La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió de que El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de batir récords de temperatura por lo que se experimentará calor extremo en diversas partes del mundo, incluida América Central. Mientras tanto, los productores en Costa Rica reclaman la necesidad urgente de fondos para afrontar esta situación.
Además, los pronósticos de la OMM, publicados el 4 de julio, indican que existe 90% de probabilidad de que las condiciones de El Niño sigan prevaleciendo durante el segundo semestre de 2023, lo cual hace que su impacto sea casi inminente.
En Costa Rica, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) oficializó el estado de Advertencia el 8 de mayo debido a la instalación de El Niño. Un mes después, el 7 de junio, declaró Alerta Verde para todo el territorio nacional ante los pronósticos de déficit de lluvias debido al aumento de las temperaturas.
La CNE, además, advirtió de que El Niño provocará una serie de efectos, entre ellos: la reducción de agua, afectaciones por exposición a rayos del sol, altas temperaturas, disminución en la generación de energía eléctrica debido al descenso en los embalses, aumento de enfermedades por el incremento en los vectores, riesgo de incendios forestales, contaminación ambiental y afectaciones en la agricultura.
Esta situación tiene a los productores en alerta y muestran su preocupación debido a la falta de alternativas de financiamiento hasta la fecha. Reclaman poder contar con recursos para desarrollar acciones preventivas frente a los efectos del fenómeno climático.
Productores demandan fondos
Guido Vargas, secretario general de la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios Costarricenses (Upanacional), declaró que hasta el momento no han recibido información sobre la disponibilidad de fondos para desarrollar acciones preventivas ante la llegada del fenómeno climático.
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“No ha habido ningún apoyo. Aquí no estamos pidiendo que nos regalen nada; lo que necesitamos es invertir en infraestructura para cosechar agua y aprovechar mejor este recurso”, aseguró Vargas.
Criticó que hasta la fecha no se estén tomando acciones de prevención y, además, informó de que hay zonas del país que han experimentado lluvias torrenciales, lo que también pone en riesgo los cultivos.
La fase El Niño del fenómeno climático El Niño Oscilación del Sur (ENOS) se caracteriza por dos efectos: sequía y déficit hídrico en algunas zonas, y en otras provoca el incremento de las lluvias.
“No ha habido el financiamiento necesario para afrontarlo a largo plazo y prevenir muchas cosas que requieren planificación con anticipación; en este momento, la situación se dificulta”, agregó este representante de los productores.
Mencionó que la agricultura enfrentó un momento difícil debido al aumento de costos que se inició durante la pandemia por la covid-19 y que se intensificó aún más debido a la guerra en Ucrania, lo que provocó un alza en los precios de los insumos importados. Además, se suma el impacto de la apreciación del colón.
En similares términos se expresó Renzo Céspedes, asesor de la Corporación Hortícola, quien mencionó que hasta este momento, ni las autoridades del Gobierno ni el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) han presentado la disponibilidad de recursos para atender la emergencia climática.
“El problema es que se debía actuar con anticipación desde hace tiempo, pero hasta el día de hoy, solo existen promesas de ayudar a crear reservorios de agua. Es evidente que se requieren inversiones en proyectos de almacenamiento de aguas, pero se ha actuado con tardanza, lo que puede exponer al sector productivo a serios problemas de disponibilidad de agua en el futuro”, aseguró.
Por su parte, Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga), señaló que se mantienen al tanto de las gestiones que se están desarrollando con varias entidades bancarias para la aprobación de líneas de crédito destinadas a los productores afectados por los efectos de El Niño.
Confirmó que algunas entidades financieras como el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) y el Banco de Costa Rica (BCR) han abierto líneas de cŕedito.
La alimentación del ganado y asegurar reservas de agua son las prioridades de inversión del sector ganadero. “Existen recursos disponibles en este país, según lo que nos han estado comentando en las diferentes mesas de trabajo”, indicó Obando.
Los fondos disponibles
Fernando Vargas, viceministro de Agricultura y Ganadería (MAG), afirmó que están trabajando en la fase preventiva junto con los bancos estatales y otras entidades para canalizar fondos hacia los productores. Entre estas mencionó al BNCR, el BCR, Banco Popular, Fundecooperación, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y el Sistema de Banca para el Desarrollo.
El BCR confirmó, por medio de su oficina de prensa, la disponibilidad de fondos en colones, dirigidos principalmente a micro y pequeñas empresas, con un plazo de hasta 15 años y utilizando la Tasa Básica Pasiva (TBP) como referencia de tasa de interés, la cual se encuentra en 6,14% hasta este miércoles 19 de julio.
Los fondos están destinados a diversas finalidades, tales como capital de trabajo, inversión en activos productivos, inversión en activos fijos, recuperación de capital invertido, refinanciamiento, cancelación o liquidación de deuda, entre otros, según informó el BCR.
Por su parte, Selenia Barrios, directora de Banca Empresarial y Corporativa del Banco Popular, señaló que la entidad ofrece una amplia gama de productos crediticios que pueden ser utilizados para actividades de prevención frente a los efectos del fenómeno climático. Entre ellos, mencionó el programa BP Acelera, el cual está dirigido a personas físicas y jurídicas de micro, pequeña y mediana empresa, que cuenten o no con garantías disponibles para desarrollar sus proyectos.
Dicho programa tiene un presupuesto de ¢40.000 millones, de los cuales ya se colocó más de ¢3.900 millones y se tienen en proceso otros ¢7.000 millones, explicó. También mencionó el programa Primer Impacto, el cual está dirigido a la readecuación de deudas y cuenta con recursos internos y externos por medio del Fondo Nacional de Desarrollo (Fonade).
En tanto, Marianella Feoli, directora ejecutiva de Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, explicó que tienen a disposición ¢1.000 millones para estos créditos por medio del programa de crédito Pro+Clima para personas productoras agropecuarias con montos desde ¢500.000 hasta ¢30 millones, a plazos máximos de cinco años con una tasa aproximada del 14% anual.
¢5.000 millones en proceso
El Viceministro del MAG también señaló que el SBD aprobó un primer desembolso de ¢5.000 millones para ser canalizado por los operadores financieros mediante créditos flexibles y de largo plazo, dirigidos a los productores.
Sobre el asunto, el jerarca del MAG, Víctor Carvajal, informó durante una conferencia de prensa, este 19 de julio, que los ¢5.000 millones serán distribuidos mediante un mecanismo simplificado a una tasa máxima de la TBP como referencia más 2%. De entrada, se canalizarán a través del Banco Nacional. Además, se habilitó financiamiento a través del Inder a una tasa del 4%. *
Carvajal agregó, en esta misma actividad, que el Legislativo no aprobó la ampliación extraordinaria del presupuesto del MAG por ¢1.000 millones, surgidos de la subejecución de fondos durante el primer semestre. Estos recursos estaban destinados a atender la emergencia por El Niño.
Por otro lado, Vargas mencionó el inicio de un programa de capacitación a nivel nacional para el sector agropecuario sobre buenas prácticas para enfrentar posibles afectaciones por El Niño. En este programa están involucrados el MAG, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la Universidad Técnica Nacional (UTN) y Fundecooperación.
Además, agregó que debido a la falta de una declaratoria de emergencia, actualmente no se tiene acceso a los recursos del Fondo Nacional de Emergencia, el cual es administrado por la CNE.
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Durante la conferencia de prensa de este miércoles, en la que participaron varias instituciones públicas para presentar datos de actualización sobre El Niño, Alejandro Picado, presidente ejecutivo de la CNE, señaló que la institución cuenta con un presupuesto de ¢4.000 millones en caso de que se haga efectiva la declaratoria de emergencia.
Aclaró que este no es el tope presupuestario y que el Fondo Nacional de Emergencia está en capacidad para asumir las inversiones necesarias para atender el impacto del fenómeno. Picado indicó que el impacto económico de El Niño en ocasiones anteriores rondó los ¢30.000 millones.
Datos no dejan dudas
El Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI por sus siglas en inglés), en su último análisis, incrementó al 96% la probabilidad de que El Niño se desarrolle entre los meses de junio y setiembre. En su reporte anterior, calculaba una probabilidad del 88%.
El Modelo IRI, como es conocido, se basa en datos estadísticos y se utiliza para establecer las probabilidades de la instalación del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur). Este fenómeno climático se desarrolla en tres fases distintas: La Niña, una fase neutral y El Niño.
El IRI actualiza estas proyecciones el día 19 de cada mes, proporcionando información actualizada sobre las probabilidades de cada fase del ENOS.
(*) Esta información fue actualizada el miércoles 19 de julio a las 12:40 p. m. con las declaraciones emitidas durante la conferencia de prensa de la Comisión Nacional de Emergencia.