El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) oficializó este martes la detección del primer caso de gusano barrenador en un canino, ocurrida el pasado 14 de julio en el cantón de Corredores, provincia de Puntarenas, cerca de la frontera con Panamá.
La enfermedad, provocada por una mosca que deposita las larvas en heridas expuestas, afecta tanto a animales de sangre caliente como a seres humanos. La plaga se había erradicado en Costa Rica desde el año 2000, por lo que este hallazgo es calificado como una “reintroducción de la enfermedad al país”, indicó Alexis Sandí, jefe del Departamento de Epidemiología del Senasa.
Los gusanos barrenadores nacen horas después de que los huevos son depositados y se alimentan del tejido vivo. La detección de este caso se realizó en una herida abierta que tenía el canino.
Sandí señaló a La Nación que permanece activa la cuarentena establecida en Costa Rica para regular las importaciones que ingresan. Al mismo tiempo, se ha intensificado la vigilancia epidemiológica en la frontera sur, donde se detectó el brote.
Además, se prohibió la movilización de los animales en la finca donde se realizó el hallazgo y se aplicó tratamiento al canino afectado.
El funcionario hizo un llamado a la población para que denuncien los casos de animales con miasis (gusaneras) en las oficinas de Senasa más cercanas. De esta manera, se podrá realizar la comprobación si se trata de la mosca del gusano barrenador (cochliumyia hominivorax) y tomar las medidas necesarias para evitar su propagación.
A partir del hallazgo en la zona sur, Senasa está inspeccionando fincas cercanas para descartar la ocurrencia de nuevos casos.
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El último caso detectado en Costa Rica fue en 1999, y desde el año 2000 el país fue declarado libre del gusano barrenador. Desde entonces, se ha implementado un programa de vigilancia para monitorear la presencia de esta enfermedad.
Ganaderos en alerta
El sector ganadero ha activado su alerta ante la detección del gusano barrenador en Costa Rica. Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga), mencionó que después de 23 años sin enfrentar esta enfermedad, utilizarán la experiencia previa para gestionarla.
Sin embargo, el representante advirtió de que esto conllevará costos debido al monitoreo constante, la aplicación de medicamentos y las afectaciones en el rendimiento del ganado.
Obando reconoció que la situación no es ideal para el sector, pero confía en la capacidad de enfrentarla, contenerla y mantener un riguroso monitoreo del hato para prevenir mayores afectaciones.
¿Por qué barrenador?
Rafael Vindas, quien formó parte del equipo de especialistas que trabajó en la vigilancia y erradicación del gusano barrenador hace más de dos décadas, y actualmente es docente en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, sugirió mantener una vigilancia activa en mascotas, animales silvestres y ganado para detectar cualquier herida infectada con gusanos.
Hizo un llamado a denunciar los casos ante la autoridad sanitaria correspondiente, lo que permitirá una acción rápida para controlar la propagación.
Además de las recomendaciones anteriores, Vindas propuso la dispersión de moscas estériles como una medida de erradicación para controlar la población de la mosca del gusano barrenador y, de esta manera, reducir su propagación.
Respecto a los efectos en seres humanos, el experto señaló que no los considera una amenaza inmediata. Sin embargo, hizo un llamado a tratar cualquier infección que pueda surgir de manera inmediata para evitar efectos nocivos.
Vindas explicó que el gusano barrenador crea un agujero en la piel similar a un tornillo, debido a la forma en que excava y se alimenta del tejido vivo.
Por su parte, Rodolfo Winching-Jones, veterinario especialista en ganado, instó a los productores a curar adecuadamente los ombligos de los animales recién nacidos. Esta medida de higiene y cuidado es esencial para evitar que las moscas depositen sus huevos en heridas expuestas.
Además, recomendó la instalación de trampas para moscas y tomar medidas para evitar la reproducción de estos insectos. El manejo adecuado de materiales orgánicos y aguas estancadas puede ayudar a reducir la población de moscas.
Winching-Jones también advirtió sobre el uso excesivo de insecticidas para bañar a los animales. El uso indiscriminado de estos productos puede tener efectos negativos, como la generación de toxicidad para los animales y el desarrollo de resistencia de las moscas a los insecticidas.