Un fuerte impacto en la desnutrición en el mundo debido a la guerra en Ucrania, estima El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022 (SOFI, por sus siglas en inglés), publicado este 6 de julio.
“En cuanto a los impactos de la guerra en Ucrania, las simulaciones contenidas en el SOFI sugieren que, bajo el escenario de choque moderado, el número global de personas desnutridas en 2022 aumentaría en 7,6 millones, mientras que este aumento ascendería a 13,1 millones de personas por encima de las estimaciones de referencia, bajo un escenario de choque más severo”, indica el comunicado del informe.
Para América Latina y el Caribe, al 2022, esto significaría un aumento de 0,62% en el número de personas desnutridas en la región (350.000) bajo el escenario de choque moderado, y de 1,13% (640.000 personas) bajo el escenario de choque más severo.
El SOFI es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La guerra en curso en Ucrania está interrumpiendo las cadenas de suministro y afectando aún más los precios de los cereales, fertilizantes y energía. En la primera mitad de 2022, esto dio lugar a nuevos aumentos de los precios de los alimentos. Al mismo tiempo, más frecuentes y graves extremos de los eventos climáticos están interrumpiendo las cadenas de suministro, especialmente en los países de bajos ingresos”, se indica en el informe.
Hambre aumentaba desde antes de la guerra
En el informe se explica que la situación alimentaria se ha venido agravando desde antes de la guerra.
Según el documento, entre el 2020 y el 2021 el número de personas con hambre en América Latina y el Caribe creció en 4 millones hasta alcanzar 56,5 millones, el 8,6% de la población regional. Este retroceso se produce después de un aumento de 9 millones de personas desnutridas entre el 2019 y el 2020.
“La situación es extremadamente grave. En sólo dos años, trece millones de personas han caído en el hambre. Y cuatro de cada diez personas viven con inseguridad alimentaria, mientras que todavía tenemos que prepararnos para los impactos de la crisis alimentaria actual, incluida la guerra en Ucrania”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
Según el SOFI, el Caribe presenta la mayor proporción de población afectada por el hambre en América Latina y el Caribe (algo más del 16%), en comparación con alrededor del 8% en América Central y América del Sur.
Sobre Centroamérica, el informe indica que los niveles de inseguridad alimentaria han permanecido relativamente estables desde el 2015, pero aumentaron entre el 2019 a 2020.
El indicador tradicional de la FAO, la prevalencia de la desnutrición (PoU, por sus siglas en inglés), que se utiliza para monitorear el hambre a nivel mundial y regional, aumentó en Centroamérica de 8%, en el 2020, a 8,4, en el 2021.
Este indicador estima la proporción de la población cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionar los niveles de energía dietética que se requieren para mantener una vida activa y saludable normal.
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En el caso de Costa Rica, el informe incluye datos sobre lo que ha aumentado el costo de una dieta saludable, que pasó de $3,9 por día, en el 2017, a $4,1 en el 2020. En el 2022, con la guerra en Ucrania el costo de la canasta básica alimentaria se ha disparado (14% entre mayo 2021 y mayo 2022).