Fuertes lluvias ponen en riesgo producción de hortalizas y vegetales

Johaner Rosales, especialista en Meteorología Agrícola de la Universidad Nacional (UNA), explicó que el principal daño para los cultivos en la época lluviosa son las inundaciones que saturan los suelos y provocan la muerte de las raíces. Gran parte del problema se presenta en hortalizas, indicó. “Esto porque hay hongos y bacterias que aprovechan el estrés de las plantas por exceso de humedad y logran infectarlas”. Mencionó las hortalizas de hojas y los tomates, donde se ve afectada la calidad, el sabor y la textura.

Rosales añadió que hay cultivos más o menos susceptibles al exceso de lluvias, sobre todo por la aparición de plagas y enfermedades. Citó como ejemplo la proliferación de caracoles y babosas que dañan la producción de lechuga.

Raquel Ramírez Carranza, docente de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Costa Rica (UCR), dijo que, con base en los pronósticos de fuentes especializadas, se espera que en esta temporada las lluvias aumenten de intensidad, sumado a la temporada de huracanes, que va de junio a noviembre. Confirmó que las hortalizas, legumbres y tubérculos son cultivos susceptibles al exceso de lluvias, a causa del llamado “ahogamiento de las raíces” que provoca la pudrición.

El ingeniero agrónomo Marco Chaves explicó que el exceso de humedad crea estrés en las plantas, generando cambios en el metabolismo y dificultando el crecimiento. Estimó que en la zona de Cartago, las hortalizas y tubérculos corren alto riesgo de afectaciones en la calidad y la reducción en la producción. Chaves mencionó que la situación se ve agravada por la alta cantidad de lluvia que cae en periodos cortos, sobre todo en Costa Rica, que debido a las características geográficas, se cultiva en terrenos con pendientes.

La Niña se instalará este año

El 13 de junio, la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), indicó que los pronósticos más recientes refieren que La Niña puede desarrollarse entre julio y setiembre. Se trata de una de las tres fases en que se desarrolla el fenómeno climático El Niño Oscilación del Sur (ENOS), además de la fase El Niño y la neutra.

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El Niño y La Niña son fases opuestas de un patrón climático natural en todo el Océano Pacífico tropical que oscila entre cada 3 y 7 años en promedio, explicó la NOAA. Las dos fases calientan y enfrían alternativamente grandes áreas del océano Pacífico tropical, lo que influye significativamente en los niveles e intensidad de las lluvias.

Luis Ángel Montero, productor de lechugas, apio, culantro y algunos vegetales en la zona de El Guarco en Cartago, manifestó que las principales amenazas se originan por las inundaciones y el aumento de plagas de gusanos y otros insectos. Las primeras lluvias, ocurridas en junio, ya causaron afectaciones en sus plantaciones, por lo que está realizando labores de drenaje para tratar de reducir los efectos de las lluvias.

Guido Bennett, productor de chile dulce y tomate en la zona de Cervantes en Cartago indicó que, a partir de su experiencia, las torrenciales lluvias tienen doble efecto: la caída de las flores, lo que se traduce en una merma de la producción, y el incremento de las plagas. Bennett ahora está enfocado en colocar la producción que logró sembrar antes del inicio de la época lluviosa. Comentó que en la zona, los cultivos están percibiendo, por el momento, los niveles de lluvia adecuados. Sin embargo, podrían verse afectados de aumentar en intensidad.

Ricardo Araya, jefe del Sistema de Información de Mercados Mayoristas del Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA), señaló que, con el exceso de lluvias, los productos más afectados son las hortalizas de hoja: culantro, lechuga, apio, brócoli y coliflor. Comentó que en este momento no se prevé algún desabastecimiento de estos productos, salvo que se instale un periodo lluvioso intenso que dure varios días.

Otros rubros amenazados por exceso de lluvias

Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga), refirió que el sector ganadero se verá afectado cuando sucedan inundaciones producto del exceso de lluvias debido al daño en los pastos que sirven de alimento para los animales. Por esta razón, están insistiendo en que los productores almacenen reservas. Explicó que en Costa Rica el 50% de los pastos son de variedad mejorada, que tienen mayor rendimiento y más nutrientes.

Obando además señaló que otra afectación provocada por las lluvias excesivas es el cierre de vías por derrumbes, lo que impide el traslado del ganado hacia los mataderos, lo que conllevaría a una merma en la oferta de los productos de consumo derivados, como la carne y los lácteos.

Con esto coincide Oscar Arias Morera, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), quien indicó que los aguaceros provocan deslizamientos que interrumpen el traslado de los productos. Otro elemento climático que amenaza al sector agropecuario son los fuertes vientos, que se presentan en ocasiones en zonas específicas como tornados. Arias señaló que, además de afectaciones en la producción, hay daños en las infraestructuras, como los invernaderos.

Fernando Vargas, vicejerarca del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), afirmó que todas las actividades agropecuarias están propensas a afectaciones por el exceso de lluvias. Vargas explicó que, al inicio de la época lluviosa, los agricultores siembran los productos, incluidas hortalizas, raíces y tubérculos, y la afectación dependerá del nivel de precipitaciones en determinada zona geográfica. Comentó que el MAG mantiene el monitoreo de las afectaciones en las 84 agencias de extensión de la entidad en todo el territorio nacional.