Un fuerte déficit de lluvias en Guanacaste durante este año, que se acentuó durante un largo periodo de canícula entre finales de junio y agosto, afecta cultivos de arroz, hortalizas y granos, así como a la ganadería.
Pese a que en este setiembre y en octubre está lloviendo en esa provincia, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) pronosticó que también serán deficitarias con respecto al promedio histórico.
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Las autoridades del sector agropecuario y del IMN, en tanto, advirtieron de la posibilidad de que esta estación lluviosa deficitaria se junte con un verano donde aparezca el fenómeno de El Niño, a partir de noviembre próximo. Este fenómeno causaría un incremento de entre 0,5 y 1 grado Celsius en la temperatura de la región, elevando las posibilidades de sequía.
Datos solicitados al IMN indican que para el periodo de enero a agosto llovió menos que el promedio histórico en casi en todos los cantones de Guanacaste, excepto en los de altura, como Tilarán y Abangares.
La estadística del Instituto indica que para Liberia se presentó un déficit de 40% en las precipitaciones con respecto al promedio histórico, entre enero y agosto. En La Cruz, la baja fue del 29% en ese periodo; en Nicoya del 26%; en Carillo del 15%; en Bagaces del 18%, y en Nandayure del 8%.
Werner Stoltz, jefe de Pronóstico del Tiempo del IMN, explicó que la baja en las precipitaciones en aquella provincia se acentuó con una inusual canícula o periodo seco que corta la estación lluviosa. Este año este periodo se inició desde finales de junio, abarcó julio y agosto y llegó, incluso, a los primeros días de setiembre, mientras que, tradicionalmente, se prolonga por un mes máximo. En este lapso y en algunas zonas, el déficit de lluvias alcanzó incluso el 70%.
Pese a que, como se esperaba, en estos días comenzó a llover en la región, Stoltz advirtió de que no alcanzará los promedios históricos para el trimestre setiembre-noviembre. Así, en cantones como Liberia, Nicoya, Santa Cruz, Carrillo y Nandayure, se espera que en esos tres meses llueva entre un 25% y 50% menos que el promedio.
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El viceministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Bernardo Jaén, y el director regional de la región Chorotega de ese ministerio, Óscar Vásquez, confirmaron, en declaraciones por separado, que hay impacto en cultivos y en ganadería, así como la preocupación de que el problema actual se junte con una eventual aparición de El Niño.
Este último fenómeno causa sequía en la faja costera del Pacífico y aumento de las lluvias en la región caribeña.
Jaén explicó que la próxima semana, en coordinación con el IMN y con el Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat), iniciarán un ciclo de charlas de capacitación, coordinadas con las organizaciones locales de productores, para paliar una posible difícil estación seca. Las capacitaciones se centrar en poner en marcha acciones de mitigación.
Advirtió de que también bajaron las lluvias, aunque en niveles menores que en Guanacaste, en el Pacífico Central (Puntarenas, Garabito, Miramar) y en algunos puntos del Valle Central.
Primeros impactos
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) informó acerca de la pérdida de 1.101 hectáreas y otras 2.067 afectadas por ausencia de agua, de acuerdo con un corte al 31 de agosto pasado. Estos cultivos se realizaron en zonas en secano, es decir, donde no se cuenta con fuentes de agua para irrigación, por lo tanto, solo dependían de la lluvias.
Las zonas más afectadas y sin posibilidades de recuperación son Santa Cruz, con 445 hectáreas; Carrillo, con 396 hectáreas; y Nicoya con 82 hectáreas, principalmente. En tanto, tienen probabilidades de recuperarse, Nandayure, con 803 hectáreas; Nicoya, con 777 hectáreas; Carrillo, con 225, y Santa Cruz, con 118, de acuerdo con el registro realizado por Conarroz.
Esta corporación detalló que para la primera siembra del periodo 2018-2019, en condiciones de secano, en la región Chorotega, hay un total de 3.787 hectáreas, por lo cual los daños al 31 de julio abarcaban 84% del total cultivado bajo esta modalidad. En Guanacaste también se cultiva arroz en áreas donde hay irrigación.
Stoltz y Vásquez informaron de que en la región ya se reiniciaron las lluvias. Por eso es de esperar que no afecten más hectáreas de arroz, consideró Vásquez.
El director regional del MAG agregó que también hay afectaciones en cultivos, particularmente en todo lo que son los alrededores de la cuenca del río Tempisque, aunque no se tiene cuantificado el impacto.
Estos arroceros enfrentan problemas, además, porque el Instituto Nacional de Seguros (INS), advirtió de que en las condiciones de las pólizas se establece como alto nivel de riesgo la no germinación de la plantas por falta de agua, así como que este cultivo se debe hacer en zonas y tierras con condiciones adecuadas, es decir, donde se pueda mantener con agua.
Sin embargo, y tras una reunión con Conarroz la semana pasada, los peritos del INS fueron el lunes y martes de esta semana a inspeccionar las zonas afectadas y darán un informe este viernes para valorar si los riesgos son asegurables, comunicó el Departamento de Comunicaciones de la entidad.
En tanto, Vásquez amplió que, aparte del arroz, en la región Chorotega la ganaería se ha visto afectada por una menor disposición de forrajes. Si este alimento baja se afectan directamente los rendimientos en carne y leche, explicó el funcionario del MAG.
Agregó que hay algunos efectos en caña de azúcar, hortalizas y en granos básicos (arroz y maíz), aunque en estos últimos mayormente en producción para autoconsumo. También hay impacto, tampoco valorado hasta ahora, en el sector apícola (abejas para miel).
Recomendaciones
Los funcionarios del MAG están en actividades de capacitación de productores para que, en el caso de los ganaderos, produzcan forraje adicionales como heno y maíz y para que saquen de las fincas animales improductivos y bajar el consumo de alimentos. En este caso, recordó Vásquez, se le debe dar prioridad a las hembras con miras a la reproducción.
Para ganaderos y agricultores se está impulsando la conformación de Sociedades de Usuarios del Agua, con al menos cinco miembros. Esto lleva a que cinco finqueros se unan –uno de ellos con acceso al líquido– y hagan un plan de inversión y utilicen conjuntamente la irrigación. Estas sociedades también se pueden aplicar en el caso del uso de los forrajes.
El funcionario recordó que en épocas secas se vuelven más vulnerables las abejas, lo cual las hace más suceptibles a las plagas y enfermedades, por lo cual se requiere una mayor vigilancia en este tipo de producción.
Además, se impulsa la tecnología de Captación de Aguas de Lluvia (SCALL), con el fin de crear reservorios y utilizar el líquido en lapsos secos.
En tanto, tres charlas acerca de la percepción del clima para los próximos meses se estarán impartiendo entre el 19 y el 20 de setiembre en Liberia, Filadelfia y Nicoya. El fin es llamar a los productores a realizar desde ahora tareas de mitigación.
Entrevista
Viceministro del MAG: Bernardo Jaén: ‘No se puede decir que hay sequía’
– ¿Se puede decir que hay sequía en Guanacaste?
– No podemos hablar de sequía todavía; lo que hay son luvias irregulares. Don Juan Carlos (Fallas, director del Instituto Meteorológico Nacional) explicaba que hay microclimas. Es cierto, el comportamiento de las lluvias en La Cruz no es el mismo que en Nicoya. Si bien no hay sequía está presente la caída irregular de las lluvias que afecta los cultivos, sobre todo el arroz pues requiere de cierto volumen de agua en cierto momento específico. Al faltar el líquido afecta el crecimiento vegetativo.
– ¿Hay otros cultivos afectados?
- Básicamente es en el arroz que se está con problemas. Este grano es un cultivo de corto plazo que requiere de agua en momentos específicos de su ciclo.
– ¿Se puede decir que estas menores precipitaciones son señales de la posible llegada de El Niño?
- Nosotros lo vemos como señales de El Niño. Más si en el resto de Centroamérica el efecto Enos (nombre científico de El Niño) está afectando fuerte, sobre todo en El Salvador, en parte de Guatemala y en parte de Nicaragua.
– ¿Qué se está haciendo ante la situación?
– Tanto en la CNE (Comisión Nacional de Emergencias) como en sector agropecuario estamos en tareas de mitigación.
– ¿Qué se hace específicamente?
– Los cultivos perennes (caña de azúcar, pastos, naranja) son más resistentes. En este caso se van a afectar los rendimientos, no la producción. Tendría que ser un fenómeno muy fuerte y prolongado para secar los cultivos. En casos como el arroz, la indicación y lo que estamos buscando es que se siembra bajo riego. Decirle al productor que no podemos evitar que la gente siembre, pero se pueden hacer recomendaciones técnicas. En el caso de la ganadería, hay un programa muy fuerte con las cámaras para capacitar en ensilajes (fabricación de pacas) y se coordina también las cosechas de pastos con equipo donado en el gobierno anterior.
– ¿Cuáles son las zonas con más problemas hasta ahora?
– Las zonas con más irregularidad en precipitaciones de acuerdo con lo que estamos observando son Carrillo, Liberia y Santa Cruz.
– ¿Hay problemas para el agro en otras regiones?
– Hay que tomar en cuenta el Pacífico Central, Puntarenas, Garabito, Montes de Oro (Miramar) que están igual con lluvias irregulares. Son cantones que ya tenemos incorporados en el proceso de capacitación y, también, de transferencia de tecnología.