En el 2022, la actividad pecuaria en Costa Rica alcanzó un estimado de 1.509.011 cabezas de ganado vacuno, según revela la más reciente Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), publicada este miércoles.
Comparado con el año anterior, este número representa una disminución de 112.716 cabezas desde las 1.621.727 unidades registradas en el 2021. Sin embargo, el Instituto manifestó que esta diferencia interanual no fue estadísticamente significativa.
De las cabezas de ganado vacuno contabilizadas en el 2022, el 61,7% se destinó a la producción de carne, mientras que el 22,4% tenía un propósito doble, el 15,8% se utilizó para la producción de leche y un mínimo, 0,1%, fue empleado en los trabajos.
En un comunicado conjunto, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la Corporación Ganadera (Corfoga) explicaron que el cambio en el inventario, de 112.716 cabezas menos, está relacionado con un aumento en la “cosecha” de ganado, derivada de una mayor demanda internacional, particularmente de China.
Luis Diego Obando, director ejecutivo de Corfoga, explicó que esto provocó que los productores optaran por enviar más materia prima para abastecer esos mercados porque estaban pagando buenos precios, lo que incidió en la reducción.
En el caso del ganado de leche, Obando manifestó que en ese sector algunos productores tomaron la decisión de reducir su hato porque las materias primas para alimentar a los animales tuvieron incrementos considerables en el costo durante el 2021 y el 2022.
En relación con la cosecha, pasó de 317.000 cabezas en el 2016 a 404.000 en el 2021, que representa un incremento de 27.4% entre ambos periodos, indicó el Ministerio, en el comunicado.
Las entidades prevén que la desaceleración del mercado internacional en este 2023 fomente un aumento en el inventario de ganado próximamente, aunque mantienen cautela sobre lo que puede suceder en los próximos meses con aspectos climáticos como el Fenómeno de El Niño.
“Estamos convencidos de que las prácticas que van a adoptar los ganaderos van a mitigar el efecto de la sequía y en un escenario positivo se podría esperar mantener estable el hato”, afirmó el director ejecutivo de Corfoga.
En cuanto al sexo de los animales, el 70,8% del hato estaba constituido por hembras (1.067.818), mientras que el 29,2% eran machos (441.193). Entre las hembras, la mayoría eran vacas (animales con dos años o más), mientras que en los machos, predominaban los terneros y novillos, es decir, ganado menor de dos años.
Por su parte, el INEC también informó de que en el 2022, nacieron un total de 403.531 vacunos, de los cuales el 47,6% eran machos (191.994) y el 52,4% hembras (211.537). La mitad de estos nuevos nacimientos se destinaron a la producción de carne.
Según estimaciones del MAG y Corfoga, la cosecha de enero a agosto del 2023 reporta una disminución de 6.000 animales, aproximadamente. De acuerdo con las entidades, la proyección de cierre a final de año ubica la cosecha en torno a los 379.000 animales, situación que se acerca al promedio de producción histórico del país.
Sin embargo, el sector ganadero también sufrió pérdidas, con un total de 63.109 cabezas de ganado. La mayoría de estas pérdidas se concentraron en la producción de ganado vacuno para carne, representando el 58,6% del total. El robo, hurto o destace se mantuvieron como las principales causas de pérdida de animales adultos.
En términos de alimentación, el pasto mejorado fue el sistema predominante para el ganado vacuno destinado tanto a carne como a producción de leche, mientras que el pastoreo fue el sistema de producción que prevaleció para todos los propósitos.
Ganado porcino
En cuanto al ganado porcino, la encuesta agropecuaria estimó que había 432.065 animales, de los cuales el 88,9% se criaba para la producción de carne y el 11,1% restante para reproducción. En el aspecto de nacimientos, se registraron 875.715 cerdos.
Otro dato relevante es que se reportó la pérdida de 62.148 animales porcinos por causas naturales, plagas, enfermedades y accidentes. De ellos, el 98,9% eran cerdos que iban destinados para la producción de carne; y la mayoría murió en la fase de lactancia (41.627 animales). El porcentaje restante (1,1%) de muertes son de cerdos utilizados en reproducción.
El concentrado fue el principal sistema de alimentación en las fincas grandes y medianas, mientras que la gestión de residuos se llevó a cabo principalmente a través de lagunas de oxidación, utilizadas en el 88,6% de las fincas medianas y en el 83,3% de las grandes.
La Encuesta Nacional Agropecuaria del INEC tiene como objetivo fundamental recopilar información estadística sobre la producción en actividades agrícolas, forestales, y ganaderas, tanto vacuna como porcina, con el propósito de respaldar las decisiones en el sector agropecuario.