canephora) en Costa Rica continúa sin resultados concluyentes, seis años después de haberse aprobado su siembra. Además, aún no se ha publicado la política cafetalera que regulará su producción, según la información brindada por fuentes del sector.
Actualmente, la experimentación en pequeñas parcelas, que se desarrolla desde hace cinco años, se está trasladando a áreas semicomerciales para comprobar los rendimientos y la adaptabilidad, confirmó el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Desde mayo de 2018, mediante el Decreto Ejecutivo N.º 41110-MAG, el gobierno autorizó la siembra, cultivo, beneficiado y comercialización del café robusta en Costa Rica. Esta decisión suspendió la prohibición establecida en 1998, cuando se consideró que esta especie era susceptible a la broca del cafeto. En ese momento, el país estaba libre de esa plaga; sin embargo, se volvió a detectar en el año 2000.
El decreto establece que, dos meses después de su publicación, el Icafé debía emitir la política cafetalera que enmarcaría la siembra de café robusta en Costa Rica, incluyendo los requisitos para facilitar y permitir la trazabilidad y control de la importación de material genético, semillas o clones para la siembra o reproducción de manera ordenada y expedita.
Víctor Carvajal, jerarca del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), indicó que en mayo pasado una productora de café interpuso un recurso de amparo ante la Sala Constitucional contra la entidad y el Icafé. La demandante solicitó al MAG información sobre la política cafetalera y los estudios correspondientes a la evaluación de la adaptación y la zonificación de la especie robusta, cuyas respuestas le corresponden al Icafe, según el decreto, refirió el funcionario.
Carvajal añadió que el MAG, como rector del sector agropecuario, solicitó al Icafé el cumplimiento de los estudios y la política, sin que la institución haya logrado ejecutar con lo indicado en el decreto para habilitar la siembra controlada del café robusta.
Guillermo Trejos, presidente de la junta directiva de Icafé, indicó que la persona indicada para atender las consultas sobre el avance de la política era David Ortiz, de la oficina de comunicación de la institución. Al ser consultado, Ortiz respondió por mensaje de voz que ya había remitido las preguntas al director ejecutivo, Gustavo Jiménez. Al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.
Sobre los estudios de validación, Martín Hidalgo, gerente técnico del Icafé, explicó que a partir del decreto, el MAG encargó la identificación de las zonas del país que podrían ser cultivadas con café robusta. El análisis, realizado en conjunto con el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), dio como resultado la instalación de cinco parcelas de investigación en las zonas Norte y Pacífico Central, cada una con menos de 1.000 plantas en promedio.
La especie robusta se desarrolla por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar (msnm), en temperaturas más cálidas, entre 24 ºC y 27 ºC. Es considerada de mayor resistencia a plagas y enfermedades, y genera un grano con un sabor más fuerte en comparación con la especie arábiga, la única que se cultiva en el país a escala comercial. Este distintivo en el paladar se debe a su mayor contenido de cafeína y menor cantidad de azúcar, indicó Hidalgo.
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Actualmente, la validación está en proceso de transición de las parcelas de investigación a áreas semicomerciales, superiores a cinco hectáreas, para una evaluación a mayor escala. En esta etapa se incorporarán otros parámetros de investigación, incluyendo componentes de mecanización. Los resultados se analizarán en cuatro o cinco años, refirió Hidalgo. El especialista explicó que actualmente se evalúan 12 materiales genéticos de la especie. En las parcelas se valoró el comportamiento ante enfermedades, el perfil de las plantas y el rendimiento productivo desde el fruto hasta el grano en oro.
Elías de Melo, especialista del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), señaló que el café robusta enfrenta plagas específicas, lo que exige experiencia en su manejo. Además, recomendó retomar las buenas prácticas que se aplican en Guatemala, Nicaragua y Panamá. También destacó que cada especie de café requiere procesos de trazabilidad independientes.
Expectativas sobre café robusta
José Manuel Hernando, presidente de la Cámara de Tostadores de Costa Rica, consideró que la producción de robusta no compite con la especie arábiga. Estimó que el robusta podría ser una fuente para el café de consumo interno.
Hernando refirió que alrededor del 15% de la producción nacional de café se destina al consumo interno, ya que el mayor porcentaje, de alta calidad, se exporta. Sin embargo, este volumen no satisface la demanda, por lo que las tostadoras deben importar el grano, principalmente de Nicaragua y Honduras.
Juan Manuel Sánchez, presidente de la Cámara Nacional de Cafetaleros de Costa Rica (Camcafe), que agrupa a las empresas beneficiadoras, mencionó que el café robusta representa el 46% del consumo mundial y es demandado por su mayor contenido de cafeína. “Si se procesa en el país, podría ser una excelente alternativa productiva y una gran fuente de empleo”, apuntó.
Juan Diego Araya, directivo de la Cámara de Exportadores de Café, consideró que, debido a la tecnología instalada en el país en materia de beneficiado, la especie robusta podría ingresar al mercado internacional incluso a precios diferenciados respecto a los valores de referencia, que actualmente se encuentran en niveles récord de más de $4.400 por tonelada en la cotización del mercado de Londres. Las alzas en el precio del robusta se deben a problemas climáticos en Vietnam, principal productor de la especie a nivel global. En el continente americano, el mayor productor es Brasil.